Miranda Lemoine consiguió una beca artística en el Tec de Monterrey donde reinventó su estilo musical
Desde los 7 años, Miranda Lemoine practica música clásica en el piano, y gracias a su talento artístico, ingresó al Tec de Monterrey tras obtener una beca por su talento artístico.
Miranda creyó que formaría parte de la orquesta sinfónica del Tec, sin embargo, su beca fue asignada para ser parte del ensamble musical, lo que representó un giro en su vida artística.
La joven llevaba tocando música clásica más de 10 años, y aprender otro estilo musical representó un reto para la estudiante de segundo semestre del área de negocios de campus Monterrey,
Música clásica vs música contemporánea
La joven de 19 años señala que cuando entró al Tec tenía pensado que iba a entrar con la orquesta, pero le avisaron que su beca era para el ensamble y teatro musical.
"Nunca había tocado música popular en mi vida", al señalar que desde pequeña había tocado solo música clásica.
En su palmarés artístico se encuentra haber ganado el primer lugar en concursos como: International Art Festival Star Surf de Bulgaria, The Music of America en el concurso Great Composers Competition de Londres.
Además, ganó el primer sitio en el concurso internacional de piano de Ucrania en la categoría de Best Mendelssohn Performance, entre otros.
“Gané en un concurso en Londres como mejor artista, obtuve un tercer lugar en París, primer lugar en Israel, en Brasil y Rusia", todo ello, en ejecución de música clásica.
Tropiezo la lleva a abrirse a otros géneros musicales
Pese a cosechar reconocimientos en música clásica, Miranda recuerda cómo fue su primera audición durante su primer semestre.
“Tuve una audición para un musical de rock y yo solo había tocado música clásica".
Al recordar ese momento, esboza una sonrisa y revela: "No quedé como pianista en ese musical”.
Esa experiencia no la dejó conforme, por lo que Miranda no se dio por vencida y eso permitió que se abriera a conocer más sobre otros géneros musicales.
Sin embargo, la joven originaria de Monterrey cuenta que no quedó del todo fuera de ese ensamble musical.
“Gracias a mi maestro me pude quedar como asistente de producción y aprendí bastante de todos los músicos que estaban ahí y me preparé.
“Al siguiente semestre me dijeron que había una audición de música disco".
En esa ocasión, Miranda audicionó con la canción ‘I Will Survive’ con arreglos musicales que ella misma hizo.
“Tuve que cambiar mi mentalidad, siempre había tocado música clásica y me di cuenta de que hay un mundo dentro de la música. Logré hacer mi audición y me eligieron”.
Miranda Lemoine participó el pasado mes de junio en las funciones que el ensamble musical ofreció en el campus Monterrey.
“La música clásica es mi vida y la sigo amando, pero quiero conocer otros caminos de la música, ha sido una experiencia increíble estar en el ensamble”.
Cambio de mentalidad en la música
Miranda señala que desde niña tomó clases de inducción musical, pero vio el piano y fue entonces que quiso tocarlo.
"Avancé muy rápido y a los 7 años le dije que quería ser pianista profesional y concertista. Desde los 10 años he estado con la maestra rusa Antonina Dragan y gracias a ella tengo esta gran técnica”, comentó.
La joven agregó que adaptarse a una nueva rutina de estudio musical fue complicada, pues estaba acostumbrada a tocar guiada por una partitura y en el Tec tuvo que aprender a escuchar más y deducir las notas y el ritmo de la pieza musical.
“El hacer algo distinto, algo nuevo me ha hecho crecer, he aprendido mucho sobre cómo expresar lo mismo con distinta música”, agregó.
Miranda ha participado con la Orquesta Juvenil de Celaya y la Orquesta de la Universidad de Nuevo León en Monterrey.
También tuvo una participación en VibrArt 2023, el festival nacional de las artes del Tec de Monterrey.
Busca fisionar el piano y los negocios en su futuro
Actualmente, otro de los retos para la pianista fue tomar la decisión entre irse a un conservatorio para continuar su desarrollo artístico o estudiar en el Tec de Monterrey.
“Estaba revisando a dónde me iba a ir a estudiar, estaba entre Alemania o Rusia para hacer mi carrera como pianista clásica, pero decidí que no era mi camino, y todos se quedaron sorprendidos.
“Quiero encontrar algo distinto en este caso los negocios y quiero mezclarlo para crear algo Ha sido muy retador, aún me pregunto cómo hubiera sido si me hubiera ido a un conservatorio, pero no me arrepiento de mi decisión".
Sentada en un piano a las afueras de la Biblioteca del campus Monterrey, tras tocar un fragmento de "I Will Survive", dice:
“La música clásica es mi vida y la sigo amando, pero quiero conocer otros caminos de la música, ha sido una experiencia increíble estar en el ensamble”.
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