Por su labor en la educación, Elisa Guerra fue distinguida por el Tecnológico de Monterrey con el Premio al Mérito EXATEC 2021
Por Ricardo Treviño | Redacción Nacional CONECTA - 03/03/2021 Fotos Cortesía Elisa Guerra

“Un día, alguien me dijo que yo era solamente una ama de casa jugando a la 'escuelita'. Hoy, puedo cambiar esa frase y decir: 'Soy una mamá que se convirtió en maestra'”.

Así recuerda Elisa Guerra cómo pasó de educar ella misma a sus hijos a ser una docente premiada internacionalmente y que colabora en la UNESCO para replantear la educación mundial.

La educadora, conferencista y escritora relata cómo dio sus primeros pasos en la docencia hace más de 20 años en la sala de su casa, al utilizar un método que cree en el potencial de los niños.

“Quizás descubrir la profesión docente fue un accidente, pero, abrazarla, esa ya fue una decisión, el haberme quedado en la educación. Me siento realizada y estoy feliz con lo que hago”, expresó Elisa.

 


 

La egresada de la Maestría en Educación del Tecnológico de Monterrey fundó su propia escuela con una metodología educativa que ha logrado posicionarse en México y el extranjero.

Es integrante de la Comisión Internacional de UNESCO para elaborar el reporte global “Futuros de la Educación”, iniciativa para replantear cómo el conocimiento y el aprendizaje pueden conformar el futuro mundial.

Incluso, por su labor en la enseñanza, ha obtenido distinciones en el ámbito internacional como docente en Latinoamérica y el Caribe, y recientemente ganó el Premio al Mérito EXATEC que otorga el Tec de Monterrey.

“Creo que la educación tiene que ser la manera de ayudarles a todos los niños y a todas las personas a descubrir su potencial y alcanzarlo”.

 

“Creo que la educación tiene que ser la manera de ayudarles a todos los niños y a todas las personas a descubrir su potencial y alcanzarlo”.


 

Busca transformar el futuro de la educación

La egresada de la Maestría en Educación del Tec fue invitada en mayo de 2019 para integrar la Comisión Internacional para los Futuros de la Educación de la UNESCO.

“Es un grupo integrado por 17 personas; fuimos llamadas por invitación de la directora general de UNESCO, Madame Azoulay, y el mandato que nos han dado es reimaginar la educación con miras al 2050.

“Trabajamos en un reporte global que nos pueda llevar hacia esa educación que imaginamos; por ejemplo, participé en un subcomité sobre el rol del maestro y la transformación necesaria de las escuelas”, explicó.

Para elaborar este reporte, Elisa trabajó con el profesor Fernando Reimers, de la Universidad de Harvard, y la expresidenta de Letonia, Vaira Vīķe-Freiberga.

“Estoy aprendiendo muchísimo de toda esta gente, soy la única maestra de educación básica, pero ya que estoy ahí, lo estoy disfrutando mucho”, expresó Guerra.

 

 

 

Su papel como escritora

Elisa aún recuerda que cuando cursaba el tercer año de primaria se decía a sí misma: ‘Yo quiero ser escritora cuando sea grande’.

Ahora, además de libros de texto, Elisa ha trabajado en obras de poesía y educación, algunos, incluso han sido un apoyo para padres de familia durante la pandemia.

“Mi hija Ana y yo -ella estudia también en el Tec- hemos estado publicando algunos libros, que son la historia de tres hermanitos que viajan alrededor del mundo, como parte de un programa de ciudadanía global para preescolares.

“Hicimos un libro que se llama Leo, Ana y Santi se quedan en casa. Son los nombres de mis hijos y los niños protagonistas de la serie, lo empezamos a dar gratis para que todos los papás que tuvieran niños en casa lo pudieran leer”, dijo.

Además, junto a Armand Doucet, Elisa es coautora del eBook Esperanza, ¿Dónde estás?, en el que su hija Ana apoyó como ilustradora y que ha sido traducido a 50 idiomas.

 

 

Su primera aula fue en su casa

Cuando Elisa se convirtió en mamá decidió que quería darle la mejor educación a sus hijos, por lo que comenzó a documentarse con libros sobre técnicas de aprendizaje temprano.

Así, encontró el libro Cómo enseñar a leer a su bebé, de Glenn Doman, médico, autor y fundador de los Institutos para el Logro del Potencial Humano, en los que ayudaba a niños con lesiones cerebrales y sanos a tener un mejor aprendizaje temprano.

“Fue uno de los libros que leí cuando me convertí en mamá. Me atrapó por completo y empecé a enseñarles a leer a mis hijos en casa desde mucho antes de los 6 años”, platicó la EXATEC.

Sus hijos, Leo y Ana, comenzaron su aprendizaje en la sala de su casa, pero Elisa sentía que ya era necesario que fueran a una escuela, pero ninguna la convencía.

“No encontraba una (escuela) preescolar que cumpliera con mis expectativas. Eran muy buenas, por supuesto, con lindas instalaciones, con maestras cariñosas, pero en los programas era lo que sentía que se quedaban cortos”, recordó.

 

Elisa Guerra (centro) comenzó con su carrera docente enseñando a sus hijos Ana (izq.), Leo (centro), y Santi (der.) en casa.
Elisa Guerra dio sus primeros pasos en la enseñanza educando a sus hijos en la sala de su casa.



