Elecciones en Brasil, la contienda entre Lula y Bolsonaro

El pasado 2 de octubre se llevaron a cabo las elecciones en Brasil para designar al siguiente presidente, así como a cientos de diputados, senadores y gobernadores.

Con un 48.4% de los votos para el candidato de izquierda y expresidente, Luiz Inácio Lula da Silva se posicionó al frente del actual presidente de derecha Jair Bolsonaro en esta primera vuelta, quien logró el 43.2% de los sufragios.

Dejan Mihailovic, profesor investigador del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales en el Tec campus Estado de México, compartió su análisis al respecto.

“Lo que resultó sorpresivo fue el margen de diferencia, muchos pronosticaron que Lula ganaría con un margen de más de 10 puntos porcentuales, incluso que en esta primera vuelta aseguraría la presidencia”, comentó.

Dado que ningún candidato obtuvo más del 50% de los votos, habrá una segunda vuelta el 30 de octubre entre Lula y Bolsonaro, los dos candidatos con mayor número de sufragios.

Por otro lado, explicó el profesor, la candidata Simone Tebet alcanzó la tercera posición con un 4.16% y el candidato Ciro Gomes, la cuarta posición con un 3.04%, por lo que para la segunda vuelta estos 7 puntos porcentuales podrían definir al ganador.
 

Polarización

De acuerdo con el investigador del Tec, las elecciones de Brasil reflejan una tendencia que no es ni regional ni latinoamericana, sino mundial.

“Existe hoy en día en el mundo una profunda polarización social y política que se agudizó en los recientes procesos electorales de Brasil.

“Tenemos 2 opciones que son completamente opuestas, 2 proyectos de nación diferentes, 2 políticas exteriores distintas”, compartió.

Las políticas de Bolsonaro, continuó, han sido muy conservadoras, radicales y han dejado un legado negativo en los 4 años de mandato que ha tenido.

“Muchos ven a Bolsonaro como una especie de Trump tropicalizado, con una retórica muy agresiva y con afirmaciones machistas, sexistas, misóginas; con posturas antiaborto, a favor de la pena máxima y de la flexibilización del uso de armas.

“Está la devastación ecológica del Amazonas, no ha sabido responder ante la recesión mundial y su legado ha sido muy negativo. Aún así, su discurso de derecha populista aún pega en el padrón electoral, culpando a los migrantes, a los no patrióticos, entre otros”, expresó.
 

“Hoy en día el mundo experimenta una profunda polarización social y política”

Por otro lado, el candidato Lula da Silva, quien ocupó la presidencia del 2003 al 2011, es el contendiente con más posibilidades de ganar, de acuerdo con las encuestas y con la primera vuelta de las elecciones.

“Durante su mandato de 2003 a 2011 la economía brasileña se consolidó, tuvo repuntes importantes y crecimientos del PIB de 6 y 7%.

“Tuvo también una proyección regional a través del tratado comercial MERCOSUR, no sólo económica y comercial sino también políticamente. Este notorio liderazgo finalmente llevó al nacimiento e integración interregional de los BRICS”, destacó.

En caso de que el candidato Lula ganara las elecciones en la segunda vuelta del 30 de octubre, el profesor Dejan puntualizó en que como presidente tendrá un panorama muy complicado.

“En estas elecciones se eligieron también nuevos senadores y diputados; muchos de ellos y también gobernadores son aliados de Bolsonaro, por lo que Lula tendría un panorama desfavorable como presidente”, dijo.
 

México y Brasil

De acuerdo con el experto, otro rasgo característico del mandato de Lula fue su estrategia de distribuir de manera más equitativa la riqueza, con lo que evitó perjudicar de manera significativa a los dueños del gran capital, e incluso logró su apoyo.

“Se caracterizó como un presidente de izquierda moderado, y un gran legado fue precisamente la propuesta de estrechar los lazos entre los pueblos hermanos latinoamericanos.

“Si gana Lula, por primera vez en la historia de América Latina los 3 países más importantes de la región, México, Brasil y Argentina serán gobernados por una política izquierdista”, explicó.

De ser el caso, afirma, México, Brasil y Argentina compartirán e insistirán en una política interior anti neoliberal y en una política exterior anti neoimperialista.

“Yo creo que es algo que Washington tiene que tomar en cuenta porque jamás había sucedido. Hay un paulatino declive de las inversiones estadounidenses en América Latina y un ascenso de las inversiones sobre todo chinas y en menor medida, rusas en la región.

“Creo que los países latinoamericanos tendrían una gran posibilidad no sólo regional sino mundial. Tendrían la libertad de darse cuenta de que además de Estados Unidos, hay algo que se llama el resto del mundo, y que el resto del mundo importa y pesa mucho”, finalizó.

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