La Dra. Beata Wojna y el profesor Juan Carlos Cobián analizan los últimos avances de la guerra entre Rusia y Ucrania y dan su prospectiva para 2023
El envío de tanques militares a Ucrania por parte de países de Occidente ante la invasión de Rusia es un punto de inflexión en este conflicto, coincidieron expertos del Tec de Monterrey.
“Los desarrollos que estamos viendo en este conflicto son parte de un cambio en el orden internacional, esta guerra significa un punto de inflexión para todos”, explicó la Dra. Beata Wojna profesora de campus Santa Fe.
Estados Unidos, Alemania, Polonia acordaron oficialmente el envío de tanques luego de meses de no ofrecer este apoyo por temor a una escalada en el conflicto. Sin embargo, Rusia condenó esta acción y dijo que responderá en el campo de batalla.
Si bien todavía no se sabe exactamente cuándo recibirán, se pactó el envío de 130 carros de combate, de los cuales se incluyen el Leopard 2, el M1 Abrams, así como el Challenger 2.
Conoce más del desarrollo de este conflicto internacional a partir del análisis y prospectivas que brindan estos expertos en Relaciones Internacionales del Tec.
El peso de la historia
Alemania produce la mayoría de los tanques pesados Leopard 2 y tiene la licencia para exportarlos.
El primer ministro alemán Olaf Scholz no había tomado una decisión de apoyar a Ucrania, debido en parte al peso histórico de las pasadas guerras mundiales, en la que tanques alemanes provocaron la muerte de miles de rusos.
Esto lo ha declarado el presidente ruso Vladimir Putin, quien condenó a Alemania por esta acción y recordó que la invasión de Ucrania se debió para combatir a grupos neonazis.
“Increíble, pero cierto: nos vuelven a amenazar los tanques alemanes”, dijo Putin en la ceremonia del 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania en Stalingrado, el pasado 2 de febrero.
Sin embargo, Alemania tomó la decisión en conjunto con Estados Unidos y Polonia.
¿Por qué los tanques pueden cambiar el panorama para Ucrania?
De acuerdo con la profesora Wojna, el compromiso de países de peso, como Estados Unidos y Alemania, con el Estado ucraniano para el envío de tanques significa una nueva etapa dentro del desarrollo de este conflicto.
“Esto definitivamente fortalece a Ucrania desde un punto de vista militar, ya que se trata de armamento muy sofisticado, moderno y de gran alcance”, reconoce la Dra. Wojna.
“El compromiso le brinda más capacidades militares a Ucrania para llevar a cabo la contraofensiva que ha iniciado en septiembre del año pasado para recuperar los territorios ocupados”, añadió.
Ahora bien, un punto relevante que destaca la académica es el hecho que todavía no están los tanques en terreno ucraniano, a la par de que se necesita entrenamiento para el uso de los mismos.
“Se necesita una tripulación adecuada para cada uno de esos tanques con las capacidades de maniobrar en el terreno y maniobrar la tecnología que tienen esos tanques”, aclaró.
“Entrenamientos normales para usar estos tanques es de usualmente medio año a un año, entonces se tendrá que reducir a un tiempo mucho más corto”, detalló.
Un punto de ventaja para la experta es que, si bien no cabe duda que las fuerzas armadas rusas son poderosas y extensas, a lo largo del 2022 se mostró cómo estas no han sido capaces de lograr los objetivos que se habían propuesto.
Aliados y observadores silenciosos para el Estado ucraniano
Esta no es la primera vez que organismos internacionales como la OTAN y Estados de Occidente han intervenido y apoyado indirectamente al ejército ucraniano a partir de armamento.
“Hasta ahora Occidente le ha aportado a Ucrania elementos esenciales como los sistemas de defensa antiaérea para defenderse de ataques de misiles, drones y tanques, un gran paso para fortalecer y permitir una contraofensiva ucraniana”, indicó Wojna.
Asimismo, la académica recalca cómo la OTAN ha fungido un doble papel hasta ahora, siendo que es una organización formada en parte por países que son vecinos de Ucrania, así como de Rusia.
