El arquitecto chino Zhu Pei visitó el Tec de Monterrey campus Querétaro como parte del programa Creative Leaders para compartir su visión sobre el futuro de la arquitectura en tiempos de cambio acelerado.
A través de dos conversatorios —uno con estudiantes y otro en la Teatro de la Ciudad —, invitó a repensar la arquitectura como un acto de conexión profunda con la naturaleza, la historia y el ser humano.
Zhu Pei es uno de los arquitectos más influyentes de su generación, se caracteriza por integrar arquitectura, arte y naturaleza con sensibilidad contextual, además, en 2005 fundó el Studio Zhu Pei.
“Arquitectura no es solo para verse, es para sentirse con todos los sentidos”, enfatizó.

Arquitectura de la naturaleza
En el marco del Congreso Internacional de Arquitectura de Queretaro, Zhu Pei presentó su filosofía de “Arquitectura de la naturaleza”, basada en integrar el entorno, el clima y la vida cotidiana en cada proyecto.
Mostró ejemplos como el Museo del Horno Imperial en Jingdezhen, China, donde recicló materiales locales y rescató formas tradicionales para generar espacios vivos y sostenibles.
Su enfoque combina técnicas ancestrales con propuestas innovadoras adaptadas al presente.
Para Pei, la verdadera arquitectura no busca imponerse, sino integrarse: “Si la arquitectura no tiene raíz en la historia y la cultura, pierde su lugar en el universo”, afirmó.
“Hoy hacemos muchas cosas, pero no siempre hacemos arquitectura"
Más pensamiento, menos herramientas
Durante el conversatorio con estudiantes, Zhu Pei abordó la crisis que atraviesan hoy las escuelas de arquitectura. Señaló que el verdadero desafío no radica únicamente en dominar herramientas digitales, sino en formar la capacidad de pensar de manera crítica, poética y práctica de forma integral.
Pei advirtió que muchas instituciones han perdido el enfoque al privilegiar la técnica sobre la esencia, y recalcó que educar no es acumular información, sino cultivar la comprensión profunda del espacio y de su sentido humano.
“El futuro de la arquitectura no está en la cantidad de herramientas que manejamos, sino en la calidad del pensamiento que cultivamos”, enfatizó ante los jóvenes.

Construir para la vida
Durante el diálogo sostenido, los estudiantes expresaron su inquietud ante una tendencia global: en muchos países, la arquitectura parece haberse reducido a resolver funciones, dejando de lado su dimensión estética y emocional.
Zhu Pei coincidió en que la arquitectura no debe perder su sentido de belleza, pero aclaró que la belleza no es superficial, ni debe definirse bajo parámetros occidentales.
“La belleza surge cuando los espacios responden de manera inteligente a la naturaleza y a la vida humana”, explicó.
Recordó además que tanto México como China comparten culturas milenarias donde la estética y la funcionalidad siempre han estado profundamente entrelazadas.

Arquitectura un transformador social
En su mensaje final, Zhu Pei subrayó el poder transformador de la arquitectura no solo en el paisaje, sino en la vida de las personas.
Relató el caso de Jingdezhen, una ciudad que, tras la creación de su Museo del Horno Imperial, pasó de ser un sitio olvidado a un referente cultural y económico.
"Construir desde la raíz no solo renueva espacios; revive comunidades enteras", afirmó. Para Pei, la arquitectura que nace del lugar y para su gente no solo cambia edificios, sino que cambia destinos, generando un impacto real en la identidad y el futuro de las comunidades.
Con este mensaje, Zhu Pei cerró su visita, dejando una profunda reflexión: construir con conciencia histórica y humana es, más que nunca, una necesidad para el futuro de nuestras ciudades.

Sobre Zhu Pei
Zhu Pei es uno de los arquitectos más influyentes de su generación, fundó Studio Zhu Pei en 2005, desde donde ha desarrollado un importante portafolio de obras culturales con reconocimiento internacional. Su estudio se caracteriza por integrar arquitectura, arte y naturaleza con sensibilidad contextual.
Es decano de la Escuela de Arquitectura en la Academia Central de Bellas Artes en China y ha sido profesor visitante en las universidades de Harvard, Yale y Columbia. Su trabajo ha sido expuesto en instituciones como el MoMA de Nueva York y la Bienal de Venecia.
Entre sus obras más destacadas están el Museo del Horno Imperial de Jingdezhen, el Centro de Artes Escénicas de Yangliping, el Museo CUBE en 798 y el Centro de Arte y Cultura del Condado de Shou.
Su enfoque, denominado “Arquitectura de la Naturaleza”, busca armonizar innovación con raíces culturales, y responder a desafíos como el cambio climático y la ruptura cultural contemporánea.

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