Kendra ha organizado diversos proyectos sociales, como formar un equipo de robótica inclusivo, llevar clases a jóvenes en situación de riesgo, entre otros
Por José Longino Torres | ENVIADO ESPECIAL CONECTA - 06/05/2022 Fotos Kendra Guerra

“Un día me llamó por teléfono un compañero del equipo de robótica. Cuando colgué, le digo a mi mamá: ‘Qué raro, no quería nada’. Entonces ella me dijo que eso hacen los amigos. Fue un shock para mí"

Así narra Kendra Guerra, capitana de Tecmilenio Derof, de Torreón, su transición de ser una joven tímida a ser la presentadora de su equipo en torneos internacionales de FIRST, con el que han ganado varios premios.

Esta joven de 17 años ha adquirido una seguridad en sus palabras, que le ha ayudado a exponer los proyectos de Derof, equipo que ganó un premio Chairman’s Award regional y el Excellence in Engineering Award en el pasado mundial FIRST, en Houston, entre otros reconocimientos.

Ella narra que llegó a la robótica por equivocación, y que gracias a la confianza del resto de los integrantes fue como superó su timidez, llegando incluso a ser la capitana del equipo en su primer año.

 

Kendra Guerra
 

De ser introvertida a tener muchos amigos

Kendra señala que en su niñez fue muy introvertida y tímida. Recuerda la primera vez que fue al taller de Derof en que solo dijo “hola” y se fue a sentar a una esquina.

“Al día siguiente que se me acercaron los demás del equipo a platicar y ahí fue cuando empecé a soltar más”.

Señala que el día que la marcó fue cuando un compañero del equipo le llamó para platicar una hora por teléfono.

Fue cuando su mamá le dijo que los amigos hablan solo para platicar.

"Eso me puso muy feliz y ahí fue cuando me di cuenta que si está haciendo amigos de verdad en el equipo de robótica".

 

 

Entra a robótica ‘de rebote’

Kendra comenta que su idea al entrar a preparatoria Tecmilenio en Torreón era entrar a un taller de fotografía, pero no pudo porque se llenó el cupo.

“Siempre he sido muy proactiva, por lo que me metí a un taller que se llamaba Tecnología y Liderazgo, y resultó que era robótica”.

Más adelante platicando con uno de mis mentores me dijo que nombraron a ese taller así porque sonaba más bonito que robótica

“Y pues funcionó. Caí y me metí a robótica”.

Kendra dijo que a sus 16 años la invitaron a formar parte del equipo en la categoría Lego (de FIRST) para que tuviera una "probadita" de un equipo de robótica.

“Después me invitaron a formar parte del equipo de FIRST Robotic Competition (entre 14 a 18 años). Dije que sí, sin dudarlo".

 

Kendra Guerra

 

 

La invitan a exponer por el equipo en su primer año

Kendra dice que en su primer año la invitaron a ser la presentadora del Chairman’s Award, el premio más importante que otorga FIRST por el impacto social en los equipos.

“Fue en mi primer año, lo cual no es tan común. Escribí el ensayo, lo presentamos 3 y ganamos el Chairman’s en la etapa nacional. Luego fui presentadora internacional. Después de eso me invitaron a ser capitana del equipo.

“Ese puesto me iba a dar como oportunidad de hacerlo a un nivel mucho más alto, más grande. Tenía miedo porque era mi primer año en el equipo de robótica. Me soltaron esa bomba, pero la acepté”.

Como capitana del equipo ganaron el premio de Estrella Ascendente en el regional FIRST de Laguna y después el Chairman´s Award en Tulsa, Oklahoma, en la que ella fue la presentadora.

En su primer mundial presencial FIRST, celebrado del 20 al 23 de abril del 2022, también fue presentadora del equipo, en el que ganaron el Excellence in Engineering Award.

 

Aprende de sus padres el ejemplo de ayudar

La joven dice que fue gracias a sus padres, su mamá con una doble ingeniería y su padre, de profesión médico, que le nació desarrollarse en el área de proyectos sociales.

“Cuando entré al equipo (Derof) tuve miedo de no ser capaz, porque no había tantas mujeres y mi mamá siempre estuvo ahí para demostrarme que sí se puede”.

“Mi papá, por su misma carrera (medicina) es una persona que realmente entiende lo que es servir a los demás. Eso me quitó ese miedo del límite de que hasta cuánto puedo dar para ayudar a otros”.

FIRST (acrónimo de "For Inspiration and Recognition of Science and Technology") fue fundado por el Dean Kamen para hacer aspiracional la robótica, en la que además, los equipos participantes deben de presentar un proyecto de impacto social.

Kendra añade que su interés por la ciencia surgió desde niña, ya que era muy curiosa.

“Siempre preguntaba ¿por qué pasa eso? Hasta que se podían llegar a hartar, algunas personas y pues de ahí nació el interés por la ciencia, no de robótica.

“Solo sabía algo de programación. No sabía nada de FIRST, ni de trabajo en equipo”.

