Ochocientos participantes y una oportunidad; nada es imposible

Lucero Moctezuma | Tampico

A comparación de las otras historias de futbolistas, esta no comienza con el típico chico que practica fútbol desde los tres años. Nuestro protagonista, Rolando Ceja, con tan solo poco más de un par de años practicando soccer, ya esta logrando cumplir su sueño.

"Como todo deportista soñador inicié en una academia; donde estuve tres años y medio, es decir, hasta la Sub-15, para después concretar mi estancia en la misma. Nada excepcional." comentó humildemente acerca de sus inicios. Pues realmente, él no contaba con un historial profesional, viajes, ni ligas nacionales.

Su vida dió un giro de 180 grados cuando ingresó a PrepaTec. Rolando por fin comenzaba a fusionar sus dos grandes pasiones; tener una educación de la mejor calidad y al mismo tiempo, ser parte de la selección de fútbol con Borregos, así lo relató.

Sus padres siempre le dieron todo el apoyo necesario, tanto académico como deportivo, es por eso que ademas de demostrarse a si mismo de lo que es capaz, se lo quería demostrar a su familia.

Pero no todo era color de rosa, los altibajos se manifestaban; las materias comenzaban a tornarse más demandantes, los resultados en los partidos no eran los deseados, su nivel bajaba, los problemas personales empezaban. “Había perdido contacto con el deporte" dijo sincero. El perder amistades y no sentirse al cien repercutía en su desempeño.

Todo cambió un día de mayo. Las visorias de la Jaiba Brava se acercaban. El primer equipo de fútbol de la zona conurbada buscaba nuevos talentos.

Rolando jamás había ido a una visoria de esa magnitud y sin saberlo en ese momento, Ceja estaba buscando un lugar junto con otros 856 jóvenes hambrientos de una oportunidad con el Tampico-Madero F.C., mejor conocido como la Jaiba.

"Llegué 45 minutos tarde y había guardias asegurándose de que nadie más entrara a los campos, no sabía ni que onda" contó sobre sus primeros momentos de nerviosismo. 

Relató a CONECTA que desde el momento en el que llegó, tomó asiento y esperó su turno, el cual describió como un rato eterno. La logística era simple y directa; habría retas de once contra once jugadores de solamente ocho minutos cada una, para agilizar el proceso, pues tendrían que darle oportunidad por igual a todos. "Pasaban los minutos y seguían los partidos, no me elegían y me comenzaba a desesperar; creía que nunca pasaría, eran muchos participantes." 

Después de la tediosa espera, la oportunidad se presentó; era ahora o nunca. Uno de los asistentes técnicos se acercó a la banca y preguntó si había algún medio, Rolando a pesar de jugar de otra posición levantó la mano. Dudoso, el técnico lo analizó y finalmente asintió, "pues, vas a entrar güerito".  Lo demás es historia.

Ocho minutos fueron suficientes para que Ceja pudiera demostrar de lo que es capaz en la cancha. "Entré y completé mis pases muy bien, toqué mucho, de hecho, metí gol." agregó emocionado recordando aquel día.

 Ya con el visto bueno, se le pidió que se quedara para la siguiente fase y de ahí solo fue para arriba. De los nada más y nada menos que 856 participantes, Rolando quedó entre los 5 seleccionados. 

Tanto para él como para todos, fue un momento de mucha satisfacción. "Bien dicen, las acciones hablan más que mil palabras." expresó sobre el resultado que logró a base de esfuerzo, talento y dedicación. 

Actualmente, Rolando está de préstamo en el equipo de Altamira F.C., de la tercera división con el fin de ampliar su currículum como profesional, para así poder ascender a la Jaiba Brava. 

Generalmente, en el mundo del fútbol tres años de experiencia no es idóneo para una oportunidad profesional. Él nos probó que el talento siempre gana y que en efecto, el tiempo no es un obstáculo.

Hoy la camiseta de Rolando se pinta de azul TEC y azul celeste.