Experta del Tec refiere que hasta ahora, la complejidad de las ciudades ha estado enfocada en aspectos de movilidad y del uso del automóvil; en la expansión de las ciudades y su sostenibilidad
La pandemia del coronavirus y el confinamiento ha cambiado la forma de relacionarnos en las ciudades y con esto su diseño, según expertos.
En entrevista a CONECTA la Dra. Marisol Ugalde, directora de la división de Arquitectura, Arte y Diseño del campus Estado de México, explica este acontecimiento.
“Con el distanciamiento social y el trabajo remoto, los paradigmas de lo que es un diseño correcto de la ciudad, cambiarán o se adaptarán a las nuevas necesidades.
“Por ejemplo, la necesidad de aislamiento en el transporte público, el diseño de las viviendas individuales, los edificios y los vecindario, en una intención de hacerlos más amplios y de manera que permitan a las personas socializar sin aglomeraciones”, compartió.
La experta en Diseño Urbano refiere que la pandemia va a transformar el diseño urbano desde varios ángulos, incluso en la prestación de servicios.
“Hasta ahora, la complejidad de las ciudades ha estado enfocada en aspectos de movilidad y del uso del automóvil; en las expansión de las ciudades y su sostenibilidad. Lo mismo en la prestación de servicios como restaurantes, aulas, cines, etc.
"Un aspecto importante será considerar el precio de la tierra, que se eleva conforme nos acercamos a los centros de trabajo. Es posible que, el proceso de urbanización que hemos vivido como algo natural, cambie y tome una dirección opuesta si las posibilidades de trabajo o de estudio remoto se mantienen o continúan evolucionando”, detalló.
Respecto a cómo serán estas nuevas planeaciones inteligentes de ciudades, edificios, espacios luego de la pandemia, la Dra. comparte que incluso se buscarán nuevas tecnologías para medir la afluencia en las calles.
“El concepto de ciudad inteligente tiene 20 años y se refiere a una ciudad que integra los aspectos físicos, de ciudadanía y de tecnologías de información para generar ambientes urbanos más sostenibles, eficientes y con todas las medidas de seguridad, ahora orientadas a evitar la propagación del coronavirus.
“Y esto sucederá tanto en los espacios interiores y privados, como en los públicos. Buscaremos y encontraremos nuevas maneras de aplicar las tecnologías, desde nuevas aplicaciones que nos indiquen en tiempo real las calles para circular de manera segura hasta nuevos métodos para predecir el crecimiento de la ciudad”, declaró.
Al preguntarle sobre cómo imagina las ciudades después de la pandemia, la especialista en Arquitectura, cuenta que las imagina más sanas y ecológicas.
“Con seguridad la palabra clave es ‘adaptación’. Y esta será tanto de las personas y nuestro comportamientos, hasta cómo pensamos y usamos nuestros espacios en respuesta a necesidades urgentes.
“Las imagino más caminables, con mayor uso de la bicicleta, menos congestionadas, con nuevas actividades en los espacios públicos y más diversas, con un mayor uso de estos espacios por niños y adultos mayores”, puntualizó.
Lo que hasta ahora han sido considerados espacios públicos exitosos por el número de personas y de relaciones que albergan, hacen ahora difícil seguir las indicaciones de sana distancia, explica la profesora.
“Seguramente encontraremos nuevos usos y formas de hacerlos nuestros. Imagino ciudades dedicadas a la recreación, al ejercicio y al juego más que a las compras y el consumo y más para permanecer en ellas que para circular en ellas.
“Se ha hablado también de las actividades urbanas organizadas por horarios, parece muy factible para reducir la densidad de personas y facilitar el distanciamiento”, compartió.
Un aspecto importante en las viviendas, según la profesora, será recuperar la intimidad y la posibilidad de aislamiento personal en espacios que no estaban pensados que sean compartidos con más personas por períodos prolongados.
“La flexibilidad de los espacios por tanto se vuelve importante, con la posibilidad de transformarlos de acuerdo a su uso. Se plantea una evolución en el diseño espacios de trabajo alternativos y la arquitectura deberá dar una respuesta eficiente.
“La arquitectura se enfrenta al reto de diseñarlos con el fin de que cumplan con las máximas condiciones higiénico-sanitarias que eviten la posible propagación de futuras epidemias, pensando posiblemente en nuevos materiales o sistemas de acceso que sean simultáneamente elementos de sanitización”, concluyó.
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