Después de los ataques al World Trade Center de Nueva York el 11 de septiembre del 2001 por el grupo al-Qaeda, Estados Unidos comenzó una guerra contra el terrorismo que le derivó en diversas consecuencias.
Así lo señalaron profesores del Tec de Monterrey dentro del diálogo de Coyunturas “11-S: El legado geopolítico”, realizado el 8 de septiembre.
“Cada generación tiene un evento que la define, por el cual todo el mundo puede recordar donde estuvo en el momento que pasó.
“Para mí generación es el 11 de septiembre. Todavía estamos viviendo con las consecuencias de las decisiones de los Estados Unidos en los años siguientes”, señaló Bill Gelfeld, profesor visitante de la institución y moderador del diálogo.
Gabriel Aguilera, Gabriela de la Paz y Nofret Hernández, docentes de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno, fueron los especialistas participantes en el evento que se llevó a cabo de forma virtual.
El costo de la guerra
Alrededor de 2 mil 500 soldados estadounidenses fallecieron en Afganistán tras la invasión del país y sus aliados poco tiempo después de los ataques.
Además, más de 47 mil civiles, así como 66 mil militares y policías afganos perdieron la vida en el conflicto.
En términos políticos y económicos, costó más de 2.5 billones de dólares, esta guerra fue muy costosa para EU, señaló Aguilera.
“Recuerdo el shock, el horror, el trauma, y es difícil describir cómo cambió nuestras vidas, cambió las políticas y tuvo un gran impacto en todos nosotros.
“El daño más severo ha sido la pérdida de poder de Estados Unidos, su prestigio con sus aliados, lo que también puede ser visto como una pérdida política”, explicó el decano en la Región Monterrey de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno.
Antes del 11 de septiembre, EU ideaba planes diferentes en su agenda, como el libre comercio, y tenía otra forma de ver sus relaciones en el mundo, indicó De la Paz.
“Pasamos de lo que era la doctrina Clinton, que era incluso inventar una especie de interés nacional humanitario, que decía ir a todos los lugares donde EU pudiera hacer la diferencia, donde pudiera ir a apoyar los derechos humanos, la democracia, prevenir un genocidio”, explicó.
"El daño más severo ha sido la pérdida de poder de Estados Unidos, su prestigio con sus aliados, lo que también puede ser visto como una pérdida política”.
Después de los ataques, pasó del multilateralismo de Bill Clinton al unilateralismo de George Bush y la guerra contra el terrorismo, añadió.
“La política internacional de Estados Unidos queda secuestrada por todo esto de la seguridad, politizada.
“Le restó mucha popularidad en el mundo porque había gente que decía no necesariamente hay que ir a la guerra, había que buscar otras cosas. Todo dependía de que Estados Unidos tenía que dar una respuesta como represalia”, explicó.
Además, la guerra distrajo a Estados Unidos de otros asuntos geopolíticos importantes, como el crecimiento de China, la generación de Asia Pacífico como una de las regiones más importantes del mundo, o el resurgimiento de Rusia como un antagonista global, indicó Gelfeld.
“Creo que Estados Unidos realmente quitó el ojo de la pelota. Desperdició una gran oportunidad de consolidar los juegos de una democracia liberal en los inicios de la victoria de la guerra fría”, dijo.
El docente estadounidense apuntó que la guerra contra el terror provocó que EU se aliara con poderes no democráticos, como Arabia Saudita, Egipto, Pakistán, y la caída de la democracia en muchos países a partir del 2005 puede estar relacionada con el enfoque del país hacia este conflicto.
Algunos de sus aliados también perdieron la confianza en el país, ya que se enfocó en temas que no iban de acuerdo a sus intereses, coincidieron los docentes.
El énfasis en la islamofobia
Después del 9/11 el terrorismo tomó el rol del villano en la narrativa occidental, señaló la profesora Nofret Hernández.
“Para mí es claro que a partir de aquí comienza este mundo unilateral a llenarse un vacío que dejó la guerra fría en la narrativa de los buenos contra los malos.
“Esta guerra contra el terror, estos terroristas que ni siquiera son un estado, se convierten entonces en este nuevo enemigo en la narrativa del mundo libre contra los salvajes orientales, lo estoy simplificando”, dijo.
Las regiones del mundo que más sufren actos de terrorismo son Asia occidental, África Subsahariana, y el Sudeste Asiático, entre otras.
Aun así, en Estados Unidos los terroristas tomaron el papel principal de antagonistas, comentó la docente del campus Querétaro.
“Creo que Estados Unidos realmente quitó el ojo de la pelota. Desperdició una gran oportunidad de consolidar los juegos de una democracia liberal en los inicios de la victoria de la guerra fría”.
También, se generó la islamofobia en dicho país y en otros del mundo, lo que ha impedido un buen estudio de la región, mencionó Hernández.
“Se empieza un discurso que incluso la academia ya lo comienza a llamar como tal, que es la islamofobia, es un discurso de odio, es un discurso racista, es un discurso que simplifica a toda una región y simplifica a diversas culturas”, destacó.
Las fuerzas armadas de Estados Unidos abandonaron ese año Afganistán, después de casi 20 años de ocupación.
Coyunturas es un espacio organizado por el Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política en el campus Monterrey.
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