Cuando Cynthia Villarreal era adolescente, soñaba con ser pianista.
Sin embargo, tras ver años más tarde una película, se interesó en lo que finalmente sería su profesión: la medicina.
Ahora, ganadora de premios como el Susan G Komen Grant, FUNSALUD y el International Women Who Conquer Cancer, la Dra. Cynthia Villareal ha sido una luchadora vs el cáncer en muchas mujeres.
En entrevista con CONECTA, la también directora de Oncología Clínica de Mama de TecSalud, comparte los retos en su carrera, sus logros y visión de vida.
Cambia el piano por la medicina
Cuando Villarreal era más joven, estudiaba piano y la música era su pasión.
Sin embargo, cuando terminó la preparatoria, tomó la decisión de no perseguir la música como profesión de vida, pensando que no tenía manos de pianista profesional.
Recuerda que una película en la que un doctor huye de la policía tras ser incriminado injustamente de un asesinato marcaría un antes y un después para ella.
“Dije, se me hace interesante el tema de los doctores y la verdad es que el interés surgió después de la película del Fugitivo”, narra riendo Villarreal.
Luego de una investigación sobre la carrera y una visita a una autopsia y un parto, Cynthia Villarreal decidió que su futuro estaría en un hospital.
Hoy esas manos que tocaban el piano han generado más de 150 artículos científicos y atienden a mujeres jóvenes de 40 años o menos que sufren de cáncer mamario.
Con todo vs el cáncer de mama
Villarreal es directora de Oncología Médica del Centro de Cáncer de mama del Hospital Zambrano Hellion, centro médico de TecSalud, el sistema de salud del Tec de Monterrey.
Es encargada de dirigir aspectos médicos de los pacientes pero también realiza labores de investigación y educación, así como alianzas y colaboraciones nacionales y mundiales.
Allí, dirigie el programa Joven & Fuerte, que tiene alrededor de 800 pacientes.
“Por un lado, les damos la atención clínica necesaria, pero también material educativo".
Además, llevan a cabo en TecSalud también un proyecto de investigación para entender y combatir mejor la enfermedad.
“Estamos viendo cómo se comporta el cáncer de mama en mujeres jóvenes”, señala la doctora Cynthia.
Egresada como médica cirujana del Tec de Monterrey en 2001, Villarreal cursó una especialidad y, luego, una subespecialidad en oncología médica en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
En 2008, ingresó a una maestría en Ciencias Médicas e Investigación en la UNAM, donde también realizó un doctorado en la misma área.
Más tarde, siguió su especialización en el centro Sunnybrook Odette Cancer Center en la Universidad de Toronto donde se enfocó en cáncer de mama.
A su regreso a México, esa especialización se convertiría en el primer programa de alta especialidad en oncología mamaria en México y Latinoamérica, instaurado por ella misma.
Es el primer programa de alta especialidad en oncología mamaria en México y Latinoamérica
El reto de enfrentar al cáncer de las pacientes
Ayudar a sus pacientes es todo, dice. Las charlas, los abrazos, las risas y hasta el llanto compartido entre ella y sus pacientes es lo que la ha inspirado en su labor.
Sin embargo, reconoce que, lógicamente, también es duro cuando no le pueden ganar a la enfermedad en todos los casos.
“Es algo muy doloroso cuando a las pacientes no les va como uno espera. Les tienes afinidad y cariño especial”, menciona.
“Lo retador de ser oncóloga es cuando las cosas no funcionan como tú quieres. Tienes que entender que no depende solo de ti; que tú haces todo tu trabajo y tienes que seguir adelante”, menciona Villareal..
Sentada en su consultorio dentro del Hospital Zambrano Hellión en Monterrey, levanta su rostro hacia el techo y abunda.
"A veces, a pesar de diversos tratamientos, el cáncer regresa. Y eso es muy doloroso".
"Lo retador de ser oncóloga es cuando las cosas no funcionan como tú quieres. Tienes que entender que no depende solo de ti".
“Yo me involucro mucho", continúa. "(Cuando algo no sale al 100%) tienes que recordar que hay más pacientes y seguir asistiéndolos... eso ayuda a sobrellevar”.
Balance entre vida profesional y familia
Dentro de su rutina, la doctora Villareal busca como hallar tiempo para la investigación, la enseñanza, pero también la familia.
“Ser mamá y doctora es retador. No siempre te lo dicen, pero tienes que tomar todo eso en cuenta si quieres dedicarte a esto", admite.
"Pero sin mis papás no podría. Somos una familia monoparental. Mi hija tiene 8 años pero parece de 10 y sabe lo que hago. Tenemos una relación muy estrecha”,
Premios, esfuerzo y legado
A diferencia de una partitura musical en la que se sigue un ritmo y las notas al pie de la letra, la vida de Villarreal la llevó a lugares que nunca pensó.
Desde retos como acompañar a sus pacientes en tratamientos, generar investigaciones y material para concientizar sobre el cáncer de mama, hasta recibir premios nacionales e internacionales, todo ha sido parte de su sinfonía de vida.
En 2017 obtuvo el premio Miguel Aleman Valdés en el área de salud, en 2015 fue galardonada con el premio Susan G Komen Grant y obtuvo Premios Bienales de FUNSALUD a la Investigación en cáncer de mama en 2013.
También en 2017 obtuvo el Premio Mujer Tec por su aportación a la lucha contra el cáncer de mama.
En 2009 y 2010 recibió 2 reconocimientos por parte de ASCO, la Sociedad Americana de Oncología Clínica, el Cancer Foundation Merit Award y el International Development and Education.
En 2022 se le entregó el premio International Women Who Conquer Cancer (WWCC) Mentorship Award de ASCO Foundation por su trabajo en la lucha contra el cáncer de mama.
En 2022 también obtuvo el Reconocimiento al Mérito Cívico presea “Estado de Nuevo León”.
La doctora Cynthia Villarreal actualmente es investigadora del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) Nivel 2.
Cuando reflexiona sobre el futuro, la Dra Villareal asegura que no espera más reconocimientos, sino dejar una herencia para el mundo en investigación y tratamientos contra el cáncer de mama.
“(Quiero) contribuir en conocer más a las pacientes con cáncer de mama en México, saber sus desenlaces y sus necesidades”.
Afirma que cada día seguirá buscando mejores maneras de enfrentarse al cáncer. Esa es su misión.
“No creo que debí haber sido reumatóloga, pediatra, o elegir otro tipo de cáncer como mi especialidad. Estoy donde tengo que estar”, finaliza.
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