Nora Andrade, una vida entregada a la docencia y las finanzas

Con 34 años de trayectoria como docente del Departamento Académico de Contabilidad y Finanzas del Tec de Monterrey, la profesora Nora Elena Andrade fue galardonada con el Premio Nacional al Profesor Inspirador 2019.

“Lo que más me ha inspirado en todos estos años como profesora es el poder trascender de alguna manera en la vida de mis alumnos y el poder ayudarlos a ser mejores personas”, expresó la ganadora.

En su paso por la institución de la que es egresada de la carrera de Contador Público, Nora Andrade ha sido reconocida como Mejor Profesor del Departamento de Contabilidad y Finanzas del Tec y Profesor Inspirador por la Sociedad de alumnos de la carrera de LCPF.

"A mis alumnos siempre me gusta dejarles el mensaje que vivan con optimismo, que se apasionen por lo que hagan, que siempre digan que sí se puede lo que ellos sueñen y que lo más importante está más allá del salón de clases”, afirmó.

Por su parte, directivos de la institución distinguieron a la profesora por ser un ejemplo de motivación y dedicación en la formación de sus alumnos.

Grande fue la sorpresa de la profesora durante la ceremonia de premiación cuando descubrió que entre los asistentes se encontraba su familia, quienes en un emotivo momento pasaron a felicitarla.

“Primeramente, le agradezco a Dios este premio representa una gran satisfacción, un gran orgullo, me siento muy honrada con que me hayan distinguido con este premio, que es el máximo reconocimiento que da el Tec a un profesor".

"Me compromete más a dar mi mejor esfuerzo en mi día a día, gracias a mis alumnos cada día que me motivan a entregarme con más pasión”, agregó.

Nora dijo sentirse motivada a seguir compartiendo con la comunidad su amor por la docencia a través de sus clases preferidas: Información Financiera y Contabilidad Administrativa.

“Quiero dar un agradecimiento enorme al Tec porque toda mi trayectoria ha sido aquí y las relaciones más importantes las he hecho aquí en el Tecnológico de Monterrey”, concluyó.

Finalmente, la académica agradeció el apoyo de quienes han creído en ella para cumplir sus metas, especialmente a su esposo Gerardo Guajardo.

“Mi esposo fue quien me invitó a ser parte de la docencia, él era director del departamento cuando éramos novios y me invitó a dar una clase y dije ‘sí, ¿porque no?’. Nunca me imaginé lo que iba a representar ese sí”, recordó.

Por su parte, Gerardo Guajardo aseguró que una de las mayores virtudes de su esposa es que lucha por lo que quiere y alentar a sus alumnos durante su formación profesional.

“Realmente tiene una capacidad asombrosa para hacer empatía con los demás, particularmente con sus alumnos, se interesa en ellos, se involucra en el sentido de hacerlos crecer, hacerlos aprender”, expresó.