Algo cambió en la vida de Margarita mientras recogía basura en una playa durante su voluntariado en Costa Rica.
No solo botellas de plástico encontró a su paso, sino cualquier cantidad y tipo de residuos que terminaron en la arena, procedentes del mar.
Desde entonces, Margarita Martínez, de 21 años y estudiante de Ingeniería en Desarrollo Sustentable en el Tec de Monterrey, dedica su tiempo a fomentar el cuidado del medio ambiente.
Ella busca generar conciencia en los jóvenes sobre la amenaza del cambio climático.
Para muchos, la motivación de Margarita es muy similar a la de la activista sueca de 16 años Greta Thunberg.
Incluso el diario español El País la nombró: “La limpiadora de México” en su artículo: “10 líderes mundiales que no se rinden”.
Su iniciativa “Limpiemos Nuestro País”, es ya una marca registrada y ha conseguido retirar más de 65 toneladas de basura de espacios públicos en Monclova, Coahuila, y en Monterrey, Nuevo León.
Esto mediante acciones que han involucrado la participación de hasta 500 personas.
“Se siente una satisfacción muy grande en el interior al darte cuenta del poder que tenemos en nuestras manos, porque al final, la gente que ha participado en estas acciones nos ha ayudado a marcar diferencia".
“Uno solo no puede cambiar al mundo, nunca pensé que llegaríamos a tener una respuesta tan grande de parte de la gente”, reconoció la joven quién preside la sociedad de alumnos de su carrera (SAIDS).
Más a allá de sus acciones en espacios públicos, Margarita predica con el ejemplo en casa y es que, junto con su familia, ha implementado en su vivienda un sistema de “zero waste” (cero desperdicios).
Con acciones de reciclaje, la producción de un “fertilizante” a base de un licuado de desechos orgánicos con agua y la fabricación de “ecoladrillos” es como lo ha logrado.
En este contexto, ha impulsado un centro de acopio de ecoladrillos que son botellas de PET rellenas de residuos no orgánicos compactados, que son utilizadas para la construcción de viviendas.
“La vida útil de un ecoladrillo puede ser hasta de 800 años. Son antisísmicos y térmicos por lo que resultan una alternativa viable y sostenible para la construcción de hogares”, explicó Margarita.
Cada viernes ella recoge ecoladrillos del centro de acopio para donarlos a fundaciones.
Margarita es también una activista de la iniciativa mundial “Friday for Future”, movimiento que particularmente en Monterrey busca que las autoridades atiendan el asunto de mejorar la calidad del aire, según explicó.
En cuanto al mensaje emitido por Greta Thunberg en el marco de la UN Climate Action Summit, la estudiante del Tec reconoce en la joven sueca a “la voz que el mundo necesitaba”.
Aseguró que ella ve que la motivación de Greta es auténtica y logrado cambiar la forma de pensar de muchas personas en el mundo.
“La forma en que mandó su mensaje es transparente, Greta ha dado pie a que la gente despierte; es muy impactante ver como una niña de 16 años tiene ese poder". explicó.
Al preguntarle sobre cuál fue la preocupación que la abordó para decidirse a emprender todas estas acciones, Margarita señalo que fue la indiferencia que existe hacia las realidades que el mundo atraviesa.
No solamente en temas de medio ambiente, sino también en lo social ya que el reto del cambio climático es un problema socio ambiental que nos afecta a todos, pero sobre todo a las clases más desprotegidas.
Son ellos quienes resienten con mayor impacto los estragos de los fenómenos climatológicos, como sequías e inundaciones.
“Cómo es posible que haya niños que jueguen entre la basura mientras que yo tuve una infancia privilegiada. Nadie elige en donde nacer. Siento la obligación de dar lo mejor de mi por la gente que no tuvo esa posibilidad”, expresó.
“Tenemos que levantar la voz por la gente que no puede hacerlo, hay quienes no saben leer, ni escribir, no es justo para las personas que no pudieron tener acceso a la educación”, finalizó Margarita.
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