El Casino del diablo, Carlitos el niño milagroso, las Criptas de Cajeme y la Mujer de blanco son ejemplos de leyendas populares en Sonora.
Así lo señaló Ana Lourdes Álvarez Romero, profesora de cátedra de español y literatura de PrepaTec, quien dijo:
“Cuando hablamos de leyendas poco importa que sean verdaderas o falsas, lo que importa es que al ser asumidas por una comunidad significa que son validadas por ésta”.
Si son validadas por la comunidad quiere decir que para ésta tiene contenido que debe ser conocido, expresó la profesora.
Recordó que a través de esos mitos y leyendas se genera la cultura de una sociedad.
¿Por qué nos atrae tanto contar leyendas?
Álvarez explica que las leyendas nos atraen porque las historias han sido una manera de entender el mundo desde el inicio de la humanidad.
“Desde que nacemos, nuestros primeros contactos con la realidad dependen de cómo nos narran y cómo nos narramos el mundo”.
La profesora agrega que a través de las leyendas conocemos que es considerado como “bueno”, “malo”, “deseable”, “reprobable”, etcétera.
“Es comprensible que en vez de transmitir un tratado ético explícito se transmitan valores a través de historias”, expresa la profesora.
Nacimiento de una leyenda
“Las leyendas nacen a partir de un hecho significativo que es asumido e interpretado por una comunidad”, expresa la literata.
Se transmiten enseñanzas a través de la reelaboración de un suceso. Ana Lourdes Álvarez expresa que esta es la forma primaria para transmitir conocimiento.
“Somos herederos de las historias que nos dejaron nuestros antepasados y a través de ellas seguimos conociendo los modos en los que la cultura nos permite actuar”, agrega.
“Desde que nacemos, nuestros primeros contactos con la realidad dependen de cómo nos narran y cómo nos narramos el mundo”.
Casino del diablo, ¿realidad o fantasía?
Una leyenda de Sonora que es popular entre sus habitantes es la del Casino del Diablo que nació de un incendio de un casino donde se cuenta apareció el diablo.
“El casino Country Club sí se incendió el 31 de diciembre de 1950 y existen las ruinas de ese incendio; la historia de que apareció el diablo es mito o leyenda, pero resulta atractiva para los hermosillenses”, afirma Álvarez Romero.
La académica aclaró que no tiene mucho sentido preguntarnos por el grado de certitud de una historia sino más bien si se sigue transmitiendo a las nuevas generaciones y si éstas la internalizan.
“Si preguntamos si la leyenda es cierta, ¿qué es lo que realmente preguntamos? ¿si realmente apareció el diablo en una fiesta de año nuevo a mediados del siglo pasado?”
Reiteró que las leyendas no debemos juzgarlas con parámetros de verdadero o falso, sino por su arraigo en la sociedad y su cultura.
Leyendas indígenas de Sonora
Por último, la profesora expresa que los grupos indígenas que viven en el estado de Sonora también tienen sus propios mitos y leyendas.
En estas historias tenemos información muy valiosa que no solo nos habla de su cultura, Álvarez asegura que pueden darnos pistas de cómo vivir de manera más armónica con el medio ambiente.
Por ejemplo, una leyenda es la de un indígena yaqui llamado Báa Bachi, un hombre fuerte y valiente, que tenía una novia de nombre Chiriki, una mujer muy hermosa. Su amor era inmenso pero solían pelear mucho.
Para probar su amor, Chiriki aventó su brazalete de oro al río Yaqui a lo que Báa Bachi aceptó sumergirse en el agua para buscarlo.
El hombre nunca regresó por lo que Chiriki se sumergió en el mismo río para buscar a su amado.
Ninguno de los dos jóvenes volvió a aparecer, pero en el mismo sitio donde desaparecieron nació una bella flor de nombre Juu Sewa Nakeo, mejor conocida como la flor del amor.
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