¿Cuándo fue la última vez que compraste ropa? ¿te fijaste en su lugar de fabricación? ¿conservas una prenda hasta que ya no rinde más? Estas preguntas te llevan a entender qué es el fast fashion y sus consecuencias.
Martha Contreras, profesora del Tec en Ciudad de México y restauradora de arte, señala que la “moda rápida”, conocida como fast fashion, ofrece a los consumidores colecciones de ropa a precios bajos, alentando a comprarla y desecharla de manera frecuente.
Sin embargo, organismos como la ONU, consideran que esta tendencia es responsable de crear un amplio panorama de efectos negativos a nivel global.
“El fast fashion es a final de cuentas una moda que responde a los repentinos cambios sociales que se presentan hoy en día ”, explicó.
En CONECTA la especialista te comparte 13 formas para romper este ciclo de consumo veloz.
1. ¡Quítate la venda! Conoce qué es fast fashion
De acuerdo con la profesora, uno de los primeros pasos en este proceso es enfrentarse a la realidad de la moda rápida, especialmente por la problemáticas que genera.
Contaminación del agua, emisiones de carbono, residuos textiles derivados del petróleo, son algunas de sus consecuencias.
“Nosotros no vemos el lado B del fast fashion. Primero tenemos que quitarnos la venda y enfrentarnos a la realidad de la moda rápida, informándonos sobre la misma”, reflexionó.
2. Ponle rostro a la moda
Aunque las repercusiones ecológicas son muy importantes, es igual de relevante reconocer que el fast fashion afecta a las personas.
Los trabajadores dentro de la industria textil se encuentran en una posición vulnerable, explica Contreras, ya que a pesar de ser víctimas de prácticas laborales injustas, dependen de estos ingresos para vivir.
“Muchas veces se nos olvida el factor humano. Tenemos que salir de la burbuja en la que vivimos para poder escuchar estas voces”, señaló la experta.
3. Dale una segunda vida a tu guardarropa
Cuando te quedan ajustados tus jeans favoritos, tienes más suéteres de los que necesitas, o simplemente estás cansad@ de tu guardarropa actual, dale a tu ropa la oportunidad de tener una segunda vida.
Desde los centros de donación y albergues hasta las thrift shops, hay múltiples formas de redistribuir la ropa que ya no necesitas sin dañar al medio ambiente.
“La ropa es una necesidad básica y existen organismos como Fundación SEK que trabajan con instituciones seguras y confiables para llevar a cabo este tipo de donativos”, compartió la maestra.
Sólo recuerda asegurarte de que tu ropa esté lavada y en buen estado antes de donarla.
4. Un estilo único: dile sí al upcycling
Una de las grandes preocupaciones que podemos tener está relacionada a nuestro estilo individual, en otras palabras, ¿cómo puedo mostrar mi identidad a través de mi ropa?
El upcycling es una buena estrategia para mostrar tu personalidad y crear prendas únicas con la ropa y materiales que ya tienes.
“Los jóvenes tienen muchísima creatividad y con ayuda de cursos en línea o talleres pueden aprender a darle un nuevo aire a su ropa sin la necesidad de comprar algo nuevo”, recomienda Contreras.
En Coursera puedes aprender más sobre este tipo de técnicas a través del curso Fashion as Design.
5. Intercambia ropa
Si no estás preparado para donar la ropa que ya no te inspira, puedes intentar compartir tu armario con tus familiares y amigos.
Los intercambios de ropa te permiten acceder a prendas nuevas sin tener que recurrir a la moda rápida y te dan la oportunidad de fortalecer los lazos en tu comunidad.
“Hay que fomentar la cultura de los swaps dentro de nuestra comunidad, en el mismo campus pueden armar bazares de ropa cada año donde se comprometan a hacer estos intercambios”, sugiere Martha.
6. Dale una oportunidad al thrifting
Similar a los bazares de ropa, las tiendas de segunda mano permiten que adquieras piezas únicas para actualizar tu guardarropa sin tener que pasar por el ciclo del fast fashion.
“Es importante reconocer los estigmas que podríamos tener y romper con ese tabú de la ropa de segunda mano”, enfatizó Contreras.
Además, ya no es necesario que salgas a buscar una thrift shop física para tus compras, pues con el uso de aplicaciones como Instagram o Depop puedes buscar ropa desde casa.
7. Recicla los textiles de la ropa que vayas a tirar
Algunas tiendas de moda reconocen su impacto nocivo en el medio ambiente y, para reducir su huella de carbono, ofrecen a los consumidores la posibilidad de reciclar productos textiles.
