Las principales consecuencias para México de que Estados Unidos declare “terroristas” a cárteles de la droga mexicanos podrían ser económicas, coincidieron expertos del Tec.
Ante el anuncio que hizo el presidente Donald Trump de que espera que pronto se haga esta declaratoria, en CONECTA contactamos a 3 especialistas para analizar el tema.
La complicación del nuevo tratado de libre comercio y la pérdida de inversión y/o turismo son escenarios posibles, incluso con la pura tentativa de la declaratoria, opinaron.
México, coincidieron, debe mantenerse firme y buscar defender su soberanía.
Raúl Rodríguez Barocio, vicepresidente asociado de Internacionalización del Tec de Monterrey, consideró que la situación sí tiene implicaciones delicadas.
“Llevo 25 años viviendo en Estados Unidos y más de 40 participando en temas bilaterales; puedo apreciar que esta situación es más que preocupante”.
“Las consecuencias de una posible designación son potencialmente muy graves: desde complicar la aprobación del T-MEC y afectar los lazos de cooperación, hasta dar pie a sanciones económicas o incluso a amagar con una acción militar directa o por medio de drones”, agregó.
President @realDonaldTrump tells me he is 90 days into the process of designating Mexican drug cartels as Foreign Terrorist Organizations - which would give US forces more leverage in taking them out. pic.twitter.com/ewSJMkt6rr
— Bill O'Reilly (@BillOReilly) November 27, 2019
Nuestra posición pic.twitter.com/H63ta4ezdX
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) November 27, 2019
A su vez, Iliana Rodríguez Santibáñez, especialista en Derecho Internacional y directora asociada del Departamento de Derecho en el Tec Región Ciudad de México, comentó:
"(Para el mundo) queda la percepción de un estado fallido, débil y vulnerable; impactaría la recepción de capitales, a la dinámica comercial, remesas y al turismo.
"Habría un daño a largo plazo en la economía mexicana".
INTERVENCIÓN MILITAR: ¿AMAGUE O REALIDAD?
No obstante, los especialistas dudan que la tensión en la relación bilateral se vaya a llevar a su extremo máximo.
Eduardo González, profesor de Relaciones Internacionales del Tec campus Guadalajara, compartió que no cree que realmente llegue a la declaratoria de terrorismo de los cárteles.
"Personalmente no creo que se llegue a eso (pero...) sí somos parte del grupo de piñatas que Trump quiere romper en las próximas posadas para abonar en su proceso electoral".
Rodríguez Santibáñez, por su parte, opinó también que no se llegará a un rompimiento en la relación diplomática ni una eventual intervención militar.
"No habría rompimiento, ni intervención, eso no puede ocurrir. Ya está medido por el derecho internacional que condena cualquier tipo de injerencia en un estado sin su consentimiento.
"Nunca van a entrar tropas ni agentes sin el consentimiento de México. Hacer lo contrario generaría una violación al derecho internacional”.
EL PAPEL DE LOS EMBAJADORES Y LA RESPUESTA DE MÉXICO
En medio de todo, un punto alentador es el perfil conciliador que tienen los embajadores de ambos países, hizo ver Rodríguez Barocio.
“En una entrevista reciente en el Tec con el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, encontré en él una visión equilibrada e inteligente hacia México y hacia la agenda bilateral.
“Nuestra embajadora en Washington, Martha Bárcena, también es espléndida. (…) Esta feliz coincidencia no es poca cosa; confío en que servirá para atenuar…”.
González y Rodríguez Barrocio coinciden en que la respuesta del gobierno debe ser firme.
"A mí me parece que el tuit que emite Marcelo Ebrard en relación a respetar la soberanía de nuestro país es la respuesta más adecuada a las bravuconadas del presidente de Estados Unidos", afirmó Gónzález.
Rodríguez Barocio, por su parte, compartió: “He estado en reuniones en donde tanto el presidente López Obrador como el secretario Ebrard han destacado que la política exterior actual no caerá en provocaciones ni protagonismos”.
“Pero esta situación sí requiere posiciones firmes de México, más allá de la urgencia de un plan más claro y eficaz en materia de seguridad nacional”, agregó.
Y coincidió con lo expresado por el presidente: “Lo dicho hasta ahora debe marcar el tono: cooperación sí, intervención no”.
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