Hangzhou, en China, es desde el 14 de mayo hogar del Centro Nacional de Intercambio de Tecnología del Tecnológico de Monterrey en ese país. Su objetivo es, de acuerdo con la institución, materializar su investigación tecnológica de mano de la inversión y talento chinos.
Para lograrlo, 500 estudiantes e investigadores mexicanos llegarán a la capital de la provincia de Zhejiang durante el presente año para trabajar en proyectos sobre biomedicina, ingeniería mecánica e ingeniería alimentaria, así como para buscar aplicaciones de las mismas con fines comerciales.
Profesores emprendedores, académicos y directivos de la Escuela de Ingeniería y Ciencias liderados por la Vicerrectoría de Investigación y Transferencia Tecnológica estuvieron presentes en China, con la finalidad de firmar más de una docena de acuerdos que permitan a las empresas de base tecnológica de la institución acceder al mercado chino.
“Esperamos recaudar 2.5 millones de dólares en Hangzhou, así como entrar al mercado global desde China”, dijo al respecto César Bustos, líder de uno de estos proyectos enfocado en el desarrollo y manufactura de wearables capaces de detectar emergencias cardíacas.
Por otro lado, Alfonso Araujo, director del Centro, explicó que resulta más sencillo acceder a capital y tecnología en China que en otros países, además de que en Hangzhou se hacen presentes las principales industrias, el Internet y la tecnología relacionadas con las investigaciones que se realizan en el Tecnológico de Monterrey.
Ante el panorama global, Manuel Zertuche, Decano de la Escuela de Ingenierías y Ciencias del Tecnológico, dijo que “los chinos están atrayendo talento de todo el mundo con programas agresivos y políticas públicas que favorecen la movilidad de cerebros. Están diseñando y construyendo gigantes ecosistemas de investigación, innovación y emprendimiento en plazos de tiempo sorprendentemente cortos (…)”.
“Los chinos son conscientes de su posicionamiento en el mundo, es un país que se la cree. Aquí el volumen si cuenta, con un mercado interno más grande de mundo y todavía con potencial de compra inimaginable. Se saben y se reconocen poderosos con un poder de mover la economía del mundo (…), afirmó Neil Hernández, vicerrector asociado de investigación y transferencia tecnológica, quien además considera que se debe subir a esa ‘ola’ y “aprovechar al máximo para nuestra institución y para nuestro país”.
Con información de Observatorio de Innovación Educativa.