Conoce a Jack, el guardián canino del Tec

Con el objetivo de robustecer el programa integral del Tec de Monterrey campus Puebla, el equipo de seguridad cuenta con un nuevo elemento, se trata de ejemplar de la raza pastor holandés de nombre Jack.

“Lo mismo que hacen una cámara, un foco o una barda, un perro también es un elemento adicional al programa integral, en conjunto y equilibrados hacen un programa de seguridad más robusto y más confiable” señala Ubaldo Infante, Líder de Seguridad.

Jack es el principal elemento de la unidad canina de campus Puebla. Cuenta con apoyo del equipo de entrenamiento a través de otros cuadrúpedos como la perrita “Merlina”.

Los perros por naturaleza tienen mayor desarrollo de los sentidos que el ser humano. Un mejor oído y mejor vista en la obscuridad, que incluso llegan a superar a la tecnología.

“El perro alerta al guardia de seguridad, en consecuencia, estamos en un estado mayor de alerta, ese es uno de los principios que cumplen estos binomios”.

Jack no representa peligro para la comunidad por su entrenamiento; está enfocado a personas que puedan resultar no gratas para la institución.

Este canino cumple con dos funciones básicas que son detectar y defender, para actuar como corresponda ante los intrusos.

En inicio y por naturaleza Jack cumplía sólo con un escenario conocido como disuasión, sin embargo, al comenzar con su entrenamiento en el Tec sorprendió al equipo al mostrar su perfil de guardia y custodia.

“Lleva 5 meses de entrenamiento y ya identifica perfectamente quien es de la comunidad y quien no (…) quienes no son gratos para la institución la piensan 2 veces antes de intentar ingresar al campus”.

Disuasión es el acto y el resultado de disuadir. En el caso de instalaciones de cualquier institución se logra a través de bardas perimetrales, iluminación, camaras, guardias y procedimientos específicos y en este caso con Jack.

En los próximos meses y gracias a su inteligencia, Jack continuará con su adiestramiento, principalmente en acciones no invasivas. Detección de sustancias ilícitas como las drogas y de materiales explosivos como la pólvora son parte de ellas.

Como parte de ese entrenamiento el equipo de seguridad también trabaja en generar ambientes diferentes para que Jack y la unidad canina logren un mejor desempeño.

“Si el perro no está entrenado para el ambiente donde lo has trabajado entonces desconoce y va a retraerse, si quisiéramos utilizarlo en alguna otra instalación hay que trabajarlo previamente para que el perro lo identifique y pueda actuar”.

De acuerdo con Ubaldo Infante, Jack ayuda a que el de Puebla sea un campus más seguro y a que la comunidad se sienta tranquila.