Carlos Ochoa practica videojuegos desde chico y eso lo lleva al máximo en su vida universitaria, al competir en torneos y convivir con amigos en la Esports Arena Borregos
“Jugar videojuegos ha sido una de las cosas que más me han influido en la vida. Gracias a eso he podido conocer a muchos amigos y superado retos”, compartió Carlos Alberto Ochoa, alumno del Tec y del Equipo Representativo de Esports del campus Guadalajara.
“Empecé a jugar videojuegos cuando tenía apenas 3 años. Me gustaron porque mi papá era maestro de computación… Ahí le agarré el gusto”, señaló.
Así resumió Carlos Alberto, estudiante de Comunicación (LC) del campus y “gamer” (aficionado a videojuegos), el inicio de su camino en torneos nacionales e internacionales.
Ahora compite en torneos oficiales interuniversitarios al ser parte de uno de los 2 Equipos Representativos de Esports (deportes electrónicos) del campus, donde aplica su experiencia.
Más allá del juego: retos y estrategia
De niño practicaba videojuegos de forma casual, pero poco a poco se internó en el mundo del gaming. Manifestó que al principio fue muy retador: muchos rivales, con años de práctica y experiencia.
Detalló que cuando empezó a participar en torneos internacionales, en 2017, le gustaba mucho ver los partidos de los profesionales para observar el nivel de los competidores de otros países.
“Y no sólo verlos, sino analizarlos con mis amigos y aspirar a ser como ellos”. Y se lo plantearon como meta: los veían una y otra vez para detectar las mejores estrategias y mejorar su juego.
“En ese año mis amigos me presentaron los Esports, un mundo de competencias de videojuegos; en ese caso, a través del juego “Call of Duty” (COD)”, mencionó.
Y ahí cambió la situación para él. Se puso a practicar y aumentó su nivel gradualmente. “Aprendí con ese juego lo que es competir, entrenar y mejorar para cada torneo”, aclaró.
Ese paso fue clave en su trayectoria como gamer: “Era un primer acercamiento para trabajar con una disciplina de manera más seria y con una meta específica”, describió.
Esto después se tradujo en su logro más destacado: ganó en 2018 un torneo nacional de promotores de Playstation del juego COD, del cual ahora es experto.
Ha competido contra rivales de todo Norteamérica y en la plataforma UMG. “Son niveles altos de competencia de México o Estados Unidos y esa experiencia me sirve ahora para los torneos universitarios”, afirmó.
Ser gamer en el Tec
Cuando Carlos iba a entrar a la universidad se enteró de que en el Tec Guadalajara hay Equipos Representativos de Esports. Y eso fue un factor para estudiar ahí su carrera.
Por eso empezó a practicar el juego League of Legends (LOL). Y así se unió al equipo de Esports del campus. Esto es algo de lo que se siente orgulloso y también le genera compromiso.
Sin embargo, significó al principio un obstáculo a superar: aprender a ser ordenado y planear sus actividades de la universidad o sus clases, para tener tiempo de practicar LOL y mejorar.
Entonces, había que hacer espacio para todo lo que quería hacer, pero sin restar prioridad a sus clases o proyectos. Y así descubrió cómo dedicar tiempo a los esports.
Por lo general, va a clases por la mañana y en la tarde lo dedica a los videojuegos. Se muestra contento con el equilibrio entre ambos aspectos y su meta es seguir en el equipo para representar al Tec.
“Si te organizas hay momentos para todo. Antes que nada soy alumno. Entonces tengo que balancear mis momentos de estudio y de práctica del gaming”, expresó.
Lo mejor: el buen ambiente
Como universitario, esa pasión por los videojuegos lo lleva a compartir con sus amigos consejos y disfruta pasar tiempo en la Esports Arena Borregos, un espacio del campus para los videojuegos.
“Lo más bonito de jugar en la arena es que están tus amigos al lado; la interacción es mejor. Se acaba la partida y puedes platicar con ellos y ver en la pantalla las jugadas. Eso es lo mejor, el ambiente”, compartió el alumno.
