¿Te imaginas vivir en una casa pequeña, pero que cuente con todo lo necesario para pasar los días de forma cómoda, con espacio suficiente y ahorrando energía?
Estefania Henkel, arquitecta y profesora de Prepa Tec en Hidalgo nos comparte su visión respecto a este tipo de construcciones y si es posible implementarlas en México.
Aunque el movimiento se ha implementado desde hace años, hoy podemos referir a Jay Shafer, quien en 1997 construyó una casa sobre ruedas para su propio uso.
Shafer, presentó Tumbleweed Tiny House Company al mundo, proporcionando planos de construcción e información detallada sobre las casas pequeñas.
A modo personal, Henkel considera que una tiny house es un medio muy viable de vivir, no es necesario tener exceso de espacio para tener una forma de vida de calidad.
“Una Tiny House tiene muchas implicaciones; desde el espacio y la ocupación de la tierra. En México tenemos mucha, se dispone de ese recurso y por eso las ciudades se extienden, en comparación con Europa, en donde el recurso es más caro y no funciona igual.”
En años recientes, este movimiento se ha vuelto popular en Europa y en Estados Unidos, la pregunta es si en México se podría ver un movimiento de vivienda de esta naturaleza.
Para Henkel, más que un factor económico, tiene que ver con el factor cultural y aspiracional.
“En México están los lugares coloniales y el papel de las casonas, en nuestra historia está también la cuestión de las haciendas. La gente en general antes de que hubiera ciudades, podía construir espacios más amplios para vivir”
Al respecto, Estefanía señala que la gente desea tener casas en escala grande, de manera aspiracional y que generen la sensación de poseer un patrimonio.
A diferencia de Europa, en donde la renta es muy popular, en México todo tiene que ver con el estímulo de crecimiento, poseer un bien inmueble y cómo hacerlo crecer.
Dicho fenómeno se ve reflejado en las construcciones que interrumpen su desarrollo y quedan abandonadas.
“Siempre están por ejemplo, las varillas, quedando en espera de una nueva construcción, o esperando la continuidad de crecimiento. Ahí entra el factor aspiracional, la construcción puede o no crecer, pero la voluntad siempre está ahí”
Nuestra experta menciona que este tipo de construcciones no es tan popular en nuestro país porque la gente tiene la mira en el patrimonio, que está ligado a espacios habitacionales como lo es una casa más convencional.
Henkel concluye que la cultura y lo que nosotros pensamos de nosotros mismos dicta la forma en la que todos buscamos habitar.
Por esto, la forma de pensar y de entender nuestra posición en las ciudades repercute directo en la forma de vida que buscamos.