27 estudiantes de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud (EMCS) del Tec de Monterrey campus Chihuahua realizaron trabajos de intervención en beneficio de personas mayores del asilo Asociación Guadalupana, en la capital del estado.
Con una visión multidisciplinaria, que incluyó Psicología, Medicina, Odontología, Biociencias y Nutrición, los alumnos de tercer semestre elaboraron un diagnóstico que les permitió implementar un proyecto de intervención basado en 3 pilares: salud física y emocional; mejoras en la infraestructura; innovación tecnológica.
Coordinados por la profesora Ma. Elena Martínez y guiados por 6 docentes, entre ellos médicos geriatras, psicólogos y nutriólogos, su propósito fue promover el bienestar y elevar las condiciones de vida de alrededor de 30 personas adultas mayores y con discapacidad que habitan en el asilo.
"Los estudiantes del Tec nos visitan desde 2019", dice Lluvia Gutiérrez, directora de la Asociación Guadalupana de Ayuda a Necesitados, que se encarga del asilo, "son jóvenes que siempre han mostrado mucha humildad y compromiso".

La convivencia como herramienta de transformación social
Para Desirée Reyes, estudiante de la carrera de Médico Cirujano en el campus Chihuahua, este trabajo de intervención en el asilo Asociación Guadalupana no sólo le permitió poner en práctica sus conocimientos, fueron 3 semanas, cuenta, en las que pudo hacer una diferencia en la vida de alguien.
"El enfoque que nos distinguió en este proyecto fue la empatía", dice Desirée, "nos comprometimos al 100 por ciento no para obtener una buena calificación, sino para hacer un cambio positivo que los transformó a ellos, pero también a nosotros".
Con base en el diagnóstico que realizaron, que incluyó evaluaciones de movilidad y función cognitiva, así como estado nutricional y emocional, el grupo de 27 estudiantes realizó tareas como mejorar la iluminación, componer ventiladores y colocar cintas antiderrapantes para prevenir caídas.
También participaron en sesiones de diálogo mediadas y, al final, prepararon postres para fomentar la convivencia a través de la alimentación. "Justo para seguir promoviendo la convivencia estamos organizando una cena de fin de año para el asilo", dice Adriana Salgado, directora de la licenciatura en Nutrición y Bienestar Integral del campus Chihuahua.

Una "huellita" tecnológica que revolucionó el asilo
Antes de una intervención, la profesora Martínez les pide a sus estudiantes cada semestre dejar una huellita en el asilo, algo que sea memorable para quienes viven ahí. Y esta vez, cuenta Desirée Reyes, su generación optó por comprar 3 dispositivos Alexa.
"Nunca hubiera imaginado que una Alexa podría cambiar tanto el entorno de un adulto mayor", dice Martínez, "esa idea de los chicos fue fabulosa; y lo mejor es que ellos mismo se encargaron de conseguir el recurso para comprarlas y ponerlas".
"También colocamos pósters sobre cómo utilizar la Alexa", explica Desirée, "con instrucciones tipo ‘Alexa, dame la hora’ o ‘Alexa, dime el clima’ o ‘Alexa dame las noticias con una canción’. Todos estaban sorpendidísimos de lo que Alexa podía hacer".
Incluso la profesora recuerda que una señora que estaba postrada en cama, deprimida, que no se quería parar, "desde la llegada de Alexa se levanta por la mañana y le pide música de Chayanne para ponerse a bailar".
"Esas Alexas nos están volviendo locos", dice con una enorme sonrisa Lluvia Gutiérrez, la directora del asilo, "pero también nos tienen muy contentos porque desde las 6 de la mañana les están gritando para activarlas. ¡Y antes ni sabían qué era una Alexa! Son una estímulo muy positivo".

El intercambio que transformó a pacientes y estudiantes
Tras su experiencia en el asilo, Desirée sabe ahora que una de las funciones del médico es acompañar a la persona en situación de vulnerabilidad y no sólo tratar la enfermedad.
"Hicimos con ellos ejercicios de comunicación que les permitió, de forma genuina, sentirse incluidos", cuenta Desirée, "a partir de su experiencia nos ayudaban a resolver algunos problemas. Entonces no sólo estábamos ahí para apoyarlos, sino que ellos también podían hacer un cambio positivo en nosotros".
Si algo tiene claro la profesora Martínez es que todas las carreras de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud deben caracterizarse por su vocación de servicio.
"No importa si eres nutriólogo, médico, odontólogo o psicólogo, todos debemos saber comunicarnos con los pacientes, ser profesionales y éticos; es importante, asimismo, identificar determinantes sociales y ser muy reflexivos. Y, en este caso, creo que los estudiantes lo hicieron muy bien", concluye Martínez.
TAMBIÉN LEE: