Gabriela Moreno Valle Bautista | Opinión | Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno
En 1999 se señaló el 21 de febrero como el Día Internacional de la Lengua Materna por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (UNESCO).
En 2019 la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas de 2022 a 2032, con el fin de llamar la atención del mundo sobre la preservación, revitalización y promoción de esas lenguas.
La idea es reflexionar sobre las lenguas nativas y verlas, no únicamente como una forma de comunicar ideas, sino como reflejo de la cosmovisión de un pueblo, su pensamiento e historia.
La UNESCO considera que las comunidades indígenas son herederas de una diversidad cultural que, si bien hay una gran pluralidad de pueblos, la mayoría de ellos comparten aspectos comunes.
Esos aspectos van desde la forma de relacionarse con sus territorios tradicionales y su entorno, así como la voluntad de preservar sus formas de organización, valores culturales, sociales y económicos.
Su cosmovisión con frecuencia es diferente a las normas que predominan en las sociedades en las que viven; los pueblos indígenas son considerados grandes protectores de la biodiversidad.
Según datos del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU, solo el 3 por ciento de la población mundial habla el 96 por ciento de las casi 6 mil 700 lenguas del mundo.
"Las lenguas nativas son un reflejo de la cosmovisión de un pueblo, su pensamiento e historia".
Atendiendo a las predicciones del foro, más de la mitad de las lenguas del mundo se habrán extinguido para el año 2100 y estima que una lengua indígena muere cada dos semanas.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), en México se hablan 68 lenguas que tienen 364 variantes lingüísticas.
Esas variantes son pertenecientes a 11 familias, con aproximadamente 7 millones de hablantes; Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Puebla, Yucatán, Guerrero, Quintana Roo, Hidalgo, Campeche y San Luis Potosí son los estados con el mayor número de hablantes de lenguas indígenas.
Gracias a ello, México se coloca dentro de las 10 naciones con más lenguas originarias, y en el segundo lugar en América Latina sólo después de Brasil.
De los anteriores datos podemos concluir que México posee una gran riqueza cultural; el Artículo 2 de nuestra constitución federal nos reconoce como una nación pluricultural sustentada en nuestros pueblos originarios y se compromete a preservar las lenguas indígenas.
El diverso Artículo 3 del mismo ordenamiento señala que la educación en los pueblos y comunidades indígenas será plurilingüe e intercultural.
lo anterior no ha sido suficiente y éstas tienden a desaparecer; la discriminación, la falta de apreciación por parte de las autoridades y de la sociedad occidentalizada son unas de las razones para ello.
Reconozcamos su importancia, su riqueza; mostremos respeto y orgullo del patrimonio de nuestras lenguas indígenas; cuidémosla antes de que desaparezcan.
Recordemos las palabras de José del Val, etnólogo de la UNAM: “Cuando se muere una lengua, muere una forma de ver el mundo”.
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