¿Alguna vez imaginaste un vehículo espacial con la capacidad de convertirse en un robot humanoide? Si creciste en los ochentas quizá el concepto te parezca más que conocido.
Como en una película de Michael Bay, ingenieros del Tec trabajan en el prototipo de un “rover” capaz de cambiar su forma a la de un humanoide que pueda realizar actividades específicas en próximas misiones espaciales.
Para lograr este objetivo, el grupo “Space Makers”, integrado por alumnos y profesores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias, será el encargado de convertir un KIA Forte 2020, donado al Tec por la compañía, en un robot espacial.
Paloma González Robles, profesora de Mecatrónica en el Tec campus Monterrey, indicó que el propósito del proyecto es crear un vehículo espacial capaz de cumplir roles específicos en alguna base espacial.
La catedrática de la EIC explicó que la idea nació de incorporar diseño y tecnología pensada en el espacio a un vehículo de KIA montado en una exhibición en Corea, el cual se transforma en humanoide.
“La idea que es que el robot tenga varias funciones dentro de una misión espacial gracias a su capacidad de traslado, movilidad y carga”, señaló la catedrática de la carrera de Ingeniería Mecatrónica.
En el marco del proyecto se busca poner a prueba diferentes tecnologías de sensores, inteligencia artificial y machine learning, así como la autonomía del robot.
"La idea que es que el robot tenga varias funciones dentro de una misión espacial".
El proyecto cuenta además con la asesoría y vinculación de la Agencia Espacial Mexicana, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales en Argentina, así como universidades y empresas nacionales y extranjeras del ramo espacial.
Los diseñadores del prototipo están pensando en incorporar un laboratorio al interior del robot a fin de que pueda realizar tareas de recolección y almacenamiento de muestras y así como medir las condiciones del ambiente.
“Queremos probar nuevas tecnologías y algunas ya existentes para incorporarlas al diseño, adoptando un punto de vista multifuncional para nuestro robot”, indicó González Robles.
La profesora de la EIC destacó que el proyecto se encuentra en una etapa de “prefase” en donde quedará definida la misión del rover, posteriormente se dará inicio a la fase del diseño industrial y finalmente a la fabricación del mismo.
" Adoptamos un punto de vista multifuncional para nuestro robot".
Agregó que en la iniciativa trabajan hasta 80 personas entre alumnos, EXATEC, profesores investigadores y consultores externos de empresas y agencias espaciales.
Los trabajos de ensamblaje se llevarán a cabo en el laboratorio de automotriz del Tec campus Monterrey y se espera que el robot quede listo para abril del 2022.
La meta es que el prototipo sea considerado para reproducirlo y puesto en operaciones en la Misión Artemisa que significa el regreso del hombre a la luna en 2024.
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