Nabawa, la iniciativa creada por los egresados de Tec Guadalajara Nallely Lomelí, Alejandra Banda y Carlos Rangel, superó con creces sus objetivos de donación.
El grupo inició con una meta de donación de 200 caretas médicas y, debido a su esfuerzo colectivo, se transformó en una donación de más de 10 mil.
Gracias a donaciones de terceros, Nabawa manufacturó caretas médicas y las distribuyó a hospitales de diversas regiones para que los médicos sigan su labor.
Los recursos financieros fueron obtenidos mediante donadores cercanos, quienes ayudaron a difundir la propuesta para que el proyecto ganara popularidad.
Para inicios de junio, Nabawa ya había donado alrededor de 6 mil caretas a más de 50 hospitales en alrededor de 8 estados de la República.
Y en agosto pasado sus entregas o envíos superaron la meta de las 10,000 caretas que fueron repartidas en más de 80 hospitales a lo largo del país.
Actuaron a través de Instagram: @nabawa.mx, Facebook: Nabawa, correo electrónico y desde su sitio web con el hashtag: #ProtegiendoANuestrosProtectores.
De esta manera, sumaron donaciones de personas interesadas y lograron incluso tener donadores de distintas regiones de México y Estados Unidos.
“Nos sentimos muy agradecidos, pues sin ellos, aun teniendo el conocimiento no hubiéramos tenido recursos”, comentó Nallely.
Al comienzo, las caretas eran creadas con impresión 3D; sin embargo, para maximizar la producción, el equipo se adaptó a la técnica de inyección de plástico.
El molde para las inyecciones fue posible gracias al Tec a través del aporte de los laboratoristas de su Escuela de Arte, Arquitectura y Diseño (EAAD).
“Estamos muy felices de superar la meta, no por el número, sino porque nos dimos cuenta de cuánto realmente se necesitaba".
Colaboración interinstitucional
Lomelí resaltó también el apoyo de la Fundación Niños y Adolescentes en Armonía (NAEA) y la Fundación Toledo A.C para armar la logística y poder expandir su distribución.
“Estamos muy felices de superar la meta, no por el número, sino porque nos dimos cuenta de cuánto realmente se necesitaba y cómo podía hacer la diferencia”, agregó.
Asimismo, destacó el aprendizaje del grupo al realizar el reto y habló de cómo Nabawa impactó en su vida personal y la de sus compañeros:
“Desconocíamos el manejo de las asociaciones civiles y emprender proyectos grandes es un reto, pero confiamos en nosotros mismos.
"Ahora nos admiramos mucho mutuamente y nos sentimos más potencializados porque nos complementamos entre nosotros”, resaltó Nallely.
Agregó que para su vida profesional "nos enseñó que, si los proyectos no se planean, no se hacen. Por lo que es necesario establecer tareas muy específicas”, puntualizó.
Los estados beneficiados fueron:
- Aguascalientes,
- Baja California Norte y Sur,
- Ciudad de México,
- Chiapas,
- Colima,
- Durango,
- Estado de México,
- Guanajuato,
- Jalisco,
- Michoacán,
- Oaxaca,
- Sinaloa,
- Tabasco y
- Veracruz.
Su propósito no sólo ayudó a proteger a los médicos, sino también al personal de seguridad, intendencia y hospitalario, lo que les ha valido múltiples agradecimientos.
“Es gratificante. Una vez nos mandaron un video de un doctor llorando cuando recibió las caretas", comentó Nallely.
Añadió que incluso recibieron letreros o carteles de agradecimiento a través de fotos por parte del equipo médico beneficiado.
"Nos decían que éramos el primer proyecto que los tomaba en cuenta. Casi siempre las personas donan a los doctores de urgencia o al área COVID.
Pero no a gente que está también en las instalaciones o en la misma línea de defensa”, concluyó Nallely.
En julio cerraron la parte de donaciones y en agosto continuaron los envíos hasta llegar a la meta de 10 mil piezas distribuidas.
Durante septiembre y octubre 2020 continúan con la recopilación de evidencias, tanto en material gráfico como en documentos de donación.
De esta manera, este grupo de egresados del Tec de Monterrey, campus Guadalajara, demostró un interés tangible por ayudar a la sociedad en esta crisis sanitaria.
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