Estudiantes del Tec convierten los desperdicios textiles en prendas únicas y diferentes
“¿Quién dijo que los cubrebocas no son moda? Hoy usar un cubrebocas grita que te unas a este movimiento de hermandad. Estamos juntos en esto”, expresó Sara Kalach, creadora de WasteNotWaste.
La estudiante de Mercadotecnia en el Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe y sus socias: Ana Paula Alonso y Kristal Bolívar crearon esta marca de ropa hecha a base de desperdicio textil que utiliza el método de upcycling para dar una nueva vida a la ropa, creando tendencias únicas y diferentes.
Ante la pandemia, WasteNotWaste decidió actuar lanzando una colección exclusiva de 100 chamarras hechas de retazo de camisa y de desperdicio de mezclilla.
“Decidimos no quedarnos callados ante esta crisis de salud con la creencia de que no hay mejor tiempo para hablar.
"Hoy, la mejor forma de hacerlo es a través de un cubrebocas, es por eso que con el desperdicio del desperdicio utilizado en la producción de las chamarras hicimos cubre bocas sostenibles”, dijo la emprendedora.
Con cada colección buscan impulsar una causa diferente generando un impacto positivo, tanto en el medio ambiente como en la vida de las personas.
“Waste habla de una persona independiente, rebelde y dispuesta a luchar por sus convicciones y valores que usa 'desperdicio' y lo usa con orgullo; destacando las posibilidades que tiene todo lo que hoy en día tiramos, para transformarse y tener una nueva vida.
"Es por eso que nuestro objetivo es crear un ciclo de vida para la ropa que nunca termine, dándole a cada prenda un ciclo continuo, constante y creativo”, mencionó la creadora.
De acuerdo con Sara, el proyecto nace de esta necesidad de revolucionar la industria de la moda como la conocemos hoy. Ellas buscan reducir el impacto negativo que tienen las prendas que se usan en nuestro planeta.
“La idea viene de un apego especial por la ropa y de contar historias con las prendas que usamos. Nace con ese gusanito de buscar cambiar al mundo, de generar un cambio positivo en lo que nos rodea”, expuso Sara.
Esta historia comenzó hace aproximadamente un año, en el año “i de emprendimiento”, un programa en el cual han tenido que comenzar a facturar en los primeros meses de operación sin tener un modelo operativo ya definido.
“A lo largo del camino luchamos constantemente con el estereotipo de que el desperdicio textil es algo sucio y viejo. Ha sido un largo camino de gran esfuerzo y trabajo para llegar a donde estamos hoy y llevar a WASTE al siguiente nivel”, enfatizó.
Para ella uno de sus miedos más grandes al decidir emprender fue el fracaso y a que la idea que tenía no se hiciera realidad. Sin embargo, Sara menciona que emprender es un ir y venir de emociones y aventuras para lograr resolver un problema latente de la sociedad y el mundo.
“Uno de los más grandes retos ha sido crecer de forma orgánica y acelerada en los últimos meses. Impulsar la moda sustentable, concientizar acerca del impacto que esta industria y todo lo que tenemos arrinconado en el clóset genera".
"(Además) cambiar la percepción de las personas acerca de que el desperdicio textil es algo sucio y que no puede convertirse en las prendas de última tendencia”, afirmó.
Para la estudiante su mayor motivación es cuando ve que las personas se emocionan al comprar un producto único, diferente, sustentable y con causa.
Para finalizar la emprendedora comparte que el Tecnológico de Monterrey le ha dado las herramientas que necesita para emprender, cuenta que al llevar modalidades emprendedoras pudo forzarse a hacerlo y a aprender a desaprender.
“El Tec me permite seguir estudiando, trabajar y emprender al mismo tiempo. Aquí aprendí que el límite se lo pone uno mismo y que todos podemos llegar a donde nos lo propongamos”, concluyó.
Puedes seguir a esta marca innovadora en su Instagram y en su página web.
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