“Yo no estaría aquí si no hubiera sido por StoryTellers". Esa frase, repetida con distintas voces, tonos y anécdotas, marcó el tono del panel que conmemoró los 10 años del programa StoryTellers del Tec de Monterrey, durante la Feria Internacional del Libro Monterrey 2025.
La mesa fue moderada por María Guadalupe Monroy, líder nacional del programa, y tuvo la participación de tres exintegrantes que compartieron cómo este espacio universitario cambió su rumbo profesional y personal:
Niza Salas, hoy coordinadora de comunicación digital del Tec; Iván Ríos, head of growth en Experiencia Compass; y Alex Carrillo, ilustrador y director creativo.

¿Qué es el programa StoryTellers?
StoryTellers es un programa institucional del Tec de Monterrey que nació en 2016, originalmente bajo el nombre Embajadores de Comunicación, con el propósito de que los propios estudiantes se convirtieran en narradores de la vida universitaria.
Desde distintos campus, carreras y niveles, los StoryTellers crean contenido en texto, foto, video, ilustración y redes sociales para contar lo mejor del Tec: historias de ciencia, arte, innovación, liderazgo y vida estudiantil, desde la mirada auténtica de quienes las viven.
Más allá de la producción de contenido, el programa busca formar comunicadores integrales.
A lo largo de su participación, los estudiantes desarrollan habilidades profesionales en redacción, fotografía, video, diseño y estrategia digital, pero también competencias humanas como liderazgo, trabajo en equipo y confianza en su voz.
En diez años, más de mil 400 alumnos de 25 campus han sido parte de esta comunidad creativa que ha documentado la historia reciente del Tec mientras transforma la suya propia.
Un aula para aprender a contar(se)
“Llegué al programa siendo muy tímida y descubrí que podía hablar frente a un público”, recordó Niza, quien además lidera actualmente a las generaciones más recientes de Storytellers en el campus Monterrey.
Para ella, el proyecto fue una escuela donde aprendió no solo a producir contenidos o manejar redes sociales, sino a creer en su voz: “Nos enseña a empoderarnos y a que nos tomen en serio”.
Antes, por ejemplo, nunca hubiera pensado que sus fotografías y talento en comunicación, la llevarían a colaborar con el equipo de beisbol Sultanes de Monterrey, de la Liga Mexicana.
Iván coincidió: “Toda mi carrera profesional se la debo al programa. Aprendí a contar mi historia, desde cómo tocar la puerta de una empresa hasta definir qué huella quiero dejar”.
Mientras tanto, Alex, que comenzó estudiando una carrera ajena a la creatividad, confesó que StoryTellers lo llevó a encontrar su vocación artística.
“Hoy vivo de dibujar, hago cortos animados y exposiciones internacionales. Entré sin creer en mí, y el programa me dio la seguridad para hacerlo posible”.
“Hoy vivo de dibujar, hago cortos animados y exposiciones internacionales. Entré sin creer en mí, y el programa me dio la seguridad para hacerlo posible”.- Alex Carrillo

Una red que se vuelve familia
Más allá de la técnica, los tres coincidieron en que el verdadero valor de Storytellers está en la comunidad.
Viajaron, colaboraron y se formaron entre pares de todo el país. “Nos dio la oportunidad de conocer gente de todos los campus. No es solo trabajo, es una familia”, de acuerdo con Niza.
Iván añadió que esa red trasciende lo académico.“Poco se habla de lo importante que es empezar a relacionarte con personas talentosas desde joven. Storytellers te abre esa puerta”.

Un legado que sigue creciendo
Durante la conversación, Monroy recordó que el programa ha crecido hasta reunir más de mil exStoryTellers en una década, con presencia en distintos campus del país.
“No hay otro programa igual. Es formativo, retador y profundamente humano. Acompaña a los estudiantes a vivir experiencias reales y a conectar con otras personas desde el propósito”.
Antes de cerrar, Lupita, como también es conocida, lanzó una última pregunta: "¿Cuál es la gran historia que quieren contar en su vida?"
Iván respondió que su meta es: “Posicionar una agencia que forme líderes con experiencias globales”.
Alex habló de sueños animados: “Quiero dirigir una película y publicar un libro con una gran editorial; lo estoy logrando”.
Y para Niza, la idea es: “Seguir aprendiendo, seguir contando historias”.
Perfil del StoryTeller
Según Monroy, el perfil de un StoryTeller es la de ser creativos, innovadores, responsables, que les guste trabajar en equipo, así como tener buena ortografía y redacción, así como habilidades en fotografía, video, diseño y uso de redes sociales.
Se les capacita para que sepan comunicar mensajes mediante textos o productos audiovisuales. En general, los integrantes de este programa coinciden que entran al programa porque quieren seguir aprendiendo y tener una experiencia laboral.
A través de diversos filtros se seleccionan a los nuevos integrantes, entre los que se destacan pruebas para demostrar sus habilidades para generación de contenido. También se tiene una entrevista con el encargado del programa en cada campus.
La pertenencia al programa es de un año, tener un promedio mínimo de 85 y cumplir con un mínimo de horas de trabajo anuales para acceder a una de las recompensas que se les ofrece, como canje por equipos fotográficos o de cómputo o un viaje académico internacional.
Una vez completado el año, pueden repetir en el programa por otro año más mientras no se gradúen dentro del año siguiente.
VE EL DOCUMENTAL DE 10 AÑOS DE STORYTELLERS:
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