El 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, con el fin de concienciarnos ante la crisis medioambiental que vive el mundo, explica Ricardo Vázquez, ambientalista del Tec de Monterrey campus Puebla.
“La naturaleza da servicios gratuitos, suministros de los que obtenemos para sobrevivir; agua, nitrógeno, carbono, ozono y otros, que damos por hecho y son los que dan soporte a la vida” .
Vázquez explica que en la educación ambiental no solo es importante el conocimiento o la educación académica sobre el tema; también lo es el reconocimiento a la vida de otros seres vivos y procesos naturales.
“Somos parte de un mismo sistema, sin ellos nosotros también tendríamos un impacto importante en nuestra supervivencia” considera el experto al recordar que cada proceso cumplirá un ciclo y que para ello necesitan tiempo.
“Al explotar esos recursos no dejamos descansar a la naturaleza y no es capaz de renovar estos recursos”.
ENSEÑAR Y APRENDER NUEVOS HÁBITOS
Vázquez considera que la forma en la que actualmente vive el ser humano no es sustentable, al basar la vida en el “éxito material” para llegar a la felicidad.
Señaló que lo anterior se refleja en temas económicos y de producción y por ello no recapacitamos en la idea de vivir en un planeta con límites, en el que no es posible crecer a un ritmo tan acelerado.
El experto señala que es necesario cambiar esa perspectiva de vida y enfocarse en el crecimiento de calidad y no de cantidad, con recursos naturales limitados y no renovables.
“El mundo y la civilización siguen un paradigma: crecer, pero ese crecimiento está basado en el crecimiento material y económico”.
EDUCACIÓN AMBIENTAL Y SU RELACIÓN CON LOS ODS
Vázquez Perales recordó que el tema ambiental está incluido en al menos 6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y consideró que se han cumplido pocos de ellos.
El profesor opina que el alcance de estos objetivos muchas veces es contradictorio, al sacrificarse algunos de ellos por otros.
“Lo ideal sería que las formas en las que logramos ciertos objetivos no sea a costa del desarrollo sostenible, ahí es donde juega un papel importante la gobernanza participativa, donde los ciudadanos y la gente actúa participativamente para lograr esos propósitos”.
Vázquez explica que parte de la educación ambiental radica en que entre la comunidad debería existir una democracia distribuida.
En ese punto dijo, “todo tipo de empresas e instituciones contribuyen a la toma de decisiones, al dar pie para que el ambiente sea reconocido como parte importante de la vida cotidiana”.
“Podemos tener una vida de más calidad, más salud y mejor economía sin tanto impacto; esas pequeñas acciones que haces en tu casa te transforman como persona”.
SU RELACIÓN CON LA ECONOMÍA E INDUSTRIA
El ambientalista considera que debido a lo anterior es posible equilibrar la economía y la cultura con la ecología, además de generar acciones desde el nivel local y personal para contribuir a la mejora de los ecosistemas.
Aunque esta contribución no compensa los daños causados por países mayormente industrializados, Vázquez comenta que al responsabilizarse las personas por sus propias acciones, ayudan a generar conciencia en otros sobre la acción global.
“Es una cuestión de política ambiental; hay unos que pagan por las emisiones y daños que generan otros, por lo que la justicia climática genera presión que llevará a cambios; la insistencia y esfuerzo otorgan verdad moral en debates y negociaciones internacionales”.
El profesor Vázquez considera que si todos los países tuvieran un ritmo de producción similar al de Estados Unidos, entonces se necesitan 4.5 planetas.
En comparación, países como Costa Rica, Cuba o Bután, que tienen ingresos per cápita menores y con una calidad de vida viable, tienen una huella ecológica mucho menor.
Por lo anterior el catedrático cree que es deber de los habitantes de este planeta ir más allá de los conocimientos y las materias. Enseñar unos a otros a sentir que se es parte del ambiente, de la vida misma”.
“En el momento en el que aprendamos que no solo es un problema global sino también personal y se tomen acciones que mejoren el estado actual del planeta en todos los niveles, será posible crear un cambio colectivo, es lo que la humanidad se está jugando” finalizó.
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