Una vez recogidos, tus calcetines viejos o pantalones rotos pueden reutilizarse como material para nuevas prendas o hasta convertirse en aislante para casas.
Consulta los centros de reciclaje de ropa más cercanos a ti o ponte en contacto con tus tiendas favoritas para ver si recogen donaciones de textiles, marcas como H&M ya ofrecen esta opción.
8. Aprende sobre el cuidado de tus prendas
Si bien es posible reparar tu ropa o reciclarla cuando haya cumplido con su uso, cuidar de tus prendas desde el momento que las adquieres puede ayudar a que duren por años.
“Cuando tratamos conscientemente de alargar la vida de nuestra ropa entonces ya no tenemos que comprar tanto en tiendas de fast-fashion porque las cosas nos rinden más”, reflexionó la experta.
Las etiquetas que vienen cosidas a las prendas sirven como guías de uso y cuidado para el lavado, secado y/o planchado de la ropa, por lo que aprender a leerlas es vital.
9. Compra menos a menudo y de alta calidad
Los vendedores de moda rápida intentan tener los últimos estilos disponibles, sin embargo al usar materiales baratos que no aguantan nos obligan a comprar más.
Para luchar contra el fast fashion, debes intentar ser más exigente con lo que te pones al invertir en menos prendas pero de alta calidad y consiguiendo las piezas básicas de tu guardarropa.
“Podríamos tener una lista con nuestros básicos: jeans, chamarra o abrigo, saco, etc. y poco a poco ir invirtiendo en ropa que no vas a tener que estar reemplazando cada semestre”, sugirió la experta.
La profesora también nos indica que está bien darse un gusto de ropa en tendencia de vez en cuando, pudiendo usarlo como incentivo para esperar por algo que realmente quieras.
10. Investiga sobre el proceso de elaboración de tus marcas favoritas
A pesar de que los abusos de los derechos humanos siguen siendo frecuentes, distintas marcas están empezando a considerar al ser humano qué hay detrás de la prenda.
Tú también puedes desempeñar un papel importante en esto al consultar el sitio web de tu marca favorita y comprobar si revelan con qué fábricas trabajan y cómo apoyan a sus trabajadores.
Las certificaciones de terceros (como Fair Trade, B-Corp, WRAP y SA8000) nos ayudan a determinar que todas las afirmaciones sean respaldadas por organismos imparciales.
11. Invierte en marcas nacionales de moda sostenible y ética
Una de las mejores maneras de garantizar que tus compras no perjudiquen al medio ambiente ni a las personas es prestar atención en dónde compras.
Invertir en tiendas de moda sostenible no sólo ayuda a que tu huella de carbono sea baja, sino que también promueve prácticas laborales justas para los trabajadores, sobre todo si son marcas locales o nacionales.
“Este tipo de tiendas tienden a ser más caras pero comprando los básicos ahí te aseguras de que sean de buena calidad y que tu dinero le esté dando un sueldo digno a los trabajadores”, consideró la especialista.
Oxfam nos enseña cómo detectar rápidamente si una prenda es ética con esta checklist.
12. Exige que las marcas desafíen a la industria de la moda
Una de las razones por las cuáles solemos optar por tiendas de fast fashion es porque estas suelen tener una cantidad más variada de tallas y estilos petite, plus-size, unisex, etc.
Contreras sostiene que es importante que las tiendas sostenibles y de elaboración ética también tengan en consideración el aspecto de la inclusividad y que ofrezcan una amplia gama de tamaños y estilos.
Tú puedes ser parte de este cambio mediante la elaboración y firma de peticiones, comentarios en las redes sociales de las marcas y alzando la voz con la ayuda de tu comunidad.
“A veces se nos olvida el peso que una comunidad, como por ejemplo el Tec, puede tener en temas de este tipo”, añadió la experta.
13. Involúcrate en campañas sociales en contra de la problemática
Además de los cambios en nuestros hábitos de compras, la profesora invita a los jóvenes a formar parte de fundaciones, campañas y/o proyectos que reflexionen sobre este tipo de problemáticas.
“Me da mucho gusto de que a los jóvenes y a los estudiantes les interesen estos temas sociales y que quieran hacer algo al respecto”, recalcó.
Proyectos como “Yo te visto”, liderado por Contreras, buscan darle cara y voz a las trabajadoras de las piezas textiles ayudando a que el público reflexione sobre la vulnerabilidad que existe en la industria.
La maestra invita a quienes les interese hablar del tema a contactarla mediante su correo institucional en martha.contreras@tec.mx.
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