El chiapaneco Emilio González es egresado del Tec de Monterrey de la carrera de Contaduría Pública y Finanzas.
Recientemente, Emilio fue aceptado dentro del Forbes Coaches Council, un grupo selecto de los mejores líderes emprendedores del mundo.
Está dentro de los mejores 100 coaches del mundo desde el 2008 y ha sido considerado como el coach número 1 en iberoamérica en numerosas ocasiones por la franquicia ActionCOACH.
Sin embargo, su triunfo no es una coincidencia, sino la consecuencia de su constancia, dedicación y preparación.
Emilio comenzó estudiando la carrera de Sistemas Computacionales Administrativos en el Tec campus Chiapas, cuando de repente algo en él cambió.
“Llegó un punto de la carrera, en 7mo semestre, donde ya no me gustaba la carrera y tomé la decisión de cambiarme a otra [...], mis papás me querían colgar".
“Fui muy sincero conmigo y pese a todo lo que me dijeron mis papás, me cambié de carrera”, afirma Emilio.
Su decisión de cambiarse a la carrera de Contaduría Pública y Finanzas se vio fuertemente influenciada por la filosofía del emprendimiento Tec y la directora de la carrera de contaduría, de quien él era becario.
Ya en la carrera de Contaduría, sus profesores, quienes eran socios de empresas como KPMG, Deloitte y Ernst & Young, lo invitaron a trabajar con ellos.
“Algo vieron en mí. No era el más listo, pero sí el más constante."
Para cuando Emilio se graduó de Contaduría, ya contaba con 2 años de experiencia en el campo laboral.
Posteriormente, obtuvo una beca para hacer una Maestría en Administración de Empresas en Barcelona, pero ésta le era insuficiente para concluir sus estudios.
Emilio tomó el riesgo y se fue a estudiar la Maestría a Barcelona. Faltando 3 semanas para que se quedara sin fondos, recibe una llamada.
Era el Deutsche Bank ofreciéndole un puesto de trabajo, la misma empresa con la que él había colaborado en México le abría la puertas y de esa manera pudo solventar sus gastos.
“La única forma de fallar es no intentarlo”
“Cuando estuve en España, es cuando vi esto del coaching (...) y tuve una conversación muy sincera conmigo mismo."
Emilio se cuestionaba si quería continuar en España trabajando con el Deutsche Bank o regresar a México.
“En el Tec me enseñaron a tomar riesgos y a emprender, ¡me regreso desde Barcelona, hasta Tuxtla Gutiérrez!, [...], mis papás me querían colgar otra vez.”
Cuando él regresó, tenía en mente emprender un negocio de coaching en Chiapas, pero necesitaba una inversión inicial que no podía pagar.
Contactó a sus familiares de varios estados de la República para pedirles un préstamo, todos le dijeron que no, la confianza y seguridad de Emilio se debilitaba por la constante negación de su familia.
Resignado, fue a visitar a una amiga cercana en Querétaro y le platicó sobre su proyecto.
“El sueño de ella era comprarse una camionetota cuando fuera directora de marca de Kellogs, si ella quería, ya podía comprarse la camioneta, pero estaba esperando llegar al puesto, entonces ella me dijo: “¿Sabes qué?, yo ya logré lo de la camioneta. Te doy el dinero de mi camioneta, porque sé que lo vas a hacer bien y le vas a echar ganas.”
Él pensó: “¡Asu!, me está dando sus ahorros. No puedo tirar la toalla.”
Emilio no le aceptó el dinero, pero afirma que está profundamente agradecido por el gesto y que gracias a ella consiguió el contacto de su futuro socio.
“La única forma de fallar es no intentarlo”, indica González como uno de los aprendizajes que obtuvo de aquella experiencia.
Actualmente, Emilio cuenta con 15 años de experiencia en el coaching de empresas y desde hace 2 meses forma parte del Forbes Coaches Council, donde publican artículos para Forbes US.
Emilio concluye con una recomendación para los jóvenes emprendedores:
- Nada vence al trabajo duro, inteligente y constante. Si le pones ganas, lo haces bien y le echas cabeza, siempre se puede.
- Si te subes al barco del emprendimiento temeroso, no va a funcionar. Planea muy bien los pasos que vas a dar y aprende antes de aventarte.
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