Madres de familia siembran cariño, cosechan amor y felicidad

Luis Mario García | campus Monterrey

Para muchas mujeres el conformar una familia y tomar la responsabilidad de ser madres representa un privilegio, pero también un compromiso y una gran responsabilidad.

Una formación cimentada en principios y valores, e implementada con gran cariño, permite en la mujer un mayor desarrollo que le brindará plenitud y realización. 

Integrantes de la Comunidad Tec nos comparten las razones que las hace sentirse más honradas y felices como madres de familia. 

La felicidad de los hijos

Cuando un hijo es feliz, la madre también lo será y notará que todos sus años de esfuerzo han valido la pena, así lo señaló Rebeca García, directora de la carrera de Ingeniero en Industrias Alimentarias (IIA), madre de dos hijos.

Ser un ejemplo para ellos es una responsabilidad, pero a la vez una satisfacción, ya que se nota dicha influencia en su crecimiento, manifestó Yolanda Maya, directora de BiblioTEC.

Con el paso de los años, los hijos van alcanzando metas y logros, lo que refleja su desarrollo personal, y es uno de los aspectos que más enorgullecen a las mamás, indicó Karina de la Garza, directora de programas de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño.

Que tengan salud y estén rodeados de amor es otro de los aspectos fundamentales que una madre busca para sus hijos, indicó Laura Quintanilla, coordinadora de eventos en el campus Monterrey.

Poco a poco los hijos se convierten en adultos capaces de alcanzar sus propios sueños profesionales y personales; ser parte de esa transición da una gran felicidad, señaló Felisa González, directora del Centro de Reconocimiento de la Dignidad Humana.

Alejandra García, directora de Escolar y Servicios Académicos de Apoyo, también comentó que lo más gratificante es ver a los hijos convertirse en personas de bien.

Cuando los hijos ya tienen su propia familia es otro de los motivos de gran satisfacción para las mamás, comentó Adriana Carranza, directora del Centro de Vida y Carrera del campus Monterrey.

El Día de la Madre en México se instituyó oficialmente en 1922, aunque ya se celebraba desde 1911.  

Así como ellas, dentro de la Institución hay madres que todos los días trabajan arduamente para forjar un mejor futuro a sus hijos.