Integrantes de la comunidad Tec comparten cómo ven las relaciones, las apps de ligue y otros temas alrededor del amor y las parejas
Ligar por apps, tener relaciones abiertas o practicar la poligamia, son aspectos del amor y las relaciones que para algunos puede ser algo cotidiano, pero en otros casos algo no muy común.
Según Adriana Villarreal, psicóloga y profesora en el Tec de Monterrey, las relaciones han ido transformándose con los años, pero también han mantenido similitudes que perduran por generaciones.
“Algo que sigue es que la gente necesita compañía, gente con quien conectar. Yo quiero sentirme especial para alguien y quiero hacer sentir a alguien especial.
“Antes se elegía pareja pensando en alguien que tuviera trabajo estable, pero la forma actual de elegir ha cambiado. Hasta puedes elegir por una computadora”, enfatizó la psicóloga.
Además de la visión de la especialista, CONECTA entrevistó a cuatro personas de la comunidad del Tec, de diferentes generaciones y contextos, para conocer cómo ven las relaciones, las citas y la manera de ligar.
Alejandrina Martínez de 39 años y 12 años de casada; Kevin Charles de 30 años y 3 años de noviazgo; Melissa Arizmendi de 21 años y César Garcia de 19 años, ambos solteros, quienes compartieron sus experiencias.
El amor antes y después: los primeros encuentros
Alejandrina conoció a quien es su esposo en 2001, cuando ambos eran catequistas en una parroquia católica. Tras 2 meses de salir fueron novios y 6 años después se casaron.
Para ella las citas eran salidas a lugares públicos como ir a Carl's Jr., un restaurante de hamburguesas.
Su esposo le propuso ser novios invitándola a salir a un museo en su ciudad desde las 11 de la mañana y tras una visita a un parque y una cena le pidió formalizar el noviazgo.
“Me preguntó que sí me gustaría formalizarlo. Ya luego le reclamé que qué era esa pregunta para pedir ser novios, pero dice que hasta el taxista que lo llevó le aplaudió”, comentó riendo Alejandrina.
Kevin, por otra parte, conoció a su novia durante un paseo en el parque con su perro. Luego de un par de veces de coincidir y hablar, él le pidió su número y comenzaron a platicar por mensajes.
Un mes más tarde fue ella quien le pidió que fueran pareja tras una salida al parque de beisbol de su ciudad.
“Me dice ella “¿Por qué no andamos?” y traté de pensar en alguna razón para decir no, pero no era más que un poco de miedo, así que dije va”, recordó Kevin.
Por otra parte Melisa y César conocieron a sus últimas parejas durante eventos escolares.
Melisa durante un viaje a Chiapas para realizar una materia de su plan de estudios del Tec y César durante la preparatoria y posteriormente en redes sociales.
La forma de ligar
Tanto Melisa como César han tenido relaciones haciendo uso de las redes sociales o a distancia.
Melisa tras conocer a su pareja en Chiapas durante un curso de su escuela que duraba 5 semanas, entabló una relación a distancia en la que se vieron hasta antes de la pandemia.
Sin embargo, considera que es preferible comenzar a salir con alguien que conoces de tiempo atrás e incluso, piensa que la amistad debe ser un primer paso para una relación.
César mencionó que comenzó a hablar con su última pareja usando redes sociales y durante la pandemia ha utilizado algunas apps para conocer gente.
Además, indicó que una manera en que tanto él como su generación suelen ligar con personas en antros, ya sea llamando la atención de la otra persona iniciando alguna plática casual.
Para Kevin es distinto, ya que en lugar de antros menciona que era común cortejar a una persona en fiestas y no tanto en lugares públicos.
“El ligue es un jueguito de tener que llamar su atención. Hay veces que funciona pero solo por el momento. Siento que si quieres una relación no aplica tanto ese juego como tal”, comentó.
Alejandrina recuerda que la manera en la que pretendían a las personas cuando era soltera era mediante grupos en común, invitaciones a platicar para conocerse y llamadas al teléfono de casa.
“Ahí tenías que investigar cuál era el número de la casa de la persona y tenías que llamar o incluso ir a su casa y preguntar si estaba. Era un acercamiento más personal”, considera.
Las primeras citas
En algunos puntos de las relaciones de amor, las diferencias no solo se dan entre las diversas generaciones, si no que también entre hombres y mujeres, independientemente de la edad.
Kevin y César creen que las primeras citas deben ser en lugares públicos donde haya actividades que realizar.
Por ejemplo Kevin afirma que un estadio de béisbol es el lugar indicado para una cita ya que hay espacios para comer, beber, platicar e incluso usar al deporte como tema de conversación.