Siendo así, la experta explica que una de las preocupaciones centrales de este organismo y sus miembros es que no exista una amenaza directa o no se extienda la guerra a los territorios de los países vecinos.
“En este sentido ha sido muy cuidadosa, también en su apoyo a Ucrania, para que las acciones de la OTAN no se interpreten por Rusia como una agresión”, explica la maestra.
La profesora también explicó que el armamento que se ha enviado hasta el momento no se ha hecho a través de la OTAN, sino que cada país ha actuado individualmente, siendo el apoyo militar más importante el de Estados Unidos.
“No hay que olvidar el apoyo de países como Letonia, Estonia y Lituania, Finlandia, Suecia, Polonia, etc. que han dado bastante en relación con sus economías y hasta han apoyado en cuestiones de refugiados y ayuda humanitaria”, enfatizó Beata.
A partir del compromiso que hubo en el tema de los tanques, ucranianos han pedido por apoyo adicional solicitando a los Estados Unidos el envío de jets F-16, un panorama que la doctora pone en cuestionamiento.
“En una conferencia reciente, el presidente Biden dijo categóricamente que no se iban a enviar aviones F-16, quizás esta respuesta fue un poco anticipada, pero creo que hay que esperar a ver hacia dónde se desarrolla este debate”, agregó.
La estrategia de Ucrania y efectos esperados
Según analiza Wojna, la principal preocupación en este contexto es que el armamento que se envíe a Ucrania no se use por los ucranianos para realizar los ataques dentro del territorio de Rusia.
“Básicamente que el armamento sirva meramente para defender el territorio de Ucrania y eventualmente para recuperar los territorios que están ocupados en estos momentos”, aclara.
Para la experta, una respuesta más reaccionaría es crucial dado que Ucrania se encuentra defendiendo tanto su territorio como su soberanía, pero el objetivo no es que ataque a Rusia en el mismo territorio ruso, añadió.
Teniendo en consideración esta estrategia y sus posibles efectos a lo largo de 2023, se espera que este año se logre absorber las consecuencias negativas en el ámbito económico de la guerra de Rusia contra Ucrania.
“El año pasado vimos una inflación muy elevada y una presión muy grande sobre todo en dos en dos tipos de productos: energéticos y agroalimentarios especialmente en el tema de los granos”, reflexionó Beata.
“A lo largo de estos últimos meses se pudo solucionar de alguna forma el tema de los granos, especialmente a raíz de un acuerdo entre Rusia y Ucrania y eso suavizó las presiones hacia los mercados de los granos”, añadió.
Otra tendencia que la profesora espera continúe en 2023 es la independización que Europa ha tenido de los recursos energéticos rusos, tanto de gas como petróleo.
“En el tema del gas vimos una combinación muy particular, entre que los europeos buscaron diversificarse a través de otros proveedores de este recurso a la par del hecho que al no hacer tanto frío, bajaron los precios del gas”, expuso la profesora.
“Todo esto significa una buena señal de que a lo largo de los próximos meses podemos esperar menos presiones hacia los productos energéticos, alimenticios, menos inflación e incluso crecimiento económico según el FMI”, compartió.
Estos son los 5 escenarios posibles para la guerra en 2023
De acuerdo con el profesor Juan Carlos Cobián, es hasta la primavera de este año que podremos ver acciones concretas tanto de las tropas ucranianas como contraataques de las fuerzas rusas.
“Ahora la guerra está en una fase de estancamiento, sobre todo por las condiciones climatológicas, pero cuando llegue primavera comenzaremos a ver más de su desarrollo”, indicó el profesor Juan Carlos Cobián de Campus Monterrey.
No obstante, y tomando como referencia la publicación de GlobSec, el experto reconoce la existencia de cinco escenarios probables en este conflicto.
“Esta prospectiva toma en consideración factores como el nivel de agresividad de Rusia, el liderazgo y apoyo hacia Putin, los recursos que envíe Occidente a Ucrania, la moral de las tropas ucranianas, la posesión de armas nucleares, entre otros”, aclara el experto.
