¿Qué pasa cuando la audiencia forma parte de la obra? Así se lo planteó el profesor del Tec campus Santa Fe (CSF) Juan José Tagle.
El profesor de la Escuela de Humanidades y Educación dirigió la recién estrenada adaptación de la obra “El sueño de una noche de verano”.
La puesta en escena busca ser una propuesta inmersiva para la audiencia, ya que las y los actores se desenvuelven entre el público a lo largo de la obra.
El elenco cuenta con la participación del EXATEC de CSF Diego Meléndez, en el papel de Lisandro.
El egresado también protagonizó recientemente el musical “Todo el mundo habla de Jamie”.
“El sueño de una noche de verano” es una obra de comedia escrita por el dramaturgo inglés William Shakespeare y se ha convertido en una de las obras más representadas y estudiadas en la literatura inglesa.
“Nuestra labor es crear nuevos públicos, acercarnos a nuevas audiencias”.
Una propuesta inmersiva de Shakespeare
De acuerdo con el profesor de Medios de CSF, este fue un proyecto que se cultivó por más de 5 años y que representa una nueva manera de hacer teatro.
“Es un proyecto que hemos pensado por mucho tiempo y que ahora se nos ha permitido montar.
“En un espacio fuera del teatro, donde nuestra labor es crear nuevos públicos, acercarnos a nuevas audiencias y a una forma donde presentemos espectáculos honestos”, expresó.
El profesor y su equipo productor buscaron acercar el teatro clásico a audiencias nuevas y jóvenes de forma que lograran conectar con los temas que presenta la obra.
"Uno va a conmoverse, a tener una revelación sobre sí mismo, por eso hacemos y contamos las mismas historias hace milenios.
"El chiste no es contar historias, es como esa historia a mi me afecta y a partir de eso es precisamente donde el arte tiene su estética", reflexionó.
Por otro lado, destacó que en la evolución del teatro han habido una variedad de espacios que han permitido desarrollar el arte de manera inmersiva.
"El teatro no siempre ha estado en el edificio que nosotros conocemos, esta formación de teatro a la italiana, el teatro se ha hecho en todas partes.
"Ya de por si tiene una forma de inmersión, entonces nos propusimos el reto de crear un espectáculo de 360 grados donde el público pudiera sentirse libre, así era un poco como sucedía en la época Shakespeareana", explicó.
"Es interesante como roza el drama con otras ficciones, que son la cabeza del espectador, sus sueños".
Con esto en mente, para el profesor el espacio es clave para entender cómo viven las audiencias cada espectáculo.
"Algo que me gusta es que hay diferentes puntos de vista desde donde uno puede observar y se vuelve este espectador que puede pasar al lado de los actores.
"Es interesante como roza el drama con otras ficciones, que son la cabeza del espectador, sus sueños. La experiencia es muy grata porque hay una electricidad intrínseca en ese contacto", afirmó.
Finalmente, el profesor aclaró que este formato inmersivo siempre ha estado presente y que su trabajo consistió en retomar las viejas formas.
"En el teatro isabelino la gente no sabía que iba a ver, simplemente veían banderas negras o blancas, eran tragedias o comedias.
"Este formato de inmersión no es novedoso, si revisamos la historia del teatro como forma de entretenimiento podemos ver que esa inmersión siempre ha estado. Hoy tal vez lo único que hacemos es recordar un poco como era", concluyó.
La obra contará con 15 funciones hasta el 11 de abril en el Foro La Paz, ubicado en el sur de la Ciudad de México.
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