César por otra parte menciona que las ferias son una buena locación para invitar a salir a alguien por la cantidad de actividades que hay como juegos, comida, atracciones como montañas rusas y hasta circos.
Por otra parte Alejandrina y Melisa creen que un lugar más tranquilo donde poder platicar es un mejor lugar para una cita.
“Evitar lugares ruidosos para que fluya una buena conversación. Un restaurante es un lugar más íntimo que ayuda a que la plática fluya”, aseguró Alejandrina.
“Una cita donde haya comida es una buena cita. Acampar con unas bebidas y comida, y ver las estrellas es algo increíble”, añadió.
Los 4 entrevistados aseguran que este aspecto ha ido cambiando con los años, pero bajo la constante de que las citas dependen de los gustos y aficiones de cada persona.
La psicóloga Villarreal también comenta que hace algunas décadas era común que no existieran citas sino que pasaban directamente a casarse y a tener hijos.
“Era lo socialmente bien visto. Lo que sabías hacer. Ahora tenemos una forma más complementaria de hacer las cosas”, señaló.
¿Y las apps de ligue?
Una encuesta hecha en febrero de 2020 en México por Statista reveló que el 34 por ciento de usuarios de apps de citas las utilizan con el fin de encontrar una relación formal.
Mientras el 27 por ciento de los usuarios afirman que están buscando tener un encuentro sexual casual.
“No las usaría. No me tocó en su momento y siento que el mandar un mensaje o un whatsapp te complica el tema de identificar los sentimientos”, comentó Alejandrina.
Pero para Kevin, una de las ventajas que ofrecen estas aplicaciones es la de conocer a personas fuera de tu círculo social.
Sin embargo, cree que el proceso se vuelve frío e impersonal y no tiene una conexión verbal.
Algunas apps como Bumble ofrecen la oportunidad de conocer a personas para entablar amistad; aún así, Melissa opina que la gente no las utiliza con ese fin.
“Hay casos de gente que sí encuentra su amor por Internet y otros que solo lo usan para divertirse pero al fin y al cabo está bien según la persona”, añadió la joven.
César por su parte compartió que no las utilizaba hasta que llegó la pandemia, aunque sí interactuaba en Whatsapp o Instagram para ligar.
“Algo que no está padre es que cambia la interacción, si le pones una letra de más o si te deja en visto o si tiene activado el "seen". Es algo que no me gusta mucho pero en pandemia es lo que se usa”, afirmó.
Para la psicóloga Villarreal menciona que el romanticismo es una de las cosas que más ha cambiado con los años.
“Antes ser romántico era dar una serenata y ahora es darte un like y ponerte corazones en redes sociales. La diferencia podría ser la forma de expresarnos y conectar”, mencionó la especialista.
Nuevas relaciones, poliamor y amar sin etiquetas
Según una encuesta de Second Love, un portal de citas y encuentros para personas casadas, 4 de cada 10 latinoamericanos están dispuestos a tener una relación abierta e incluso en algunos casos hay parejas que usan este servicio.
“Uno de los errores creo que es encasillar a alguien en blanco y negro. A lo mejor a muchas personas no les funciona una monogamia”, comentó Kevin.
Alejandrina menciona que tener una relación abierta depende de cada persona, pero para ella las relaciones deben ser solamente de 2 personas.
“El corazón se llena con una persona. Si a las personas las hace feliz está bien, pero también siento que es un poco un tema de inseguridad. ‘¿Por qué no entregarte a una sola persona?’”, comentó.
César por su parte afirma que tener o no una relación poliamorosa o no tradicional depende de la idea que tengan los implicados sobre la misma y que influyen otros temas como la religión o lo políticamente correcto.
“Ha de ser padre tener esa confianza y ese tipo de relaciones con más personas. Yo no lo haría porque soy aprensiva pero se me hace muy interesante”, comentó Melissa.
“Bueno, todos decimos que no entraríamos en una relación de poliamor pero ya me vi en 10 años con mis 3 esposos”, añadió.
Finalmente, a pesar de que existen diferencias en las relaciones según el género de las personas, sus creencias e incluso su edad, la psicóloga afirma que existe la constante de querer sentirse amado por otra persona.
“Refiriéndose a una relación feliz, donde hay conexión de forma de vida, de complicidad de intimidad y atracción física creo que permanece esa necesidad del ser humano de sentirse especial para alguien.
“De sentirse bien al lado de alguien, de caminar con alguien, de poder llegar en la noche y abrazar a esa persona y que te diga que todo estará bien. Creo que eso se mantiene”, puntualizó Villarreal.
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