Miguel Ruíz Cabañas Izquierdo, profesor de Política Exterior y director de la Iniciativa sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el Tec de Monterrey campus Santa Fe, compartió su opinión acerca del asesinato del ex Primer Ministro de Japón, Shinzo Abe.
El ex Primer Ministro de Japón, Shinzo Abe, fue asesinado el pasado 8 de julio, mientras daba un discurso de campaña, para apoyar a los candidatos de su partido en las elecciones a la Cámara de Consejeros de su país.
“Dentro de la enorme tragedia personal, familiar y nacional que su súbita desaparición significa, Abe partió haciendo política, la labor a la que dedicó toda su vida.
“Fue un líder natural, auténtico, preocupado por el bienestar de su país y la estabilidad en la región de Asia-Pacífico”, expresó.
“Fue un líder natural, auténtico, preocupado por el bienestar de su país ”.
El profesor conoció a Abe, el primer ministro de Japón que mayor tiempo ha ocupado ese cargo en toda su historia (2006-2007 y 2012-2020), en mayo de 2005.
“En esa época yo tenía el altísimo honor de representar a México como embajador en Japón. Él había sido designado Jefe del Gabinete del Primer Ministro Koizumi, y Secretario General del Partido Liberal Democrático (PLD), el segundo puesto de mayor importancia del PLD”, dijo.
De acuerdo con el director, desde el primer momento llamó su atención el carisma y la personalidad fresca de Abe.
“A diferencia de muchos otros políticos o personas en posiciones de liderazgo en el gobierno, las grandes empresas y los medios, me recibió sin ayudantes en su amplia oficina y se soltó hablando un inglés fluido.
“El cual había aprendido en la Universidad del Sur de California, donde estudió ciencia política durante tres semestres”, compartió.
En aquella entrevista, el profesor recuerda que repasaron brevemente la historia de la relación bilateral entre México y Japón, en la que su padre había organizado la ayuda de su país a México después de los terremotos de septiembre de 1985.
Lo que llevaría a la creación del Centro Nacional de Prevención de Desastres Naturales (CENAPRED).
“Lo más importante de nuestra conversación se centró en cómo explotar al máximo las oportunidades que representaba para los dos países el Acuerdo de Asociación Económica (AEE), que acababa de entrar en vigor.
“Para Japón ese acuerdo era una novedad, por ser su primer tratado bilateral de comercio. Para México, era una pieza fundamental para diversificar nuestras relaciones con el exterior”, dijo.
Japón es una nación de cultura milenaria
De acuerdo con Miguel, Shinzo Abe, nacido en septiembre de 1954, tenía entonces sólo 51 años de edad cuando tomó el puesto, para los estándares japoneses era un político considerado demasiado joven para ocupar posiciones políticas tan importantes.
Japón es una nación de cultura milenaria. La institución imperial se remonta al siglo tercero de nuestra era, con más de 125 ocupantes del trono del crisantemo.
Al igual que en otras naciones asiáticas, se venera a las personas de mayor edad. Se asume que la sabiduría sólo puede alcanzarse con una larga experiencia. Sus costumbres sociales y elaboradas formas políticas (la Kata) se basan en la tradición.
A los 52 años, se convirtió en el primer ministro más joven de su país, pero se vio forzado a renunciar un año después, en septiembre de 2006, porque el PLD perdió las elecciones de ese año para la Cámara de Consejeros.
“Con esa renuncia, se inició un periodo de alta inestabilidad en la política japonesa, en la que se sucedieron, en lo que parecía un rito anual, cinco primeros ministros (Fukuda, Aso, Hatoyama, Kan, Noda).
“Hasta que, en septiembre de 2012, ocurrió un hecho altamente improbable en la política de cualquier país. Las facciones al interior del PLD le dieron a Abe una segunda oportunidad, y retornó como primer ministro”, señaló.
Era nacionalista
El profesor puntualizó que Shinzo Abe decidido a lograr la revitalización económica y social de su gran nación, y un nuevo papel en el escenario internacional, introdujo una nueva política económica, conocida como ‘Abenomics’, y una nueva política exterior y de defensa, mucho más activa.
“Abe quería convertir a Japón en una nación ‘normal’, y se propuso enmendar la Constitución de 1947, impuesta por Estados Unidos. Desde luego, ese propósito causó enorme preocupación entre todos sus vecinos (Rusia, China y las dos Coreas), y hasta ahora no se ha concretado.
“Creo que fue su reacción al ascenso de China como la principal potencia económica y militar de la región. Su mayor logro fue el Quad, una alianza entre Japón, Estados Unidos, India y Australia, para hacerle contrapeso a China”, expuso.
Abe renunció en septiembre de 2020 por razones de salud, aunque mantuvo una enorme influencia como cabeza de la facción política más grande dentro del PLD.
Finalmente el embajador compartió que volvió a ver a Abe como primer ministro, o miembro de la Dieta.
“Como buen político, siempre fue amable en su trato, e inquisitivo sobre la relación en nuestros países. Salí de Japón en 2011, pero en 2014 el entonces Canciller, José Antonio Meade, me invitó a acompañarlo a una visita oficial a Japón.
“En la que el actual Primer Ministro Kishida era el Canciller y Abe, apartándose de la tradición, nos recibió como primer ministro en su oficina, para subrayar la amistad que sentía por México”, concluyó.
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