 

Kendra Guerra

 

Llevar la robótica a niños con debilidad visual

Kendra se fijó ell propósito de ser de las primeras coaches en México de un equipo de robótica inclusivo, en el marco de los torneos de robótica FIRST

Uno de los primeros proyectos fue con la asociación lagunera Ver Contigo, que trabaja con niños, y adolescentes con discapacidad o debilidad visual, para formar con ellos un equipo de robótica de la mano de FIRST.

"Decidí que iba a ser la persona que iba a romper las barreras y que la robótica iba a ser mi plataforma para lograr el cambio".

Para esto, platicó con los directivos de la asociación su idea y asegura que les encantó, porque pues era algo nunca antes hecho, por lo que comenzaron a trabajar con ellos.

“Soy la coach del primer equipo en la categoría Lego en ser inclusivo a niños con discapacidad visual”, dice con orgullo en entrevista con CONECTA.

 

 

“Me sentía como la villana”

Kendra narra que el peso de la responsabilidad de estos proyectos, así como el prepararse para dar lo mejor en estas competencias de robótica, le costaron lágrimas de frustración.

Kendra dice que hubo un momento en el que la presión por los resultados era tanta, que rompió a llorar.

Luego de que empezaron a brotar sus lágrimas por no poder contestar, Kendra se fue a refugiar a su casa; entonces, su mamá la vio y le preguntó qué le pasaba.

“Le dije: ‘Le estoy exigiendo mucho al equipo, me estoy exigiendo mucho a mí porque quiero resultados. Me van a terminar odiando, y no quiero, porque los quiero mucho. Me sentía como la villana.

“Soy una persona que se estresa si no están bien organizadas las cosas. Si no está como me gusta, lo voy a volver a hacer todo de nuevo”.

Eso se sumó con el no ganar uno de los pases a un torneo nacional del equipo de robótica conformado por jóvenes con debilidad visual, uno de los primeros en México.

“A mí me dolió mucho porque fueron horas de esfuerzo y los chavos estaban emocionados. Sí, pensé en salirme, lo pensé seriamente, porque era mucho estrés”.

 

 

“Cuando colgué, voy con mi mamá y le digo: ‘Qué raro, no quería nada’. Entonces mi mamá me dijo que eso hacen los amigos. Fue un shock para mí".

 

Su recompensa: el agradecimiento

Unos días después, Kendra dice que le marcaron los papás de estos para agradecerle el esfuerzo.

“Me agradecieron mucho y me felicitaron aunque no hayamos avanzado al nacional. Estaban muy contentos”.

Además, uno de los mentores se disculpó con ella por ausentarse en esos días de mayor presión.

“Me di cuenta que si en algún momento es demasiado para ti, siempre va haber gente que te va ayudar nada más hay que decirlo. No hay que guardarse todo. Ya nuestra comunicación es mucho más abierta”.


 

 



 

Su mayor aprendizaje: adaptarse

Kendra señaló que uno de sus mayores aprendizajes es entender que se tenía que adaptarse a la hora de transmitir los conocimientos.

“(Por ejemplo), adaptamos todas las piezas Lego para que cada una tuviera un código en Braille y que los niños pudieran saber exactamente con qué estaban trabajando”.

Más adelante, trabajaron en un centro de integración juvenil con jóvenes en situaciones de riesgo, y también con niños sobredotados, en la que tuvieron que volver a adaptar sus clases.

“Venía de dar clases a jóvenes con debilidad visual donde, por ejemplo, no podía usar videos a la hora de exponer, y con los niños sobredotados tenía que usarlos, para que fuera más dinámica”.

Luego se acercaron a una asociación de Alzheimer para ofrecer un proyecto de terapia psicomotriz y organizó el voluntariado para la primera liga de futbol mexicana para gente sin vista en la Laguna.

“Todo ese aspecto social me ayudaba a entender que es nuestra misión como personas es adaptar el mundo para los demás, porque esas personas no tienen voz y nosotros debemos de ser esa voz hasta que ellos consigan la propia”.

 

 

 
Kendra Guerr

 

Las enseñanzas que le ha dejado FIRST

Kendra dijo que le gustó el enfoque desde que llegó a Derof de descubrir todo por ella misma.

“Me gustó muchísimo porque pues está padre equivocarse cuando ya sabes que la próxima vez lo vas a hacer mejor”.

Dice que FIRST le ha ayudado en su liderazgo, en lo social, en la organización, no solo del equipo, sino de su vida.

“Me enseñó a tener prioridades, sin tener miedo a preguntar y a pedir ayuda, porque no por preguntar no eres menos en ningún aspecto”.

 

Su futuro: en las ciencias

Kendra comenta que le gustaría estudiar ingeniería bioquímica, ya sea en una universidad del extranjero o en alguna universidad mexicana como el Tec de Monterrey.

“Me gusta mucho la bioquímica. Me quiero dedicar a biomedicina, a la creación de medicamentos y sobre todo a la investigación.

“Me motiva mucho porque la robótica me ayudó a encontrar amigos, a encontrar respuestas y encontrar propósitos porque es lo que yo hago y yo quiero ayudar a otras personas a encontrarlo también”, finaliza.

 

"Nuestra misión como personas es adaptar el mundo para los demás, porque esas personas no tienen voz y nosotros debemos de ser esa voz hasta que ellos consigan la propia".

  

 

 

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