Posts de Facebook, twitters y noticias en los periódicos relatan de manera sorpresiva cómo algunos médicos, enfermeras o pacientes diagnosticados con COVID-19 han sido atacados o discriminados.
Este tipo de efectos negativos que también trae la pandemia requieren ser erradicados con mejores conductas, consideró Pablo Ayala, decano asociado de Formación Ética y Ciudadana de la Escuela de Humanidades y Educación del Tec.
“Es importante tener una actitud de solidaridad y empatía; esta pandemia no es algo que no hayamos conocido antes; el no actuar de manera responsable puede poner en riesgo nuestras vidas y las de los demás”, señala Ayala.
El decano comparte acciones para que, como ciudadanos, generemos un ambiente de mayor solidaridad y entendimiento.
MARCA UN ALTO A LAS AGRESIONES Y A LA DISCRIMINACIÓN
“Cuando las personas tienen miedo reaccionan de manera violenta, estamos viendo muchos ejemplos y momentos donde el miedo obnubila la razón y hace que las personas actúen de ese modo”, considera Ayala.
“Resulta moralmente absurdo atentar contra quien puede salvar nuestra vida y también es condenable moralmente, porque estamos atentando contra la vida y la integridad de otra persona”.
Para controlar esas conductas es necesario primero identificar qué sentimientos estamos viviendo ante la situación y cómo nos están afectando.
“La meditación y técnicas de mindfulness ayudan mucho a identificar cómo me estoy sintiendo, cómo estoy viendo el momento en el que me encuentro y desde ahí ya puedo empezar a poner algún mecanismo de autorregulación y de control”, aconseja.
El especialista señala que también podemos hacer que los demás erradiquen conductas no aceptables.
“Si nosotros ayudamos a que los demás descubran el poder disuasor que tiene la empatía podríamos evitar muchos comportamientos de este tipo”, sugiere.
PONTE EN LOS ZAPATOS DEL OTRO
“La empatía es un sentimiento moral que nos permite ponernos en el lugar del otro e imaginar cuál es la situación que viven en este momento”, explica Ayala.
Para poder simpatizar con los demás, el experto dio algunas recomendaciones:
- Infórmate
Hay que tener muy claro quiénes son las personas que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad, como los médicos y enfermeras, pero también personal de limpieza o policías, que corren un alto riesgo de contraer un contagio en los espacios donde trabajan.
- Conoce historias
Si nosotros conocemos las historias de vida de la persona que se salvó, que narra el infierno que vivió con la enfermedad, la primera reacción que uno tiene es esconderse en el rincón más seguro de tu casa porque no te quieres contagiar.
- Simpatiza con el dolor ajeno
Con su imaginación una persona puede ponerse en la posición del enfermo, del afectado o del médico que está siendo juzgado. Desde esa posición emitir un juicio del papel que vive la otra persona y al recuperar la posición cambia la mirada sobre la vivencia de esa persona.
POR SOLIDARIDAD: QUÉDATE EN CASA Y RESPETA LAS REGLAS
El decano explicó que como ciudadanos hay dos tipos de acciones responsables que podemos tomar para afrontar la pandemia: de carácter intuitivo y de conciencia moral.
“Con relación a lo intuitivo, que es de sentido común, parece que lo más cuerdo es atender el llamado del quédate en casa, por una razón muy simple de entender, quien sale a la calle sin un motivo se expone a contraer el virus y expone a su familia al contagio”.
“Respecto al llamado a nuestra conciencia moral, desde el marco de una ética del cuidado y hospitalidad, podemos decir que es de justicia que nos quedemos en casa, nos solidaricemos y cuidemos a todas las personas vulnerables”.
Acentuó que, es importante ser responsables ante la pandemia, pues de no serlo, lo que para unos puede reflejarse simplemente en como un fuerte catarro para otros puede significar una muerte segura.
“El quedarse en casa es un acto de solidaridad y me quedo en casa porque al ponerme en el lugar de los demás me doy cuenta del daño que les puedo generar.
“Hay que darnos cuenta del sufrimiento y el dolor que genera la enfermedad y en ese sentido y yo no la quiero provocar; por lo tanto, mi solidaridad es desde casa, no saliendo y teniendo cuidados básicos de higiene”, concluye Ayala.
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