Desde automóviles autónomos hasta robots industriales capaces de tomar decisiones, la inteligencia artificial está transformando la manera en que las máquinas conviven con las personas.
Así lo explicó Zuri Ruiz, profesor del Tec de Monterrey en Saltillo, quien detalló cómo la integración entre la IA y la robótica impacta ya en la vida diaria y qué retos plantea hacia el futuro.
El especialista en ciencia, robótica y educación dijo que la combinación de IA y robótica puede transformar industrias, hogares y hospitales facilitando decisiones más rápidas y precisas.

Para Ruiz, la IA se define como un modelo matemático que simula el funcionamiento de las neuronas humanas.
“La inteligencia artificial es todo lo que puede llegar a hacer un humano de manera pensativa, pero utilizando un programa o una máquina”, señaló.
El catedrático explicó que la inteligencia artificial por sí sola funciona como un “software”, mientras que la robótica es la parte motriz que la lleva al mundo físico.
“La parte robótica le da la realidad, la parte física, a lo que es la inteligencia artificial”, afirmó.
“La inteligencia artificial es todo lo que puede llegar a hacer un humano de manera pensativa, pero utilizando un programa o una máquina”.
Robots que ya son parte de nuestra vida
De acuerdo con el académico, los robots con IA son cada vez más comunes en la vida diaria, pues muchas tareas ya pueden ser automatizadas por los mismos.
“Hoy en día, aunque no lo notemos, contamos con muchas tareas qua ya están automatizadas a través de robots que, con inteligencia artificial, nos ahorran tiempo y nos simplifican procesos”, comentó.
Entre los ejemplos que compartió el catedrático, mencionó:
Automóviles autónomos: unidades que a través de sensores y algoritmos logran tomar decisiones de manejo en tiempo real para evitar accidentes.
Robots Industriales: capaces de reducir riesgos en entornos de seguridad al realizar tareas que podrían representar un peligro para las personas.
Aplicaciones en hogares: dispositivos como aspiradoras inteligentes o asistentes de apoyo en actividades de aseo.
Hospitales: el manejo de robots que transportan insumos, desinfectan espacios o apoyan en cirugías de alta precisión.
Educación: asistentes con IA que sirven como tutores virtuales, y plataformas con robots sociales que interactúan con estudiantes.
Para el experto, la inteligencia artificial aporta velocidad y capacidad de análisis a los robots, lo que les permite brindar mejores servicios. Sin embargo, advirtió que siempre existirá un margen de error.

De la ciencia ficción a la realidad
Para el académico, estos nuevos dispositivos han rebasado la ciencia ficción pues en muchos casos son una realidad, pero puntualizó que se deben usar con ética y recordó las 3 leyes de la robótica propuestas por Isaac Asimov en la literatura de ciencia ficción, las cuales afirman que:
- Un robot no debe dañar a un ser humano.
- Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a menos que esas órdenes entren en conflicto con la primera ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia, siempre y cuando dicha protección no entre en conflicto con la primera o la segunda ley.
Explicó cómo estas ideas han pasado de la ficción a ser un referente en las discusiones actuales sobre ética tecnológica.
“Parecía ciencia ficción, pero ya estamos en un punto donde esas leyes pueden aplicarse en la vida real”, señaló.
Para el profesor Zuri Ruiz, es fundamental considerar aspectos éticos y sociales como la privacidad y protección de datos del usuario; el riesgo de sesgos y discriminación o la autonomía y el control humano, ya que estas tecnologías deben estar siempre al servicio del bienestar común.
Recordó que, aunque los robots con IA pueden tomar decisiones cada vez más rápidas y precisas, aún existen riesgos de error, sesgos y dilemas sobre su autonomía.
En este sentido, señaló la importancia de que existan lineamientos y regulaciones claras que acompañen a la innovación, de modo que la inteligencia artificial continúe siendo una herramienta que complemente al ser humano y no lo sustituya.
“En algún momento vamos a tener un robot tipo androide que piense como ser humano. En ese escenario, debemos tomar en cuenta las consideraciones éticas y sociales”, apuntó.

El también licenciado en química, propuso la creación de un comité internacional para definir lineamientos globales, al estilo de lo que ocurrió en su momento con la energía nuclear.
Como profesor, Ruiz enfatizó la importancia de que los estudiantes estén listos para los cambios que traerán la inteligencia artificial y la robótica.
“Los trabajos van a cambiar, entonces tenemos que seguirnos preparando sin importar la edad. Lo más importante es impulsar una educación que acerque a los alumnos desde una temprana edad a estas tecnologías”, concluyó.
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