El taller “Patrones Hermosos” es organizado por MIT-Misti y C-Soft Mty con el propósito de abrir oportunidades para las niñas en la ingeniería. La segunda edición de este taller se llevó a cabo del 28 de mayo al primero de junio del 2018 en varios campus del Tec, la UdeM y la UANL, entre otras.
Dulce López | Escuela de Ingeniería y Ciencias
Mónica Arreola | Escuela de Ingeniería y Ciencias
Fotografías de María Fernanda Marcos, estudiante de cuatro semestre de LCMD, Campus Monterrey.
En Guadalajara existe un déficit de cuatro a siete mil ingenieros en el área tecnológica ya que no hay suficiente talento para las demandas actuales. Este panorama se repite en otras ciudades y países. La falta de talento está directamente relacionada con la brecha de género y el paradigma de que las carreras en ingeniería son difíciles. Es por esto que el director del Laboratorio Geoespacial de la universidad Massachussets Institute of Technology (MIT), Abel Sánchez decidió desarrollar la iniciativa “Patrones Hermosos”.
“El taller ‘Patrones Hermosos’ busca desarrollar las habilidades de pensamiento computacional y motivar a las participantes a estudiar ciencia e ingeniería. Pueden participar niñas de entre 13 y 17 años que vivan en Monterrey, Guadalajara, Puebla, Querétaro, Chihuahua y Ciudad de México. Este es el segundo año que se lleva a cabo el taller de cinco semanas en Guadalajara” mencionó Lamberto Álvarez, director de carreras profesionales de Ingeniería en Modalidad Internacional, Campus Guadalajara, Tec de Monterrey.
El taller se llevó a cabo 28 de mayo al primero de junio del 2018.En ambas ediciones, ‘Patrones Hermosos’ ha logrado impactar positivamente en 500 niñas mexicanas. El taller es impartido por estudiantes de ingeniería del MIT, mientras que profesoras y estudiantes de diferentes disciplinas del Tec fungen como instructoras, apoyo en organización y logística, así como la traducción de ciertos temas.
“Este programa busca inspirar a las chicas para que se den cuenta que las habilidades enfocadas en el área tecnológica son importantes. Se espera que este tipo de ejercicios tengan un impacto para los próximos dos a tres años, cuando las asistentes al campamento se encuentren por ingresar a una carrera profesional y se logre la meta de igualar el número de alumnos varones que actualmente estudian alguna ingeniería” resaltó Alvárez.
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