“Mi papá en una ocasión me dijo, nunca permitas que la diabetes te defina. Le hice caso y adapté esa ideología a mi vida".
Así lo dice Rolando Cantú, a quien diagnosticaron diabetes infantil o tipo 1 a los 7 años de edad; desde entonces, ha sabido sacarle provecho para llevar una vida balanceada.
Este 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes, padecimiento que tienen 422 millones de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.
En CONECTA te presentamos dos historias de personas con este padecimiento, quienes comparten su experiencia sobre lo que es vivir con diabetes.
El egresado en Comunicación y Maestría en Análisis Político y Medios de Información del Tec, dice que aunque no ha sido fácil, con el apoyo de su familia ha aprendido a vivir con ese padecimiento.
Un caso similar es el de Cordelia Ruiz, estudiante de Mercadotecnia del campus Monterrey, quien comparte que su vida tuvo un cambio radical cuando le diagnosticaron diabetes tipo 1 a los 18 años.
“Yo antes no hacía ejercicio, jamás contaba mis carbohidratos, llevaba un estilo de vida normal”, platica a CONECTA.
“Mucha gente me dice: ‘Qué feo lo que te pasó, que pesado’,
"Pero realmente, y lo digo con toda seguridad, la diabetes ha sido de las mejores cosas que me han pasado en la vida, porque mis hábitos han cambiado”.
La diabetes mellitus tipo 1 es una enfermedad crónico degenerativa que provoca que los niveles de glucosa en la sangre sean cambiantes, debido a una falta de insulina.
La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa ingrese a las células para proporcionarles energía.
EL PAPEL DE LA FAMILIA
Para Rolando la familia juega un papel muy importante, sus padres lo acompañaron durante su niñez para que pudiera entender, aceptar y adaptarse a ese padecimiento.
Todavía recuerda que una noche su salud se complicó, sufrió un cuadro severo de deshidratación y sus papás lo llevaron a un hospital y tras pasar por varios estudios, entonces lo supo.
“Cuando regresé a mi casa mis papás me explicaron poco a poco lo que estaba pasando con mi vida. Es complicado para un niño de esa edad explicarle que vas a tener una circunstancia de vida”, añadió.
Establecieron nuevas reglas en el hogar, debía comer saludable y un día a la semana podía consumir alimentos con un alto número de carbohidratos como hot cakes, hamburguesas o pizza.
También, para regularle los niveles de azúcar en la sangre comenzaron a inyectarle dosis de insulina, que desde entonces lleva a todos lados, igual que su glucómetro para tener un monitoreo constante.
“Después de tantos años valoro el esfuerzo de mis papás que asumieron que yo ya tenía una condición y me enseñaron a vivir con ella, a tomar decisiones; la familia es esencial".
“Después de tantos años valoro el esfuerzo de mis papás que asumieron que yo ya tenía una condición y me enseñaron a vivir con ella, a tomar decisiones; la familia es esencial".
COMPARTE SU EXPERIENCIA EN LA RED
A través de su cuenta de Instagram, en la que tiene más de 25 mil seguidores, Cordelia ofrece asesoría y consejos de moda; pero, también comparte su experiencia personal con la diabetes.
La joven estudiante de 23 años cuenta cómo le ha ido con la diabetes a través de su vida cotidiana, su día a día, dando tips y consejos a sus seguidores.
“Trato de concientizar a la gente, decirles qué es la diabetes, como tratar a la gente que vive con diabetes.
"Constantemente te estén diciendo que no puedes comer algo o hacer algo; sí puedo y más porque me estoy cuidando”.
Cordelia recomienda tres pilares para llevar una vida con diabetes:
- Tener una alimentación saludable
- Mantener su cuerpo activo con ejercicio y actividades cotidianas
- Dormir bien y darle a su cuerpo las horas de descanso correspondientes.
“La diabetes no te limita a hacer nada, puedes cumplir tus planes, tus sueños; yo me puedo casar, tener hijos o viajar. Podemos hacer cualquier cosa, pero siempre con un cuidado especial”.
LA NECESIDAD DE HACER CONCIENCIA SOBRE LA DIABETES
A Rolando le ha tocado escuchar todo tipo de mitos sobre la diabetes, por ejemplo, que las personas con diabetes pueden endulzar un café con su dedo o que son más enojonas.
Confirma que su vida, más allá de tener los cuidados y monitoreo correspondientes, es igual a la de cualquier persona, por ejemplo, puede participar en actividades físicas.
Considera que es necesario hacer conciencia sobre esa enfermedad crónico degenerativa, tanto quienes viven con diabetes, como quienes no la tienen.
“Si vives con diabetes, cada día que te cuidas es un día más de vida, si comes adecuadamente, haces ejercicio, llevas tu monitoreo de glucosa, fuiste a tu cita con el doctor, eso es un día de ganancia.
“Las personas que tienen a alguien cercano, hay que acompañarlo, no agobiarlo, no tratar de tener injerencia en su vida sino más bien un acompañamiento amable", recomienda Rolando.
Además, dice que nadie está exento de padecer diabetes, por lo que recomienda a las personas que no la tienen cuidarse tanto como si la tuvieran.
“Si llevan una vida de excesos o descontrolada, deben valorar, respetar su cuerpo.
"A fin de cuentas también pueden llegar a tener complicaciones, no solo de diabetes, sino otros problemas como colesterol".
"Para mí es un orgullo decir que tengo diabetes, no me hace menos ni más, pero significa que tengo control en mi vida”, concluye Cantú, de 33 años.
"Para mí es un orgullo decir que tengo diabetes, no me hace menos ni más, pero significa que tengo control en mi vida”,
Cordelia dice que la vida está hecha de retos y hay que sumarle ese reto, de saber que la diabetes es para siempre.
"Es un reto que en varias áreas de mi vida me ha dado mucha seguridad de decirme a mí misma que sí puedo”, finaliza Cordelia.
¿QUÉ ES LA DIABETES?
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina. En la tipo 2, la más común, el cuerpo no produce o no usa la insulina de manera adecuada.
Sin insulina suficiente, la glucosa permanece en la sangre.
Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas de salud:
Puede dañar los ojos, los riñones y los nervios. También causar enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y hasta amputaciones de una extremidad.
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