En una charla organizada por el grupo estudiantil HeForShe del Tec en Ciudad de México, la doctora en migración internacional e integración social Itzel Eguiluz, habló sobre la salud sexual en mujeres migrantes así como los retos que enfrentan.
La migración
Para iniciar la charla, la profesora del Tec de Monterrey explicó qué es la migración y en qué condiciones se encuentran gran parte de los migrantes.
“Migrar es cualquiera que se mueve o se ha movido a través de fronteras internacionales o estatales, diferentes a su lugar habitual de residencia. No importan las causas, ni el tiempo de estancia, el estatus o si es voluntario o no.
“Hay más de 168 millones de personas en necesidad de ayuda humanitaria. En 2016 se reportó que 125 millones de personas se encontraban en crisis, cinco veces más que en 2006, lo más probable es que después de la pandemia, tengamos más personas en necesidad”, comentó.
Migración y mujeres
La doctora comentó que el 48 por ciento de los migrantes son mujeres y que si se ganara el mismo salario entre hombres y mujeres, ellas enviarían más remesas a sus países.
“En las poblaciones de personas migrantes por lo general hay más limitantes para que las personas accedan a la salud, algunas son específicas de las mujeres.
“Las migrantes que son agrícolas están expuestas a enfermedades infecciosas y los migrantes están más expuestos a enfermedades de salud mental”, explicó.
Migración y la salud sexual de mujeres
La profesora explicó que las mujeres pueden sufrir violencia durante cuatro etapas o situaciones por las que pasan cuando son migrantes: en el tránsito, refugio, acceso a la salud y trata de personas, esta violenca puede incluir la mutilación de genitales.
“Casi un tercio de las mujeres migrantes en México encuestadas por un estudio realizado por Médicos Sin Fronteras han sufrido violencia sexual durante su viaje.
“A veces las mujeres que van a migrar, toman o se inyectan anticonceptivos para evitar embarazos no deseados porque saben que pueden sufrir abuso sexual”, agregó.
Finalmente, comentó que las mujeres y niñas en México tienen menos probabilidad de recibir información sobre su derecho a pedir asilo que los hombres.
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