“Hay que valorar que tienes un trabajo, y a parte que trabajas en una universidad tan importante como el Tec, con esas palabras finaliza su historia Santiago Correa, empleado del Tecnológico de Monterrey en Saltillo desde hace 15 años, quien junto a su compañero Jesús Rodríguez quien tienen 12 años de servicio en el campus, nos cuentan un poco sobre su vida y su labor.
“Yo llegué aquí hace 15 años, conocía a la Licenciada Gladys y a la Licenciada Consuelo, además del Director del campus, Juan Manuel Ruíz” comenta Chago, como comúnmente llaman a Santiago sus compañeros y alumnos del campus. “Yo venía a apoyar a como prefecto de preparatoria, a cuidar a los chavos, la disciplina, pero luego me dijeron que si quería irme de chofer” y así comenzó Santiago su carrera en el Tec en Saltillo.
Un año después, Jesús Rodríguez o “Don Chuy” como le conocen los alumnos y empleados, llegó al campus como parte de la compañía que brinda seguridad, para un año más tarde integrarse al equipo del auditorio. “Se fue el señor del auditorio y aplicamos varios, a uno no le gusto y otro salió malo y nada más quedaba yo” comenta entre risas Chuy, siendo humilde ante una carrera de más de una década en la que tuvo que ser autodidacta ya que no contaba con la experiencia que los años le han dado y de la cual su compañero Santiago es cómplice. “Tiene que ver mucho el apoyo de la persona que lo puso al tiro, el que lo enseñó” dice Santiago, a lo que Jesús responde entre risas “Y luego el alumno supera al maestro”.
Y es que cuando Santiago ingresó al campus, tenía una carrera previa en la que desarrollaba actividades similares para un colegio de Saltillo, por lo que desde que llegó, ha realizado diversas tareas como auxiliar de almacén, chofer e incluso cerrajero: “entré haciendo de todo, y sigo haciendo de todo” comenta.
Por otro lado, Jesús desconocía algunos aspectos de su trabajo, pero fue Santiago quien le enseñó gran parte de lo que sabe, “Chuy empezó de cero, no sabía, pero ya ahorita es el que le sabe más, ya ahorita dice que va en el ciento veinte por ciento, dice que ya me superó”, dice Santiago. Don Chago recuerda que su compañero practicaba en sus ratos libres, hacía diagramas de cómo se hacían las conexiones de audio y que a veces se quedaba más tiempo aprendiendo, “Ahorita como quiera si batalla en algunas cosas” dice, mientras Don Chuy ríe y comenta que ha sabido sortear las dificultades técnicas que se le han presentado, “si saco de apuros de repente” menciona.
Cuando se les pregunta qué es lo que más les ha gustado de su trabajo, Santiago contesta que viajar, “me gusta mucho manejar y al principio no conocía muchas ciudades, luego a uno lo mandan a otros campus y va conociendo, Chihuahua, Ciudad Juárez y así”, además menciona que su trabajo le ha dado la oportunidad de conocer a personas famosas debido a que él es quien transporta a los conferencistas del congreso LOUD, “conviví con Omar Chaparro y con Eugenio Derbéz por ejemplo, hasta fui a almorzar con ellos, pero con todos he platicado” comenta.
En el caso de Jesús su mejor recuerdo es cuando su hija ingresó a PrepaTec “Ella tiene beca, pero pues también tiene su mérito, si yo no hubiera entrado aquí a trabajar ella no hubiera estudiado aquí, y ahora en el próximo enero va a terminar su carrera”, comenta Chuy mientras mira hacia arriba y sonrie. Ambos lo hacen. Don Chago y Don Chuy siempre sonrien