Desde que era niña pequeña, mientras veía un DVD de ‘El Lago de los Cisnes’, Amanda García, estudiante de PrepaTec campus SLP, soñaba con convertirse en bailarina profesional.
Hoy, ese anhelo la ha llevado a conseguir, por segunda ocasión, la Beca al Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA), cada año, el gobierno mexicano otorga la beca PECDA a nivel estatal para impulsar el crecimiento de artistas en diversas disciplinas.
Como parte del proceso de selección, los participantes deben plantear un proyecto cultural para desarrollar en un periodo específico.
El proyecto de Amanda consiste en la creación de una obra dancística original, donde se presentará como solista durante 3 actos, combinando disciplinas como el ballet, el flamenco, las telas acrobáticas y la danza contemporánea.

Un legado artístico
Con un padre músico, y una abuela bailarina de folclore, Amanda creció inmersa en un ambiente artístico. Su formación de ballet inició a los 4 años, motivada tanto por una necesidad de salud física, ayudar a corregir su pie plano, como por la inspiración de su abuela paterna.
Con el tiempo, se ha convertido en una bailarina multidisciplinaria. Inició con el flamenco a los 5 años y a partir de los 8 exploró otras áreas, involucrándose en telas, danza aérea, jazz, danza árabe, contemporánea y aro aéreo.
Amanda considera que cada técnica le ha aportado algo distinto, desde la precisión técnica del ballet hasta la expresión emocional del flamenco.
“El ballet me ha dado la línea, es como mi base, ha dado las posiciones, línea, postura, limpieza de movimiento”, compartió Amanda.
Para ella, la danza no significa encasillarse en una sola técnica, sino aprender de cada una para tejer un lenguaje propio:
“Trato de siempre complementar todo. No soy solo una en flamenco, también trato de acordarme de lo que aprendí en ballet o aéreo. No lo veo por separado, sino como un conjunto donde todo me enriquece”.
“Siento que es lo que el artista busca toda su vida, quién es en la danza y en la vida en general”.
Reuniendo sus habilidades, Amanda ya ha dirigido un par de obras dancísticas, incluyendo el montaje del baile en su fiesta de XV años y una presentación derivada de su primer proyecto PECDA en 2023.
Ese año, participó en la categoría Adolescentes Creadores, donde desarrolló un programa de formación que incluyó cursos con maestros españoles, certificaciones y una presentación final en el Teatro de La Paz.
Aunque ha superado retos en el camino, como un esguince de tobillo que la dejó sin ensayar semanas antes de aquella presentación, Amanda reconoce que su nuevo proyecto supone un desafío mayor.
El montaje de su nueva obra comenzará en octubre y la presentación prevista para abril 2026.
“Una hora yo sola en el escenario, en un teatro amplio y varias disciplinas, siento que va a ser un reto más grande”, comentó
Más allá de la exigencia física y mental de las largas jornadas de ensayo, la bailarina expresa que su entusiasmo por la posibilidad de crear un espacio donde la danza pueda resonar más allá de la función.

La danza como autodescubrimiento
Para Amanda, la danza no es solamente moverse al ritmo de la música; también es una herramienta para descubrir quién eres dentro y fuera del escenario.
“Siento que es lo que el artista busca toda su vida, quién es en la danza y en la vida en general”, reflexionó
Amanda comparte que sus proyectos artísticos son un reflejo de esta exploración personal.
Motivada por problemáticas sociales, ambientales y culturales, su objetivo no es solo lograr un resultado estético, sino también transmitir un mensaje de esperanza al espectador.
“Se me hace muy bonito que sí haya un final feliz porque eso significa que entonces sí hay esperanza en el mundo”, compartió.
“Trato de siempre complementar todo. No soy solo una en flamenco, también trato de acordarme de lo que aprendí en ballet o aéreo. No lo veo por separado, sino como un conjunto donde todo me enriquece”.
Su inspiración, explica, puede llegar desde los lugares más inesperados: una conversación profunda, una pieza musical o incluso el vuelo de un pájaro.
“Veo un pájaro y pienso: esto puede significar algo. Lo escribo en el celular y cuando llego a mi casa digo: ok, tengo esta idea, voy a aterrizarla”, compartió sobre su proceso creativo.
El camino de Amanda en la danza apenas comienza. Su objetivo es dedicarse profesionalmente, presentándose en grandes recintos como el Palacio de Bellas Artes, recorrer el mundo con su arte y abrir su propia compañía de danza.
Antes de finalizar, Amanda aconsejó a quienes inician en la danza a no rendirse ni compararse con otros bailarines. En su lugar, recomienda inspirarse en quienes admiran y, sobre todo, disfrutar el proceso.
TAMBIÉN QUERRÁS LEER: