La película ‘Space Jam 2: una nueva era’ tiene sello mexicano: el animador Luis Manuel Villarreal dio vida a personajes de los Looney Tunes, así como a varias escenas de la versión animada del protagonista, el basquetbolista LeBron James.
Para Villarreal -quien cuenta con un premio Oscar por su trabajo en el corto animado Hair Love- participar en esta megaproducción de Warner Bros. tiene una conexión especial con su infancia.
“Yo tenía la ilusión de animar al Coyote porque a mi abuelo, por parte de mi mamá, le encantaban esas caricaturas y me invitaba para que las viéramos juntos. Llegar a este momento donde se abre la oportunidad de trabajar en la película es increíble”, señaló Villarreal.
El también profesor distinguido de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño del Tec de Monterrey trabajó alrededor de 14 escenas de animación 2D para la película, algunas con hasta 27 personajes en pantalla.
“Puedo decir que animé a todos los personajes, pero de los que más animé, creo que fueron Bugs Bunny, Lola, LeBron James, y por ejemplo también hubo escenas en las que me tocó animar a la Abuela, Piolín, Sam, el Demonio de Tasmania, el Pato Lucas y el Coyote", destacó.
“Me emociona pensar que estos personajes son íconos, con toda una historia, que vienen desde 1930 y que cualquier persona en cualquier rincón del mundo los va a reconocer”, expresó.
"Tienes que convertirte en el personaje"
Luis Manuel Villarreal cuenta con más de 20 años de trayectoria. Ha trabajado en cortos y largometrajes, haciendo animación para producciones nacionales y extranjeras, incluso, ganó el Oscar en 2020 en la categoría a Mejor Corto Animado por el cortometraje Hair Love.
Para Villarreal, el trabajo dentro de su propio estudio de animación Jugando en Serio, lo ha llevado a colaborar con colegas destacados.
Uno de ellos, quien labora en Warner Bros., le pasó el contacto de un director del filme, el cual combina imagen real con versiones animadas en 2D y 3D.
Después de entrevistarse con el director, pasaron varios meses sin tener noticias, pero finalmente lo contactaron.
"Estos personajes son íconos, con toda una historia, que vienen desde 1930 y que cualquier persona en cualquier rincón del mundo los va a reconocer.”
En las primeras dos escenas en las que trabajó el mexicano tuvo que animar hasta 16 personajes que aparecían a cuadro. Tenía que hacer que cada uno -fueran los Looney Tunes o la estrella de los Lakers- mantuviera su personalidad y los rasgos que los distinguen.
“Te tienes que concentrar y convertirte en ese personaje para hacer esa animación. Es padre, porque finalmente exploras dentro de sus características; dices, ‘este tiene que actuar así porque está loco’; o por ejemplo, el Coyote que siempre está planeando, entonces imaginas todas sus expresiones”, describió.
Admitió que el trabajo no fue fácil, pues durante unos 4 meses se enfocó en la producción y tenía largas jornadas de trabajo en el estudio que tiene instalado en su domicilio, en la Ciudad de México.
“Básicamente me levantaba y llegaba a sentarme al estudio. Desde las siete de la mañana hasta las 12 o 1 de la madrugada, todos los días, incluso sábados y domingos. Hubo mucho cansancio, había momentos me quedaba dormido, pero decía 'hay que seguirle'”, platicó.
Por otro lado, señaló que una de las cuestiones que más disfrutó de este proyecto fue el que le dejaran proponer.
“Es muy padre porque en estas producciones de pronto te dan libertad de qué hagas algo bonito con la escena. Te la explican de una forma muy general, pero como animador senior, ellos esperan que tú también pongas de ti y explotes tu creatividad”, aseguró.
Los retos con Lola Bunny y el Gallo Claudio
El artista mexicano considera que la animación no es solo lograr que un dibujo pueda moverse, va más allá, tiene que ver con realmente poder hacer actuar a un personaje, darle identidad y la capacidad de transmitir emociones.
Lola Bunny, por ejemplo, para él fue uno de los personajes con los que más disfrutó trabajar, pese a la polémica de su rediseño, comparada con la versión de Space Jam de 1996.
“Con Lola me fue padrísimo, es un personaje muy interesante y simpático; sí es menos voluptuosa o lo que sea -no era lo que (los productores) tenían en mente- pero guarda esa sensualidad y es este personaje empoderado, es más echada para adelante”, señaló.
Otra de sus anécdotas más destacadas durante el proyecto, fue cómo logró ganarse la confianza de varios directores de animación, al “salir al rescate” con una escena complicada del Gallo Claudio.
“Era viernes y esta escena tenía dos semanas y media de que no salía como esperaban, entonces me dicen ‘¿puedes?', y yo, '¡claro que sí!', pero me dijeron, ‘la queremos para el lunes’. El sábado ya les estaba entregando avances de la animación y les encantó”, recordó.
El animador explicó que la escena -que dura cerca de 6 segundos- tiene mucho movimiento del personaje y su ropa, como si hubiera viento desde abajo. Además, señala que el Gallo Claudio es un personaje difícil de animar.
Al cumplir con éxito y en solo tres días con la encomienda, Villarreal se ganó la confianza de animadores como Len Simon -que trabajó en películas como Anastasia, Titan A.E. y Klaus- quien lo invitó a participar animando la publicidad para la campaña del filme.
“Cuando terminó la producción me dijo, ‘Luis quiero que me eches la mano porque tengo más producción por fuera de los Looney Tunes’, cosas para varios clientes como TNT o Nike.
Aunque siempre está trabajando en proyectos de animación, Villarreal compartió que hará un espacio en su agenda para ir a ver al cine 'Space Jam 2', con la misma ilusión que tenía cuando era niño y veía los Looney Tunes junto a su abuelo.
"Como artista uno se pone metas y con mucho orgullo a veces puedes decir 'voy a poner esta palomita'. En mi caso, siempre había tenido el sueño de trabajar con esos personajes y ahora puedo decir: ¡Listo, lo cumplí!".
Entre sus próximos proyectos está el continuar asesorando a alumnos Tec como profesor distinguido y con su estudio Jugando en Serio ya trabaja en un cortometraje animado propio.
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