Ser mujer en la ciencia: un ámbito con retos y satisfacciones

El contexto para ser mujer en la ciencia, a decir de la doctora Claudia Camacho, presenta varios retos, pero también se tienen grandes satisfacciones.

“Yo era miedosa y tímida de chiquita. Cuando descubrí las ciencias, éstas me dieron seguridad”, indicó Claudia Camacho, mamá, ingeniera y profesora en la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tec de Monterrey campus Toluca.

Claudia también es empresaria. Hace más de diez años fundó Tlamatini, una institución donde imparte cursos de razonamiento matemático a niñas y niños.

Hoy, a unas horas del Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia 2022, Claudia comparte con CONECTA su historia dentro y fuera de las aulas con el fin de mejorar las condiciones para las próximas mujeres científicas.

Su historia como mujer en la ciencia

A pesar de considerarse una mujer privilegiada por tener una carrera en la ciencia, desde el inicio, el camino de Claudia no estuvo libre de obstáculos.

“Yo quería estudiar Ingeniería Civil. Cuando le dije a mi papá, comentó que no porque él había visto cómo unos albañiles insultaban a una arquitecta con la que él trabajaba, eso hizo que él se preocupara por mí".

“Yo quedé en shock, pero busqué otras carreras y elegí una que me permitiera seguir siendo ingeniera, pero que no tuviera este componente tan fuerte de masculinidad: la física”, contó Claudia Camacho.

El contexto de la mujer en las ciencias presenta varios retos, pero también se tienen grandes satisfacciones.

Claudia logró ser una de las dos mujeres de su generación en graduarse como Licenciada en Ingeniería Física, después se convirtió en maestra en Ingeniería Química y por último en doctora en Ciencias de Materiales.

Claudia Camacho ha escrito tres libros sobre física y matemáticas y ha sido citada en más de 160 publicaciones en revistas internacionales, incluyendo una mención por la Organización Mundial de la Salud.

Apasionada por enseñar ciencias

Claudia ha sido docente por más de veinte años y desde el 2011 en el Tec campus Toluca. Sin embargo, su pasión por la educación y su emprendimiento, Tlamatini, surgieron gracias a sus hijos.

“Mi hijo más grande tiene 16. Yo empecé a enseñarles matemáticas desde chiquitos, pero lo hice igual que a mis alumnos de universidad, sin ponerles límites y retándolos".

“Me sorprendió su capacidad de aprendizaje. Me di cuenta, por la forma en la que aprendían un niño y un alumno de universidad, que algo estaba mal”, explicó Claudia Camacho.

El objetivo de Tlamatini es enseñar matemáticas a niñas y niños de una forma más comprensiva, retadora y que les brinde seguridad. Esto es posible gracias a estudios que Tlamatini ha hecho sobre sistemas educativos.

“Analizamos el sistema de la SEP y hay algo bien curioso: en primero te enseñan a dividir con un dígito, en segundo con dos y en tercero con tres, a pesar de que, sin importar la cantidad de dígitos, el procedimiento es el mismo".

“Empezamos a encasillar a los niños y niñas en lo que creemos que pueden aprender y eso tiene que cambiar”, argumentó Claudia Camacho.

Tlamatini fue reconocido en el año 2014 con el premio a Mejor Emprendimiento Social otorgado por el H. Ayuntamiento de Toluca y continúa innovando en la enseñanza de las ciencias.

“Quiero que el Sistema Tlamatini se consolide como un método de enseñanza-aprendizaje a nivel mundial”, expresó Claudia Camacho.

Más niñas y mujeres en la ciencia es trabajo de todas y todos

“Yo creo que el panorama para las mujeres mexicanas en la ciencia sí ha mejorado, pero sigue habiendo muchas diferencias”, comentó Claudia Camacho.

La doctora en ciencias comentó también que, en su experiencia, el cuidado de los hijos marca una diferencia. "Yo veo a colegas mujeres que no tienen hijos y tienen carreras considerablemente más brillantes que la mía, ¿Por qué?".

y continuó: "A mi hijo un día le mostré a una compañera investigadora que admiro y le dije quiero ser como ella"  y se sorprendió de la respuesta que le dió "y él volteó y me dijo pero ella no tiene hijos".

Comenta la profesora que en ocasiones ha tenido que restar tiempo a la convivencia familiar  para realizar actividades de su profesión y/o académicas "Muchas veces sacrifico tiempo con ellos para mantenerme actualizada".

Resaltó que la mayor cantidad de profesores son varones, la forma de evaluación a profesoras y el título con el que se les llama a las docentes, son las principales inequidades para las mujeres dentro de las aulas.

“Yo siempre pido que me digan doctora Camacho. Es injusto que a una profesora le digan ‘Miss’, es el equivalente de decirle jovencito a un profesor."

“Así marco el camino para mí, para mis alumnas, para mis sobrinas y todas las mujeres que me siguen, para que seamos igualmente reconocidas”, declaró la profesora..

Por último, Claudia invitó a todos a reflexionar sobre qué podemos hacer y dejar de hacer para mejorar las condiciones de estudio y trabajo de niñas y mujeres científicas en México.

"Seamos conscientes de que no todas tenemos los mismos privilegios. Yo me siento una mujer súper privilegiada. Yo veo en mi generación a muchas que no pudieron cumplir sus sueños por estas desigualdades".

“Les diría a los papás de niñas que no les pongan obstáculos y a las niñas como yo, miedosas y estructuradas, que sepan que la ciencia puede ser su camino”, finalizó la doctora Claudia Camacho.

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