“Es divertido y didáctico. Es un buen ambiente porque empezaron a venir los de PrepaTec. No tenían experiencia en el juego y se empezaron a organizar partidas de práctica entre todos”, agregó Carlos.
“Se acercan a nosotros y nos piden consejos; puedes ver la repetición del juego, lo que hace cada uno y cómo mejorar. Es un ambiente muy sano y la convivencia es lo mejor de todo”, reflexionó.
"Es un ambiente muy sano y la convivencia es lo mejor de todo”.- Carlos Ochoa.
¿Rivalidad y… amistad?
Mencionó que en las competencias, entre equipos de distintos campus o de distintas universidades, se generan rivalidades, ya que al final de la partida, un equipo elimina al otro y a nadie le gusta perder.
Las primeras veces creyó que podría haber algún conflicto. Recordó un torneo en el que se enfrentaron a campus Sinaloa y Sonora Norte del Tec. El equipo de Guadalajara fue eliminado.
“Nos tocó enfrentarnos con ellos. Nos eliminó Sonora. Ellos pasaron a la final y ya que acabó el torneo platicamos”, describió.
Pensó que la situación podría generar algún enojo más allá de la competencia, pero “fue una buena experiencia porque las competencias son oportunidades para hacer nuevas amistades”, citó.
“Nos llevamos bien, aunque había rivalidad al principio, se quedó en el juego y eso se convirtió en una buena amistad”, resaltó.
Esports Arena Borregos: el lugar para convivir
El Tec, campus Guadalajara, inauguró en 2019 la Esports Arena Borregos. “Esperando el día de la inauguración, empecé a acercarme con personas gamers y estábamos muy emocionados”, destacó.
“La inauguración fue bastante impactante. Había computadoras súper equipadas; el espacio estaba cómodo, muchas configuraciones de luces y aparte la zona para que la gente pueda observar”, explicó Carlos.
“Eso me gustó mucho. Era un ambiente muy cómodo y equipo muy potente. Cuando fui a jugar por primera vez con mis amigos, lo que más me sorprendió fue el monitor porque tiene más hertz.
“Eso permite a los jugadores ver mejor y más fluido. Se veía muy bien. Los que jugaban en laptop son los que sintieron más el cambio. Era impresionante”, precisó.
La Esports Arena Borregos del campus Guadalajara permite a Carlos y a sus amigos entrenar juntos, prepararse como equipo y tener una escuadra de alta calidad.
Para él lo más importante de toda esta experiencia no es sólo competir en eventos (que también lo hacen), sino compartir todos esos momentos entre amigos.
“Más allá del equipo, es completamente diferente practicar con tus amigos al lado, reírte y comunicarse como equipo, envés de que cada quién esté en su casa y en línea”, comentó.
Jugar para mejorar en tu carrera
“Sé que si no trabajo como jugador profesional puedo también trabajar en algo vinculado a esa área”, pronosticó. Por eso se planteó el reto de continuar involucrado con los Esports después de graduarse.
Destacó que el gaming es una industria en crecimiento y su meta es especializarse profesionalmente y conocerla a fondo. Es entender este universo como un negocio, desde el enfoque profesional, aseguró.
Y destacó que ese factor le ayudará en su carrera. “Son juegos que requieren comunicación constante y buena sincronización para aprender a ser eficaz”, afirmó.
Comentó que hay incluso alumnos de negocios que van a la arena a estudiar el proceso. Por eso Carlos se propone entender el mercado y tener la opción de ejercer en marketing.
Así, el gaming ha sido para Carlos diversión y retos: mejorar su nivel, aprender a equilibrar entre sus clases o practicar y su plan es que en el futuro sea una especialización profesional.
“El Tec está haciendo bien al impulsar a los Esports. Nos da la posibilidad de practicar una disciplina y nos da un espacio para socializar que aprovechamos al máximo”, concluyó.
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