Por la pandemia del COVID-19, la labor del padre ha cambiado en el último año, señala especialista del Tec de Monterrey, y tendrá una nueva transformación ante el regreso a actividades presenciales
Un papá más involucrado en el cuidado de sus hijos y que se metió de lleno en labores del hogar es el que se generó en tiempos de pandemia.
Debido al confinamiento, que en el caso de las escuelas primarias y secundarias aún se mantiene, tanto padres como hijos se han visto en la necesidad de pasar más tiempo en casa y así conocerse mejor.
Así lo señaló César Herrera, director de Asesoría y Consejería del campus Monterrey, quien explicó esta transformación del rol en el marco del Día del Padre.
“Particularmente muchos caballeros quizá durante mucho tiempo no venían acostumbrados a estar tanto tiempo en casa y definitivamente esto cambió algunas condiciones particulares.
“Para unas personas quizá lo vivieron como un fin de semana extendido porque evidentemente los padres convivían con sus familias el fin de semana, pero al venirse el confinamiento se quedan en casa”, señaló.
Este reajuste permitió al papá involucrarse más en algunas facetas de sus hijos, principalmente en su desempeño en la escuela, ya que muchos de ellos tuvieron que apoyarlos en sus clases en línea.
“Los padres comenzaron a tomar roles de cosas de la casa, de la comida, de la escuela de sus hijos.
“A lo mejor el padre no estaba enterado de alguna cosa de la escuela de los hijos o no sabía cómo convivían o cómo se portaban en la escuela, y al tenerlos cerca empezó a ver cosas que no había visto”, explicó Herrera.
En algunas familias se podría decir que el rol que tenía el padre el fin de semana se extendió, con la dificultad que implicaba el trabajar en línea, apuntó.
Gracias a esta contingencia, el vínculo entre los integrantes de la familia se cerró, y el hijo también tuvo más tiempo de conocer al padre.
“Los hijos se enteraron también de los temas y de las cosas que a lo mejor hace su papá y que no habían tenido la oportunidad de presenciarlo de alguna forma”, manifestó Herrera.
Regreso a la presencialidad
Ahora con el regreso a muchas actividades presenciales, puede provocar que tanto los padres de familia como los hijos extrañen la interacción que se dio en casa.
Tener un regreso gradual a la nueva normalidad es lo que recomendó César Herrera.
“En la medida de lo posible, creo que lo que estamos haciendo en el Tec es lo recomendable, hacerlo gradual. En el tema personal, psicológico y emocional el que sea gradual ayuda a que se adapten mejor a las condiciones.
“Creo que es algo importante para generar procesos de adaptación a las nuevas condiciones, irnos acostumbrando y reaprendiendo, y ya no extrañar algunas de las cosas o beneficios que tenía trabajar en casa”, mencionó.
Hablar en familia sobre los cambios que se darán en los próximos meses, donde cada vez más se retomarán actividades previas a la pandemia, también lo recomendó Herrera.
“Es importante que se hablen, que la familia platique cómo se siente, que expresen sus sentimientos y que se ayuden mutuamente a irse adaptando a las nuevas condiciones.
“Creo que algo que nos dejó la pandemia es que cualquier circunstancia, por negativa que sea, sí podemos generar un proceso de adaptación y reaprender. Podemos aprender a manejarla”, dijo.
Así como las familias se adaptaron a vivir en condiciones de confinamiento, se pueden adaptar a la convivencia en esta nueva realidad y a situaciones más parecidas a las que había antes de la pandemia, apuntó Herrera.
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