Debido al confinamiento por la pandemia por el COVID-19 es un reto mantener hábitos saludables y buena alimentación estando en casa en todo momento, expresa el Dr. Guillermo Torre Amione, rector de TecSalud.
Sin embargo, explican que entre más sanos estemos hay menos riesgo de severidad y complicaciones en caso de contagio de COVID-19.
“La curva que hoy vemos del COVID-19 proyecta la realidad de las enfermedades crónico-degenerativas que hay en nuestro país”, menciona el Dr. Torre.
“Si nos hubiéramos enfocado en aplanar la curva de obesidad en un principio, tal vez no estaríamos viendo el impacto en la población, como se ha dado hoy en día”, destaca.
La gran mayoría de las enfermedades crónico degenerativas, son el resultado de una mala alimentación y malos hábitos.
La periodista científica Nina Teicholz y el rector de TecSalud, Guillermo Torre, brindaron esta y más información en una transmisión en vivo a través de las redes sociales de TecSalud.
Los expertos mencionaron que los problemas más críticos en el país (hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares) tienen una respuesta muy sencilla: cambiar los hábitos.
EL CONCEPTO DE DIETA SALUDABLE
Cambiar los hábitos alimenticios, empieza por saber, qué se considera una dieta saludable.
“Por años hemos creído que una dieta saludable consiste en una dieta rica en carbohidratos y baja en grasas.
"Sin embargo, en los últimos años hemos visto extensa investigación que nos demuestra lo contrario, que la grasa saturada no causa enfermedades cardiovasculares y llevar una dieta baja en grasas no te hace más saludable”, añade el Dr. Torre Amione.
LA GRASA NO ES COMO LA PINTAN
La periodista científica Nina Teicholz, ha desarrollado por más de 20 años investigación sobre las grasas, ella es autora de “The Big Fat Surprise” (en español “La grasa no es como la pintan”).
En su libro, Nina describe como a partir de la década de 1960, los científicos empezaron a hablar de cómo una dieta baja en grasa reduciría las enfermedades y ayudaría a la gente a bajar de peso. Pero nunca existió la evidencia científica para demostrarlo.
“La mayoría de las personas cree que para estar sano necesitamos minimizar las grasas y especialmente las saturadas. El trabajo de mi libro fue regresar e investigar de dónde vienen estas ideas. ¿Por qué creemos en eso?”, cuestiona Teicholz.
Ahora sabemos, de acuerdo a su investigación, es que a diferencia de lo que antes se creía, una dieta más rica en grasas y menor en carbohidratos ayudaría a las personas a:
- Perder peso
- Disminuir la presión arterial
- Mejorar los factores de riesgo de enfermedades cardiacas
- Revertir la diabetes.
“En grandes estudios realizados por el gobierno, no se encontró beneficio alguno respecto la reducción de grasa, ni para bajar de peso, prevenir diabetes, cáncer o para prevenir problemas cardiovasculares”, aseguró.
LA BUENA ALIMENTACIÓN, ALIADO CONTRA EL COVID-19
Ante la situación de pandemia que enfrentamos, se sabe que aún no existe un tratamiento estándar aprobado para el COVID-19, por lo que los expertos siguen recomendando mantener todas las medidas de prevención y a esto, se debe sumar la buena salud.
“Hoy la estrategia más importante de prevención, aparte del distanciamiento físico, es la condición de salud en la que las personas que se infectan de COVID-19 se encuentran”, mencionó el rector de TecSalud.
Esto aplica para toda la población, pero muy particularmente a las poblaciones de alto riesgo, como lo son las personas que padecen enfermedades crónico degenerativas.
Ahí es donde la alimentación se vuelve un componente clave en la prevención.
“Estoy convencido de que esta situación de pandemia, será para muchos un antes y después. No podemos volver a la normalidad como antes. Es aquí donde volvemos a hablar de bienestar y prevención para alcanzar la longevidad”, concluyó el Dr. Torre.
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