Aprovecha su experiencia para titularse de maestra

Su sueño de ser escritora la llevó a estudiar Letras Hispánicas en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, pero no terminó la carrera.

Ya como mamá, Elisa fundó su primera escuela en 1999 y siguió aprendiendo e interesándose cada vez más en libros de Doman.

Pese a todo su esfuerzo, no contaba con un título de maestra y aprovechó que en 2004 la Secretaría de Educación Pública hizo la educación preescolar obligatoria y lanzó una convocatoria para titular a personas con experiencia docente.

Elisa aprovechó la convocatoria para recibir su título, que la llevó a crear en el 2004 el Colegio Valle de Filadelfia, que hoy tiene presencia en 7 ciudades en México y 5 países de América Latina.

“Empezamos con 17 alumnos. Actualmente en México tendremos alrededor de 800 y en todos los años tal vez hayamos alcanzado a unos 10 mil niños”, platicó Guerra.

 

“Empezamos con 17 alumnos. Actualmente en México tendremos alrededor de 800 y en todos los años tal vez hayamos alcanzado a unos 10 mil niños”.

 

En 2015, Elisa fue reconocida con el Premio Alas-BID (que entrega el Banco Interamericano de Desarrollo) en la categoría de mejor educadora en América Latina y el Caribe.
Elisa ha sido distinguida con reconocimientos por su labor en Latinoamérica.

 

La adaptación un método de aprendizaje la llevó a todo esto

Inspirada por Doman, Elisa comenzó a utilizar su método e hizo adaptaciones acorde a su escuela, hasta crear una nueva versión, pero con los mismos fundamentos y aprobada por sus fundadores.

“Toda la filosofía viene de los programas de Glen Doman y los Institutos para el Logro del Potencial Humano, que por cierto yo he sido directora voluntaria para estos institutos desde el 2001 para Latinoamérica”, agregó.

Con el paso del tiempo la EXATEC fue haciendo adaptaciones en la metodología, también con base en las tendencias educativas que veía que funcionaban en otros países.

“Le fui agregando algunas cosas, como por ejemplo, me encantó el programa de desarrollo de habilidades del pensamiento a través del arte de la Universidad de Harvard, e incorporé algunas cosas de ahí”, explicó Elisa.

 

"Quizás descubrir la profesión docente fue un accidente, pero, abrazarla, esa ya fue una decisión".

 

La educadora dice que su modelo se distingue por creer en el potencial de los niños pequeños durante sus primeros años.

“Es actuar con programas que desarrollen al máximo el potencial que todos los niños tienen, siempre dentro de un marco de amor, alegría y de respeto, sin presionar o atosigar al niño.

“De ahí se derivan muchas otras cosas como la atención a los intereses del niño, desarrollo psicoemocional, desarrollo a través del arte, en fin, de ahí digamos que es casi como un arbolito que se ramifica casi hasta el infinito”, aseveró.

El Método Filadelfia, como llamó la adaptación de los métodos Doman, también llegó a otras instituciones educativas de Latinoamérica, a través de una serie de 25 libros de texto para estudiantes y profesores de preescolar y primaria

 

 

Sus hijos, su mayor logro

Cuando alguien le pregunta a Elisa cuáles son sus mayores logros en la vida, su respuesta es contundente: sus hijos, pues gracias a ellos, es que cumplió su sueño de ser escritora y hacer de la docencia una profesión.

“Ellos han sido la razón de todo y de lo que más orgullosa me siento el día de hoy, esas tres personas que ayudé a formar y que al día de hoy me siguen dando enormes alegrías.

“Son ellos quienes empezaron todo esto, entonces, me refiero a ellos como logro personal y profesional, yo me hice maestra por ellos”, expresó.

 

 

“Por temas económicos de mi familia tuve que dejar la carrera; de alguna manera llegué a la Educación y fue precisamente a través de ella que pude rescatar mi sueño de escribir y de publicar”, comentó la autora.

Apasionada de la lectura y la música clásica, la EXATEC destaca la formación que tuvo en el Tec gracias a una beca para cursar la Maestría en Educación.

“De alguna manera en el Tec me formaron en toda la parte profesional de educadora, sentí que me dieron carrera y maestría exprés. 

“En el Tec me gustó mucho la exigencia académica y la formación humanista. Haber recibido el Premio EXATEC fue muy bonito, es muy lindo cuando las personas que te formaron voltean hacia ti y te dicen, ‘nos has representado bien'”, concluyó.

 

"Haber recibido el Premio EXATEC fue muy bonito, es muy lindo cuando las personas que te formaron voltean hacia ti y te dicen, ‘nos has representado bien'”.

 

Por su trayectorialiderazgo aportaciones a la sociedad, cinco egresados del Tec de Monterrey recibieron el Premio a la Trayectoria EXATEC 2021.

La entrega del premio se realizó en una ceremonia virtual en el marco de la Reunión de Consejeros 2021 del Tec de Monterrey.

Junto a Elisa GuerraJuan Francisco BeckmannGimena PeñaEric Hágsater Jaime Lomelín fueron anunciados como los ganadores de esta edición.

 

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