Deborah Jacomino supera resistencias tras entrar a la industria de la aviación como una ingeniera que busca hacer más eficientes las operaciones de los aeropuertos.
Cuando era niña, Deborah Jacomino sostenía la mano de su madre al caminar por una calle de sin saber que su "sueño" pasaría volando en ese instante por encima de ella.
El sonido de aquellas turbinas la haría levantar su mirada y el ver un avión surcar por el cielo azul tuvo tal impacto, que fue el primer momento de su sueño de querer estar ligada a estos "pájaros de acero".
Ese sueño ha convertido a Deborah en una de las mujeres en la aviación mundial que ayuda en hacer las operaciones de los aeropuertos más eficientes, rápidas y modernas.
Deborah es consultora senior de operaciones aeroportuarias, en una industria que transporta en el mundo a 12 millones de personas cada día, en 120 mil vuelos, de forma segura y rentable.
La egresada del Tec de Monterrey de Ingeniería Industrial cuenta a CONECTA su trayectoria y los retos que ha enfrentado como joven y mujer en esta industria.
Una carrera que no ha hecho nada más que despegar
Deborah trabaja desde 2019 para ALG, empresa global de consultoría en el sector de la aviación, en donde ha participado en proyectos de mejora de sistemas aeroportuarios de América Latina y Europa.
Su labor es analizar y mejorar todos los procesos desde que un avión aterriza en un aeropuerto hasta que vuelve a despegar y con ello proponer mejoras para hacer el proceso más eficiente y predecible.
La originaria de La Habana, Cuba, narra que uno de sus principales retos ha sido implementar una cultura del cambio en ambientes altamente complejos donde a veces hay cierta resistencia.
“Por ejemplo, en América Latina aún hay mucho que mejorar. Necesitamos cambiar el discurso de que solo por el hecho de que algo funciona no quiere decir que no se pueda mejorar", señala.
"Necesitas proyectarte para que la gente diga que eres a quien hay que prestarle atención, porque eres la persona que sabe tus conocimientos y que eres la persona que viene a ayudarles a crear un cambio en su organización.
"Vienes a querer ayudar y a hacer las cosas. Tienes que creer primero que tú puedes".
"Necesitas proyectarte tus conocimientos y que eres la persona que viene a ayudarles a crear un cambio en su organización”.
Descubre el mundo aeronáutico a mitad de su carrera universitaria
Deborah recibió una beca de excelencia para estudiar una ingeniería en el Tec de Monterrey campus Puebla, ya que también disfrutaba armar y desarmar cosas.
Recuerda cómo fue cuando durante sus estudios descubrió el primer paso en la industria: la concentración en Diseño y Manufactura Aeronáutica:
“Fue como que algo se encendió en mí y dije: ‘Esto es lo que yo quiero’”.
"Fue como que algo se encendió en mí y dije: 'Esto es lo que yo quiero'".
Fue entonces que Deborah afrontó el reto que implicaba obtener más conocimientos con el objetivo de lograr la concentración.
“Necesitaba un background de manufactura, que no tenía por las materias que llevaba. Lo que se me permitió el Tec fue ir de oyente a 4 o 5 materias para nivelarme y los maestros eran los que decidían si efectivamente tenía los conocimientos”, recuerda la joven.
Exámenes, trabajos, clases y lecturas fueron parte de las actividades extra que tenía que realizar para poder continuar. A pesar de este esfuerzo adicional, Deborah recuerda que siempre sintió que hacía lo correcto.
“A mí la aviación me apasiona, entonces, nunca fue un impedimento. Al contrario, fue algo que disfruté mucho”, menciona sonriendo al recordar la carga académica que supuso para sus estudios en ese entonces.
Sus inicios con la industria de la aviación
Un momento clave fue cuando visitó con sus compañeros de clase uno de los túneles de viento más grandes de Latinoamérica en la planta automotriz de Rolls-Royce, en Querétaro.
“Nos dicen: ‘Aquí está el túnel de viento más grande de América Latina y cuando un motor tiene un fallo normalmente lo mandan aquí para que lo prueben’.
“La sensación de estar en esa sala con una turbina de avión fue increíble”, menciona con una sonrisa dibujada en su rostro.
“La sensación de estar en esa sala con una turbina de avión fue increíble”.
En 2016, luego de graduarse, Deborah tendría la oportunidad de incursionar en la industria de la aviación de la mano de una aerolínea mexicana y comenzaría a trabajar en el área de estrategia comercial.
“Fue una experiencia muy bonita porque fue entrar a conocer el mundo de la aviación, pero llegó el momento en que quería más, quería cosas más técnicas.
“Me quedaba un mundo por aprender y empecé a decir: ‘Quiero saber cómo funciona un aeropuerto’”, indicó.
El sueño de mejorar la operación en los aeropuertos
El sueño de Deborah es modernizar la operación de los aeropuertos del mundo, especialmente los de América Latina.
“(Mi sueño) es querer cambiar la mentalidad de cómo funcionan los aeropuertos. Necesitamos que vayan evolucionando con nuevas tecnologías y nuevas formas de pensar”, menciona.
“(Por ejemplo), ayudamos a un aeropuerto en Lima a implementar un programa de mejora operacional. Nos encargamos de la gestión y desarrollo de todo el proyecto, procesos, desempeño y sistemas”, dice a CONECTA.
Estudiar la situación actual del aeropuerto, entenderla a fondo, hablar con los controladores aéreos, con las aerolíneas, autoridades e incluso con personas de meteorología son el día a día de Deborah.
“Una vez que lo entiendes le dices al aeropuerto: ‘Si quieres llegar a este punto (de mejora) esto es todo lo que tienes que hacer'. Es a lo que me dedico: a desarrollar todos los cambios del sistema aeroportario”, comenta Deborah.
Un futuro menos complicado y con más mujeres
Un aeropuerto donde tardas 30 minutos en abordar un vuelo internacional en lugar de 3 horas es también parte del sueño que tiene Deborah.
“No tendríamos que llegar 3 horas antes. Deberías dejar la maleta y tardar un minuto, luego pasar por el control de seguridad y que tarde otro minuto. En el futuro ya no debería el proceso ser tan complicado”, señala.
Aeropuertos saturados y problemas con la operación y el servicio son algunos de los problemas que, menciona, podrían impactar si no se aplica innovación en la industria aeroportuaria.
“Cuando comparas (Latinoamérica) con Europa estamos 50 años atrás. En Europa se están implementando nuevos programas que se enfocan en predictibilidad y trabajar de manera colaborativa. Todavía tenemos mucho camino por delante si queremos evolucionar”.
“Necesitamos gente que quiera cambiar las cosas, que impulse ese aeropuerto del futuro. Hace falta gente que entienda de aviación para no depender de otros países", añade.
En su futuro cercano, Deborah seguirá trabajando por elevar la experiencia del usuario de aeropuerto en una industria como de la aviación en América Latina, en la que espera que más mujeres se integren a ella.
“En el caso de las mujeres que importante que no vean la aviación que es una carrera de hombres, necesitamos ser más y mostrar que nosotras también podemos. Traten de no ponerse límites”, finaliza.
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