Herramientas de inteligencia artificial generativa de texto como el ChatGPT han despertado interés en las universidades y escuelas por el riesgo que pueden tener de que el alumno genere texto ahí como si fuera propio.
Al mismo tiempo, instituciones educativas y docentes han visto también oportunidades de aprovechamiento de estas herramientas.
En un artículo anterior de CONECTA, abordamos la pregunta si el ChatGPT es justo ¿un riesgo o también una oportunidad para la educación?
Y te compartimos ahora aquí algunas utilidades positivas y prácticas cómo los profesores y universidades pueden utilizar el ChatGPT y herramientas similares.
1.- Resolución de problemas simples
Pablo Ayala, exdirector de Formación Ética del Tec de Monterrey y actual director de Impacto Social de la institución, es experto en herramientas que ayudan al plagio escolar.
Recomienda que por lo mismo, es mejor aprovechar ChatGPT intencionalmente desde la clase, y que, en ese caso, puede ser muy útil para ciertos temas como resolver problemas simples, como si fuera una calculadora.
"ChatGPT va a ser muy provechoso cuando queramos poner a nuestro estudiantado a encontrar respuestas a preguntas y problemas muy concretos", explica.
En contraste, opina, "será muy poco conveniente si tratamos de buscar respuestas a problemas complejos".
2- Contraste y análisis de fuentes
Ayala cuenta a CONECTA que, en sus pruebas con la herramienta, ChatGPT incluso inventó una fuente que no existía.
"Le pedí que me generara información con base en artículos de gente que hablaran sobre ese tema", relata. "Me dio un autor que no conocía. Y entonces le pregunté: ¿Y este autor existe? Y me dijo: No, no existe. Lo inventé porque tú me pediste bibliografía"
En ese sentido, Fernando Purcell, vicerrector académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, afirma que otra manera útil de aprovechar la herramienta es justo analizar de dónde está sacando la información.
Los profesores pueden así poner a trabajar a los alumnos y alumnas con un texto generado por el chat para identificar y analizar cuáles son las fuentes de información que nutrieron sus mecanismos.
3.- Análisis crítico de sus respuestas
Purcell también sugiere que se puede poner a los estudiantes a sacar sus propias conclusiones o definir si la información que arroja la herramienta es verídica o falsa.
El estudiante debe criticar, analizar y complementar lo que la herramienta presenta.
De esta manera, la herramienta, en vez de ser prohibida, se utiliza, pero luego el alumno se obliga a analizar críticamente el propio trabajo de la misma, con el conocimiento que debe tener o adquirir de la materia de estudio.
4.- Solicitudes enfocadas
Pablo Ayala sugiere que los profesores pueden trabajar primero revisando información en ChatGPT.
Una vez hecho esto, el profesor o profesora puede pedir a los alumnos hacer peticiones de solicitudes puntuales a la herramienta, sabiendo lo que puede ofrecer y cómo se va a utilizar en la clase.
Por ejemplo, decirle al alumno; a partir de esta fuente que ya revisé, trabaja con el ChatGPT y pregúntale de estos temas.
5.- Como fuente de lluvia de ideas
También, otra manera que puede ser muy útil por ejemplo en materias o carreras de temas creativos es usar a la herramienta como fuente de ideas.
Por ejemplo, decirle a los estudiantes que soliciten al ChatGPT una lista de palabras o conceptos asociados a un tema y a partir de ahí, retomar algunas ideas para desarrollar propuestas creativas más elaboradas.
Si tienes más ideas o ejemplos de cómo utilizar este tipo de herramientas de manera útil en la educación, compártelos y dialoga con la comunidad CONECTA.
La inteligencia artificial como un asistente o apoyo en la educación
En una charla organizada por el Instituto para el Futuro de la Educación del Tec de Monterrey, la profesora Reyna Martínez habló sobre ver a la inteligencia artificial como un asistente para el profesor o estudiante.
“Hay que educar acompañando a los estudiantes, sí sabemos que hay una inteligencia artificial, pero el estudiante no se puede quedar solo con este asistente.
“Algunos estudiantes ni siquiera la saben usar o no la saben usar bien o no la están usando éticamente”, explicó.
Comentó que los profesores deben abordar el tema de la inteligencia artificial, específicamente sobre GPT y la ética, para evitar un mal uso de la herramienta.
“Y esa parte de la ética en el uso de la inteligencia artificial es algo que como docentes nos corresponde fomentar y platicar con nuestros estudiantes.
“Hay que recordarles que es una herramienta, no es de por sí con lo que van a hacer sus tareas porque entonces serían comprometidas sus competencias, que hay un uso correcto dentro y fuera de la escuela, se debe de utilizar a favor de los demás y con pensamiento crítico”, argumentó.
En cuanto al rol de las instituciones, comentó que se deben realizar nuevos acuerdos académicos en el proceso de enseñanza-aprendizaje pero para ello, los docentes deben capacitarse.
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