10 formas de cuidarte este verano si tienes diabetes

Los cambios en la rutina que se presentan en verano representan un reto para las personas con diabetes; moderación y prevención son clave, de acuerdo a especialistas del Tec de Monterrey.

En México más de 12 millones de personas padecen esta enfermedad, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2021, por lo que es recomendable que en este época refuercen los cuidados.

“Es importante que las personas con diabetes sean muy cuidadosas cuando salen, ya que el calor y la actividad física les puede afectar más que a otros”, comparte Mariana Leyva, profesora de la unidad de formación "Salud Global para líderes".

 

 

Leyva realiza las siguientes recomendaciones: 

 

 

10 cuidados en verano si padeces diabetes

Durante las vacaciones es común que las personas cambien su rutina diaria, lo que puede afectar la administración de medicamentos, la dieta y el monitoreo de los niveles de glucosa en sangre.

Estos cambios en la rutina pueden dificultar el mantenimiento de un control glucémico adecuado, por lo que las docentes del Tec de Monterrey aconsejan: 

 

Una hidratación adecuada es crucial para todos, pero especialmente para las personas con diabetes. 

Las altas temperaturas y el aumento de las actividades al aire libre pueden llevar a una mayor sudoración y deshidratación, lo que puede influir en los niveles de glucosa en sangre

Recomendación: acostúmbrate a llevar un termo contigo y beber agua constantemente (de 1 a 2 litros) a lo largo del día, opta por alimentos ricos en agua e incluso considera los electrolitos de ser necesario.

 

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Durante el verano es común encontrar una variedad de alimentos y bebidas que son altos en carbohidratos simples y azúcares, como helados, bebidas azucaradas y alimentos fritos. ¡Evítalos!

¿Cómo mantener entonces una dieta más equilibrada? Cuando realices comidas y cenas fuera de casa, acuérdate de tener en mente la estructura del plato saludable: 

•  Elige verduras para la mitad de tu plato.
• Un cuarto del plato con alimentos ricos en proteínas (pescado, pollo, carne, tofu, mariscos, huevo).
• El otro cuarto de plato con cereales y tubérculos (arroz, pasta, patata, pan)

 

 

También puedes aprovechar la abundancia de frutas y verduras frescas que ofrece el verano, como:

• Frutos rojos (fresas, frambuesas, moras, arándanos): son ricas en antioxidantes, fibra y nutrientes esenciales. Tienen un bajo índice glucémico, lo que significa que su impacto en los niveles de glucosa en sangre es relativamente moderado.
• Sandía: aunque tiene un contenido de azúcar natural, su alto contenido de agua y fibra puede ayudar a mitigar su efecto en los niveles de glucosa en sangre.
• Melón: a pesar de su sabor dulce, su contenido en hidratos de carbono es bajo, solamente 6g de azúcares por cada 100g de melón. Además, es una fruta con un alto contenido en potasio. 
• Kiwi: El kiwi es rico en vitamina C y fibra, por lo que puede ayudar a controlar la absorción de azúcar. Solo cuida las porciones.

 

 

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La exposición prolongada al sol puede aumentar la resistencia a la insulina en algunas personas, lo que significa que el cuerpo tiene dificultades para usar eficazmente la insulina para regular los niveles de glucosa en sangre.

Protege tu piel de los rayos nocivos del sol al elegir un protector solar con un FPS alto; además usa ropa ligera y protectora, un sombrero que te cubra y lentes de sol cuando estés al aire libre.

 

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Durante el verano es común que las personas se involucren en más actividades físicas, como salir a correr, hacer caminata largas, nadar o realizar algún otro deporte al aire libre.

El ejercicio puede afectar a los niveles de azúcar en sangre: asegúrate de monitorearlos antes, durante y después de la actividad física para asegurarte de que estén en un rango seguro.

Elige mejores momentos para hacer ejercicio: temprano en la mañana o al atardecer, cuando las temperaturas son más frescas y el riesgo de calor excesivo es menor.  Lleva calzado adecuado para evitar complicaciones en los pies.

Presta también atención a cómo te sientes durante la actividad física: si te sientes mareado, débil o con síntomas de hipoglucemia, detén la actividad y trata la situación de inmediato.

Si eres propenso a la hipoglucemia, asegúrate de llevar contigo una fuente de carbohidratos de rápida absorción, como tabletas de glucosa o jugo, en caso de que tus niveles de glucosa en sangre bajen durante el ejercicio.

 

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Las altas temperaturas pueden afectar a la potencia de los medicamentos y la insulina. 

Guárdalos adecuadamente en un lugar fresco y seco, y evita dejarlos a la luz directa del sol o dentro de un coche caliente. 

Si viajas puedes utilizar un estuche de viaje con enfriador para mantener la temperatura adecuada de la insulina.

 

 

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La combinación de una mayor actividad física y temperaturas más cálidas puede aumentar el riesgo de hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en sangre). 

Si tienes un medidor de glucosa, mide tu nivel de glucosa en sangre para confirmar que estás experimentando una hipoglucemia.

 

 

En caso de presentar hipoglucemia,  debes comer o beber de 15 a 20 gramos de glucosa o carbohidratos de inmediato,como pueden ser:

• 3-4 tabletas de glucosa.
• 1 tubo de gel de glucosa.
• 1/2 taza (4 onzas) de jugo de fruta—no bajo en calorías ni en azúcar.
• 1/2 lata (4 a 6 onzas) de refresco, no bajo en calorías ni en azúcar.
• 1 cucharada de azúcar, miel o jarabe de maíz.

Después de consumir los carbohidratos, espera alrededor de 15 minutos y luego vuelve a medir tus niveles de glucosa en sangre: si aún están bajos, puedes repetir la ingesta de carbohidratos.

Pero si tus niveles están subiendo, evita consumir más carbohidratos para prevenir una hiperglucemia (niveles altos de azúcar en sangre).

 

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Si tus planes de verano incluyen viajar, toma precauciones adicionales como preparar un botiquín de emergencia para diabéticos con elementos esenciales.

Esto puede contener tu kit pueden ser insulina, medidores de glucosa, snacks y una lista de tus medicamentos.

Infórmate sobre los hospitales y centros de atención cercanos a tu destino y comunica tu enfermedad a tus compañeros de viaje.

 

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Durante las vacaciones es común que las personas cambien su rutina, como ya se ha planteado, en términos de comidas, actividad física y horarios de medicación.

Estos cambios pueden afectar los niveles de glucosa en sangre. Monitorear te permite adaptar tu tratamiento y tomar decisiones informadas en función de tu situación actual.

También el monitoreo te ayuda a controlar la ingesta de carbohidratos y a ajustar tus dosis de insulina o medicamentos según sea necesario para evitar fluctuaciones bruscas en los niveles de glucosa en sangre.

 

 

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Antes de realizar cualquier cambio significativo en tu rutina de control de la diabetes, consulta a tu médico particular. 

Recuerda que expertos que te puedan dar seguimiento son capaces de ofrecer consejos personalizados y ajustes de tu medicación o régimen de insulina en función de tus necesidades individuales.

 

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Una mente saludable puede contribuir a un mejor control glucémico, una mayor adherencia al tratamiento y una mayor calidad de vida en general.

No poder participar en ciertos eventos/actividades, comer o beber lo mismo que otros puede impactar tu estado de ánimo durante esta temporada.

Algunas formas recomendads para cuidar la salud mental durante las vacaciones incluyen practicar técnicas de relajación, mantener una comunicación abierta con amigos y familiares, dedicar tiempo a actividades que disfrutes, practicar la gratitud y buscar apoyo profesional si es necesario.

 

 

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