En momentos de reflexión y estar con uno mismo, la literatura juega un papel primordial para la introspección, destacaron especialistas del Tec de Monterrey.
En el Día Internacional del Libro, que se celebra el 23 de abril, profesores y directivos de humanidades en el campus Monterrey señalaron que un libro es un gran compañero de vida.
“El libro forma y seguirá formando una parte muy importante de nuestra sociedad porque cumple con cuatro aspectos muy importantes de nuestra cotidianeidad”, señaló Enrique Tamés, decano Región Norte de la Escuela de Humanidades y Educación.
Información, formación, pasatiempo y gozo son esos cuatro aspectos, apuntó el directivo.
“Porque ha probado a lo largo de los años y de los siglos ser un recipiente muy importante y muy fiable de obtener al paso del tiempo todo aquello que necesitamos para sabernos y saber del mundo que nos rodea y en ese sentido no únicamente nos informa, sino que también nos forma, nos ayuda a ser mejores personas”, manifestó.
“Ayuda a llenar de una manera constructiva esos tiempos huecos, esos tiempos vacíos en donde se construye paz y, por último, hay un aspecto de gozo, a veces de enorme gozo cuando se trata de un gran libro donde también en la coyuntura actual en la que vivimos, pues no es cosa mejor garantizar que haya estos espacios de gozo a lado de un gran libro”, añadió.
Además, los libros nos enseñan que hay que estar preparados para afrontar los nuevos retos, siendo éste un claro ejemplo de transformación, renovación y adecuación a los cambios del tiempo y circunstancias, manifestó Armando Ruiz, director de Operaciones de la Feria Internacional del Libro del Tec.
“Tenemos la garantía de que en los libros podremos encontrar el conocimiento científico que nos ayude a afrontar los nuevos retos de la humanidad.
“Así mismo, en los libros podremos siempre deleitarnos con las exquisitas obras literarias como novelas, cuentos, poemas, fábulas, etc.; o recrearnos con el sublime arte de la pintura, la fotografía, la arquitectura, etc.”, explicó.
En estos días de contingencia por el COVID-19, los libros también pueden tomar un gran papel en acompañamiento y en acercarnos a los humanos, señaló María de Alva Levy, profesora de Estudios Humanísticos en el campus Monterrey y escritora.
“Rasga una verdad esencial sobre nuestra condición y es un asidero para soportar el porvenir. La capacidad de creación y el goce estético que produce son formas de conectarnos entre nosotros, para sobrellevar el momento y mantener fe en el coraje humano”, comentó.
“La soledad, el miedo, el dolor, la pérdida, pero también el amor y la esperanza están intrínsecamente dentro del libro, nos devuelven el reflejo de lo peor y lo mejor de nosotros. Somos lo que leemos. Cargamos dentro del arte y la literatura la memoria de la humanidad”, agregó.
Pasado el momento de la contingencia, los hábitos cambiarán, pero se podrá redescubrir el grandioso poder que tienen los libros para ayudar a transformar a los individuos y la sociedad, mencionó Ruiz.
“Aprovechemos estos momentos para descubrir y redescubrir aquellos ‘nuestros’ libros, sorprendámonos nuevamente con estos y ‘contagiemos’ a nuestras familias del hábito de la lectura, del gusto y placer del beneficio de compartir un buen libro”, dijo.
LOS LIBROS Y LAS NUEVAS GENERACIONES
Ante la basta exposición a las redes sociales, el libro puede ser un acompañante diferente para los jóvenes, señaló Gerardo González, profesor de Estudios Humanísticos del campus Monterrey.
“Descubrir la compañía de un libro, algo que se nos ha olvidado gozar al ser usuarios o dependientes de la tecnología con mensajes breves, cortos, frases funcionales para acelerar una red de mínimos mensajes, más que detonar un horizonte de reflexiones humanísticas”, destacó.
Esto es porque los libros te dan una mayor reflexión de la vida y el panorama actual con su contenido a diferencia de otros medios, añadió el profesor.
“Este día internacional del libro 2020 es la oportunidad para descubrir al libro como un valioso, noble, inteligente y solidario interlocutor para un diálogo intimo con él. Viajar, vivir y reflexionar con sus personajes en sus historias; y sobre todo reflexionar, aprender de ellos, para poder salir adelante estos días de encierro”, comentó.
Las nuevas generaciones si bien tienen más tecnologías o nuevas preocupaciones en torno a la ecología, el vegetarianismo, la equidad de género, entre otros temas, necesitan de los libros y la lectura lo mismo que todas las generaciones del pasado y del futuro: una piedra de toque con su humanidad, apuntó Alva Levy.
“La lectura sigue funcionando en el mundo contra todo pronóstico de su fin frente a otros mass media velocísimos o la cultura del video, porque siguen creando historias a través de la imaginación.
“La lectura es personal, íntima, requiere soledad y un contacto interior que otras artes más sociales, no tienen. En ella, la persona experimenta una conexión propia que le dice o responde a su propio ser; el libro que más nos gusta es el que nos habla de nosotros mismos”, explicó.
El Día Internacional del Libro se estableció en 1995 por la UNESCO, con el fin de promover la lectura, la industria editorial y la propiedad intelectual a través de los derechos de autor.
Se escogió el 23 de abril porque con los fallecimientos de Shakespeare y Garcilaso de la Vega, y Cervantes murió el 22 del mismo mes, todos en el año de 1616.
El profesor Gerardo González recomienda leer este texto de Ingrid Hernández, coordinadora de Comunicación de la Escuela de Humanidades y Educación, sobre el trayecto hacia la Biblioteca de Londres:
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