Sarah Dávila Castillo, estudiante de Comunicación y Medios Digitales (LCMD) del Tec, campus Guadalajara, inició su emprendimiento Raíz Huertos Urbanos.
Para Sarah, emprender en medio de la pandemia fue la mejor decisión; comenzó un negocio para sacar lo mejor de cada persona en tiempos difíciles.
Su idea está basada en un gusto personal. Encontró la combinación perfecta entre su amor por la cocina y las plantas. Así, ofrece al público una gran variedad de semillas y recetas.
Las personas eligen cuáles quieren cultivar y las entrega a domicilio para que comiencen a crear su huerto y finalmente cocinar con los vegetales de sus cultivos.
Sarah explicó que un huerto urbano es una forma de cultivar verduras al vivir en la ciudad. Estos se convierten en una alternativa sostenible para obtener alimentos frescos.
Añadió que para muchos es un hobby apasionante y educativo, el nombre del proyecto nace precisamente de la idea de tener tus propias plantas en casa.
La alumna va a Tonalá, municipio de Jalisco, donde artesanos hacen las macetas que vende; en el taller busca qué materiales e insumos requiere.
Así como conforma los productos que son parte de los futuros huertos. “Ir a buscar, conocer a los artesanos y trabajar con ellos es el proceso que más me gusta”, aseveró.
Algunos de los beneficios de los huertos urbanos de acuerdo con la estudiante son:
- Fomentar hábitos alimenticios más saludables,
- Satisfacción por consumir cultivos propios,
- Ahorro en las finanzas personales y
- Valorar y respetar la naturaleza.
CÓMO SURGIÓ SU IDEA
Cuando Sarah vivía sola en Monterrey muchas de las comidas que quería preparar llevaban albahaca y no sabía dónde conseguirla.
Al regresar a Guadalajara, su ciudad natal, investigó dónde obtenerla y eso fue el detonador de su idea: “me di cuenta que la podía tener en casa”, dijo.
“Existen muchas variedades de plantas que se necesitan en la cocina y que las familias mexicanas las tienen en su casa y muchos no lo saben”, compartió.
Así comenzó a conocer todas las variedades de hierbas aromáticas que se utilizan en la cocina. Entonces pensó que si a ella le gustaban, seguramente a más personas también.
“En el proceso de esta idea llegó en la cuarentena, en contra de lo que muchos percibían como algo negativo, fue todo lo contrario...
La situación me ayudó a tener más tiempo, y por otro lado, el tema de huertos urbanos fue un 'boom'; Creció muchísimo en todas las ciudades del mundo”, precisó.
La universitaria comentó que ahora más gente tiene tiempo para cocinar, dedicarle tiempo a una planta, estar en su casa y disfrutar estas actividades.
Y eso lo aprovechó para impulsar su emprendimiento. "Las planas te distraen y te ayudan a tener una paz mental, así como sobrellevar la cuarentena”, afirmó.
INNOVACIÓN Y PLANEACIÓN
La estudiante de LCMD señaló que ha aprendido mucho en el proceso, sobre todo de negocios, centrada en la planeación, estrategia y administración.
Para las entregas construyó las rutas, al planear cómo hacer todo más eficiente, rentable y también que los procesos sean rápidos.
La siguiente meta de Raíz Huertos Urbanos es lograr envíos nacionales, a lo que Sarah añadió:
“Creo que ha sido benéfico para la gente darse cuenta que en tu propio hogar puedes sembrar y cosechar tus alimentos, prepararlos de una forma natural...
Es muy viable; no te toma mucho tiempo o esfuerzo, mucha gente piensa que es muy difícil cuidar una planta y éstas específicamente son muy fáciles de cuidar”.
Para la creadora de Raíz Huertos Urbanos el proyecto no sería posible sin el apoyo de sus profesores en sus actividades y tareas diarias.
"De una forma u otra las planas te distraen y te ayudan a tener una paz mental, así como sobrellevar la cuarentena”.
Comentó que decidió estudiar en el Tec porque sabía que tenía este balance entre su carrera que es más creativa y los negocios.
Por ello considera muy útiles las clases de contabilidad, emprendimiento y administración. “El Tec me ha ayudado mucho, todos los aprendizajes, proyectos, talleres…
Es tan completo que te ayuda a ser una persona más integral y a la hora de trabajar analizas muchas variantes; creo que todo lo que hace el Tec te suma”, opinó.
Para finalizar la emprendedora cree que en el Tec desarrolló la curiosidad por la innovación, ver cómo mejorar o agregar valor a un producto.
“A quienes les he vendido les encanta y las disfrutan, ya que tienen muchas formas de utilizarlas; son bonitas y se usan en comida, bebidas, remedios y más”, concluyó.
En su sitio web Sarah comparte recetas y cuidados, además de su tienda online.
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