Fernanda González | Campus Saltillo
Porfirio Gutiérrez fue el primer alumno egresado de la PrepaTec en Saltillo con una discapacidad auditiva, en 1981.
A los 40 días de haber nacido, perdió totalmente el sentido del oído y hasta la fecha su vida ha sido un ejemplo de superación personal y profesional, a pesar de su padecimiento.
Porfirio se interesó en ingresar a la PrepaTec debido a una plática de promoción que dio el Tecnológico de Monterrey en su secundaria.
Él personalmente habló con Joaquín Tena, en ese tiempo director de PrepaTec, para solicitar una oportunidad de ingresar a la institución. Joaquín le aseguró que las puertas estarían abiertas para él, sin importar su condición.
Durante su primer año de preparatoria, Porfirio se enfrentó a grandes retos, debido a que no tenía mucho conocimiento del vocabulario utilizado en clase y se le dificultaba entender lo que la gente le decía.
Sin embargo esto lo impulsó a adaptarse y a lograr una mejor comunicación con sus compañeros y maestros, quienes siempre le brindaron su apoyo a lo largo de esta etapa. Esto le permitió crear amistades que aún conserva.
Pilo, como lo conocen sus seres queridos, agradece y reconoce que el constante apoyo de sus padres fue fundamental para superarse, ya que le brindaron la oportunidad de estudiar para que él estuviera preparado para el futuro.
“Que cada quien ponga su granito de arena para crecer como sociedad”, expresó Porfirio a CONECTA.
Actualmente Porfirio tiene un negocio propio llamado Acción Incluyente, mediante el cual se da capacitación a empresas públicas y privadas para que éstas otorguen un buen trato a sus empleados con discapacidad. Todo esto con el apoyo de su hijo, también llamado Porfirio.
Porfirio invita a la comunidad Tec a no tener miedo de conocer a personas con discapacidades, a que los ayuden a cumplir sus sueños y a “que cada quien ponga su granito de arena para crecer como sociedad”.