Descubre de la mano del director del HUB de Inteligencia Artificial del Tec cómo funciona y de dónde nace esta tecnología.
"La inteligencia artificial trata de emular lo que son los humanos usando software, matemáticas y datos", comentó Enrique Cortés, director del Hub de Inteligencia Artificial (IA) del Tec.
“Hay ejemplos de inteligencia artificial que tú usas y quizás no les dices así, como Siri o Alexa”, agregó el titular de dicho centro especializado en desarrollar esa tecnología, ubicada en campus Guadalajara del Tec.
Definida como aquella que se desempeña por máquinas, consta de 2 ramas importantes:
- La inteligencia basada en casos y
- La computacional.
“La inteligencia artificial ha avanzado a un punto en el que ciertas cosas es mejor que los humanos, por ejemplo: para identificar una imagen".
Se dice que la inteligencia artificial está basada en casos cuando, a partir de una serie de evidencias, se llega a una conclusión.
“Lo que significa es que si tú dices todos los perros ladran y yo tengo un perro, entonces mi perro ladra”, ejemplificó el experto del Tec.
La computacional, por otro lado, se basa en los parámetros y el aprendizaje obtenido a base de retroalimentación. A esa rama es a la que pertenecen Siri y Alexa.
“Tú les hablas y ellas te responden, pero ¿qué hay a través de un Siri o una Alexa? La respuesta es matemáticas, software y alguien detrás”, añadió.
Pero, ¿cómo funciona la inteligencia artificial? El directivo especificó que al intentar igualarla con la del humano se basa en 3 aspectos:
- Percibir.- Observar el ambiente y comprender lo que sucede alrededor.
- Asimilar.- Hacer deducciones, clasificar, buscar patrones y comprender lo que se acaba de percibir.
- Actuar.- Una vez percibido y analizado el entorno, se actúa en consecuencia.
“Un ejemplo muy bueno de inteligencia artificial son los vehículos autónomos. Si hay un semáforo rojo, el auto tiene que entender que eso significa detente.
“Deben tener percepción del medio ambiente, deducir los cambios en el entorno e interactuar”, indicó Enrique Cortés.
¿Dónde y cuándo empieza la Inteligencia Artificial?
Aunque los orígenes de la IA comienzan en 1950, la idea nace de la ciencia ficción, específicamente de la búsqueda de desarrollar los robots.
“La gente pensó que si podemos usar las computadoras para hacer cálculos, quizás las podemos usar para simular la inteligencia humana”, comentó Cortés.
Explicó que personas del MIT, como John McCarty, empezaron a usar principios de computación y matemáticas en primera instancia, al hacer uso de la lógica matemática.
“Hay otra corriente que afirma que los humanos realmente no son tan lógicos como nos gustaría ser y se fueron de lado de una cosa que se llama redes neuronales”, puntualizó.
Esta tecnología, sentenció, en lugar de tratar de emular a un humano con lógica, busca comprender cómo funciona el cerebro y la inteligencia humana.
“Tomó casi 40 años, pero hoy ya hay maquinaria agrícola que es inteligente, así como autos y robots”, mencionó el especialista.
Enrique explicó que hay inteligencias puramente digitales e inteligencias que son una combinación de digital-físico.
“Alexa y Siri no son físicos, sólo digitales. Los autos autónomos, por el otro lado, existen en el mundo real”, agregó Cortés.
Y añadió que, aunque se ha avanzado mucho en la IA, aún hay muchas barreras que impiden que se desarrolle por completo y en nuevos rubros.
“La inteligencia artificial ha avanzado a un punto en el que ciertas cosas es mejor que los humanos, por ejemplo: para identificar una imagen.
“La razón es que los humanos después de mil fotos se aburren y dicen ‘ya no quiero más’, mientras la IA sigue y sigue”, afirmó el directivo.
En la actualidad, complementó, se usan muchas técnicas con la IA en beneficio para la humanidad y se tienen nuevos métodos tales como el Deep Learning.
“Se trata de redes neuronales profundas y está llegando a un punto donde todavía se puede avanzar, pero un poco más lento que antes”, indicó Cortés.
La frontera de la IA
El director del HUB de IA del Tec identificó algunas de las limitantes que aún se tiene en esta nueva área. “Una de ellas es reconocer causa-efecto. No entienden la causa de algo, sólo que 2 cosas están relacionadas”.
Tampoco se ha podido recrear el sentido común que el ser humano tiene ante ciertas situaciones. Y destacó el self-awareness como la máxima barrera que se tiene en este momento.
El experto detalló que la IA no sabe qué es un ente separado y carece de capacidad para ser un individuo o de generar sentimientos.
“La inteligencia artificial está muy lejos de destruirnos. ¿Qué va a suceder? No sabemos, pero de momento todo eso sigue siendo magia y ciencia ficción”, concluyó Cortés.
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