Estudiantes de Diseño del Tec campus Ciudad de México, participaron en el Abierto Mexicano de Diseño 2025, donde presentaron sus proyectos en la exhibición Procesos Divergentes, realizada en el espacio colaborativo de diseño, Laguna, ubicado en la colonia Doctores de la Ciudad de México.
El Abierto Mexicano de Diseño 2025 es un festival anual en la Ciudad de México, que convoca a diseñadores, estudiantes, marcas y estudios para exhibir objetos, mobiliario, instalaciones y materiales innovadores.
La muestra reunió proyectos de diseño creados a partir de un material alternativo pero sostenible a la vez.
En el caso del campus Ciudad de México, las y los alumnos trabajaron con Celium, un biomaterial desarrollado por la marca mexicana Polybion que busca reemplazar el uso de pieles convencionales mediante procesos a partir de residuos orgánicos.
“Estamos presentando proyectos de mobiliario y objetos decorativos para el hogar. Los estudiantes lo utilizaron para crear diferentes objetos decorativos como vasijas, relojes o percheros”, explicó Montserrat Castañón, profesora del Tec.
“Estamos presentando proyectos de mobiliario y objetos decorativos para el hogar” .- Montserrat Castañón.
Komorebi, un florero modular
Entre las piezas presentadas se encuentra Komorebi, de Carol Granciano, un florero modular inspirado en el término japonés que describe la luz que pasa entre las hojas de los árboles.
El florero consta de 6 compartimientos que se pueden colocar en la pared. Komorebi está diseñado para contener hojas secas y otros elementos naturales.
“Mi pieza está hecha con una base de triplay y una capa de Celium teñida. Me inspiré en la técnica japonesa de kirigami, que consiste en el arte de cortar y doblar papel para crear figuras”, compartió la estudiante.

Bruma, difusor de aromas
Por su parte, Luisa Becerril exhibió Bruma, un difusor de aromas diseñado para colocarse en la entrada del hogar.
“Mi producto nace de la idea de recuperar esa sensación de llegar a casa y sentir un espacio seguro.
“El biomaterial fue esencial porque permitió crear curvas increíbles y estructuras muy marcadas en el diseño”, comentó.

Pie-dora, porta zapatos
Entre las piezas destacadas, también se encuentra Pie-dora, de la alumna Sara Castañeda.
Se trata de un porta zapatos elaborado con Celium y de manera complementaria con fieltro de 5 milímetros importado de Alemania.
“Quise crear algo funcional que también explorara nuevas posibilidades del biomaterial”, explicó.

Anca, un perchero inspirado en hongos
Finalmente, Katia Valero destaca con Anca, un perchero inspirado en el crecimiento orgánico de los hongos.
“Quería retratar la naturaleza del material. El Celium es resistente, y tiene una textura distinta a todo lo que habíamos usado antes.
“Mi reto fue lograr que la pieza fuera útil y también divertida”, señaló.

Una oportunidad para compartir con la comunidad creativa
Para los y las participantes, formar parte del Abierto Mexicano de Diseño representó una oportunidad para compartir sus procesos y conectar con la comunidad.
“Fue una gran oportunidad para dar a conocer nuestro trabajo y el de otros diseñadores jóvenes que estamos iniciando en la industria”, expresó Carol Granciano.
Igualmente, Luisa Becerril añadió:
“Ha sido nuestro primer acercamiento al mundo, más allá de lo escolar, y hemos aprendido muchísimo, no solo durante la exposición, sino en todo el proceso de preparación y montaje”.
El desarrollo de proyectos como este refleja una nueva generación de diseñadores que buscan alternativas sostenibles con menor impacto ambiental.
“El futuro del diseño en México tiene una gran área de oportunidad en el tema medioambiental. Debemos seguir explorando nuevos biomateriales y procesos que replanteen la vida útil de los objetos”, reflexionó Sara Castañeda.
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