1. Oportunidad de una Tercera Guerra Mundial (probabilidad 10%)
Si bien el profesor Cobián ve este escenario como uno de los menos probables, esta visualización toma en consideración el uso de las armas nucleares rusas como una herramienta de amenaza dominante.
“Este escenario es probablemente el más catastrófico, ya que la guerra se va más allá de las fronteras de Ucrania, habría riesgos de contaminación nuclear globales, ataques directos a países de la OTAN y abriría la puerta a conflictos en otras regiones”, explicó Cobián.
China-Taiwán, India-China, India-Pakistán, Irán-Israel son algunos de los conflictos a gran escala que este escenario prevé a la par del fracaso de las instituciones de Bretton Woods, como Naciones Unidas, la UE, la OTAN, etc.
2. Falta de recursos disminuyen posición militar de Rusia (25%)
Este escenario todavía prevé un panorama relativamente negativo, según indica el profesor, ya que la amenaza de armas nucleares impide el apoyo militar de Occidente a Ucrania y esto evita la liberación de ciertos territorios.
“Básicamente se habla de un periodo de guerra durante todo 2023 donde de poco a poco Rusia se va debilitando por no poder costear su presencia en Ucrania”, remarcó.
De acuerdo con Juan Carlos, los efectos más negativos de este escenario se vinculan a las grietas que se crearían por parte del frente europeo ante Rusia, es decir, la “fatiga de guerra”.
3. Se vence a Rusia recuperando ciertos territorios (40%)
De acuerdo con el experto, esta posibilidad considera que con la ayuda militar Occidental a la par de una serie de contraataques exitosos por parte de Ucrania, se logre restablecer las fronteras a como estaban antes del 23 de febrero de 2022.
“Este escenario es el que se tiene como el más plausible por su nivel de probabilidad, claro que como todos también considera aspectos negativos como los resultados de las negociaciones en torno a Crimea y Donbás”, aclara.
Asimismo, el experto añade que en este escenario la seguridad europea no se vería necesariamente fortalecida, la amenaza nuclear seguiría siendo un factor a tomar en mente y todavía habría cuestionamientos hacia las organizaciones globales.
4. Se recobran todos territorios y hay acuerdo de paz (20%)
En esta prospectiva, se visualiza que Rusia controlase menos del 10% del territorio ucraniano con Ucrania dominando en batalla durante 2023 al punto de ser capaz de recuperar todos los territorios, excluyendo Crimea, para otoño o antes.
Asimismo, un punto clave en este escenario es que tanto dirigentes políticos rusos como cabezas de Estado retirarán su apoyo al liderazgo de Putin, lo que también servirá para demostrar la debilidad de los regímenes autoritarios.
“Aunque no es el escenario de menor probabilidad si lo veo muy distante, sobre todo considerando las estrategias que han tenido los ucranianos hasta el momento y el hecho de que apenas se van a adaptar a equipos nuevos”, argumentó Cobián.
5. Se restablece por completo el territorio ucraniano (5%)
En lo que el experto considera el escenario más optimista y de menor probabilidad, las fuerzas ucranianas lanzan múltiples contraataques consecutivos y simultáneos donde recuperan la mayor parte de sus territorios, incluyendo Crimea.
“Aquí nos presentan a una Rusia derrotada que se ve obligada a entablar negociaciones de paz en los términos definidos por Ucrania y sus aliados, mismos que incluyen su desmilitarización y reparaciones por la guerra”, indicó.
Asimismo, se contemplan profundos cambios geopolíticos en el equilibrio de Europa a partir de la caída del régimen de Putin y una posible descentralización de Rusia, lo que abre la oportunidad para el desarrollo democrático de otros Estados.
“Por el momento yo creo que hay que estar sumamente atentos a todos los actores en juego, analizar actitudes dubitativas como las que presentó Alemania anteriormente y prestar mucha atención a los cambios políticos”, concluyó.
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